Se trata de un compuesto formado
por un conjunto de combustibles, aceites vegetales, aceites animales,
aceites reciclados y grasas usadas. Es biodegradable
Neuquén > El petróleo es, sin duda,
el gran motor de la economía del mundo. Y a partir de este
oro negro tan preciado es que la humanidad padece guerras, muertes
y una carrera sin control detrás de cada pozo que eleva a los
precios del barril y además preocupa por la contaminación
que acarrea. Es por esto que desde hace años se buscan alternativas
energéticas como el biodiésel.
¿De qué se trata este nuevo combustible que parece abrir
la puerta a encontrar soluciones de rentabilidad y ecológicas?
El término biodiésel se refiere a un conjunto de combustibles
oxigenados basadas en fuentes biológicas renovables (aceites
vegetales, aceites animales, grasas usadas y aceites reciclados),
usado en motores diesel, puro o mezclado con gasoil.
El biodiésel puro es biodegradable y no tóxico.
El doctor Carlos Querini, docente e investigador de la Facultad de
Ingeniería Química de la UNL, explicó que cuando
se habla de biocombustibles «se contemplan tres grandes combustibles
renovables derivados de la biósfera: el biodiésel, que
surge de realizar una reacción química entre un aceite
vegetal o grasa animal y un alcohol; el bioetanol, que resulta de
un proceso de fermentación de cereales o de caña de
azúcar, y el biogás que se produce por reutilización
de desechos orgánicos».
Este proceso puede adaptarse para usar una gran variedad de aceites
de semillas de soja, algodón, entre otras. Como productos de
este proceso se obtienen el glicerol y el biodiésel propiamente
dicho.
Esta modalidad de generación de energía puede realizarse
en pequeñas y medianas plantas de producción de biocombustible,
a partir de desechos de los frigoríficos, de algodón
e incluso de ricino, planta perenne cuyas semillas contienen gran
cantidad de reservas oleaginosas y que podría ocupar tierras
no aptas para otros cereales.
La colza, una planta herbácea oleaginosa de flor amarilla,
es otra de las materias primas para la elaboración de biodiésel.
La provincia había impulsado un plan para cultivar colza en
zonas de secano de Cutral Co y Rincón de los Sauces e incluso
firmó un convenio con Petrobras para instalar un laboratorio
de experimentación.
Claudio Molina, director ejecutivo de la Asociación Argentina
de Biocombustibles e Hidrógeno, indicó que en Argentina
sólo hay 20 mil hectáreas sembradas de colza. Pero su
aceite es el preferido por los europeos para hacer este combustible
ecológico.
Miguel Almada, economista del Programa Nacional de Biocombustibles
de la Dirección de Agricultura de la Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Pesca y Alimentos (Sagpya), expresó que «hay
otros cultivos más ricos en aceite que la soja, como la colza.
Estamos desarrollando un programa con cultivos alternativos, para
áreas marginales, cuyo aceite no compita con el destinado a
elaborar alimentos”.
Cualidades
Es clave en el proceso de refinamiento quitar las impurezas para que
estas, en líneas generales, no enturbien el poder del biodiésel
y a su vez, como ocurre con los malos combustibles, provoquen complicaciones
serias en el funcionamiento de los motores.
En un artículo especializado, el director del Instituto de
Ingeniería Rural INTA, ingeniero Jorge Hilbert, escribió
que dentro de las cualidades de este combustible se debe observar
la capacidad de limpieza y remoción de impurezas en tanques
y circuitos del motor pero se debe tener en cuenta que si se usa puro
ciertas gomas y conductos pueden ser atacados por lo cual el usuario
deberá asesorarse para un eventual reemplazo en piezas clave
del motor.
Por lo tanto, si se respetan los parámetros técnicos
(usando biodiesel al 20 o al 30 por ciento y el resto diésel
de petróleo) no representa riesgo alguno para los equipos y
tiene varias ventajas desde el punto mecánico y medioambiental.
Vale decir que puede llegar a ser un aliado para el campo, teniendo
en cuenta la utilidad que puede brindar a la hora de las cosechas.
En este sentido, el secretario de la Confederación de Entidades
del Comercio de Hidrocarburos, Ángel Colombo, advirtió
que el abastecimiento de gasoil en distintos puntos del país
«está en el límite», debido a la «gran
demanda por la cosecha agropecuaria”.
Fuentes de la Secretaría de Energía indicaron que en
los últimos doce meses, el consumo de combustible creció
un 4,5 por ciento.
Legislación
Debido a la utilidad de este nuevo tipo de energía Argentina
avanzó en una legislación para ordenar un marco regulatorio
para su fabricación y consumo.
El primer paso oficial fue la resolución 129/2001 de julio
de 2001 limitando el concepto de biodiésel a toda mezcla de
ésteres de ácidos grasos de origen vegetal. La resolución
también especifica que se podrá dispensar puro o en
mezclas al 20 por ciento en 80 por ciento de gasoil lo que se denominará
B-20.
Para mantener la calidad y la seriedad de lo producido es que se creo
una norma IRAM bajo el número 6151 – 1. Esta se elaboró
bajo la supervisión de productores, universidades, técnicos
del INTA y del INTI y profesionales de petroleras para fijar los requisitos
y parámetros en forma más extensa en función
de las experiencias europeas y norteamericanas.
La importancia de crear este tipo de normas está directamente
relacionada con la posibilidad de crear un control sobre quienes están
interesados en fabricar biodiésel y no tienen las normas para
una justa decantación y purificación del producto.
Por su parte, el biocombustible ya tiene promoción por ley
nacional Nº 26.093 que indica que en 2010 los combustibles líquidos
provenientes del petróleo deberán contener 5 % de etanol
o biodiésel, productos no contaminantes.
La iniciativa define como biocombustible al «bioetanol, biodiésel
y biogás que se produzcan a partir de materias primas de origen
agropecuario, agroindustrial o desechos orgánicos», el
que será mezclado con las naftas y el gasoil en un porcentaje
de al menos 5 por ciento.
La ley busca promover alternativas menos contaminantes. Así
Argentina deberá producir al menos unas 600.000 toneladas de
biodiésel para mezclar con gasoil y 160.000 toneladas de etanol
para agregar a las naftas.
Beneficios impositivos
Por su parte y con el fin de promover esta actividad, la iniciativa
contempla otorgar beneficios impositivos a las empresas que comiencen
con la investigación y producción de este combustible,
como la devolución de IVA para la adquisición de bienes
de capital, régimen de amortización acelerada para descontar
el impuesto a las ganancias y un sistema de compensaciones a través
de subsidios directos.
Asimismo, el proyecto concede un porcentaje de los beneficios a las
pequeñas y medianas empresas y exime del Impuesto a los Combustibles
y la Tasa Hídrica a los componentes orgánicos de los
biocombustibles.
El impulso que tomó este tema llevó a que la Secretaría
de Agricultura creara un programa de biocombustibles para investigar
cultivos alternativos, para producir esos combustibles y brindar asesoramiento
para los inversores interesados en el negocio.
El avance en forma fuerte de este proyecto energético será
clave para el país ya que podrá mejorar, desde la perspectiva
macroeconómica, la balanza de pagos en función del precio
de los aceites en el mercado internacional.
El biodiésel en el mundo
La producción de biodiésel europea es de 1.200.000
toneladas y esperan multiplicarla por 10 en los próximos 10
años.
Los Estados Unidos incentiva la producción mediante subsidios
que alcanzan los 300 millones de dólares lo cual representa
el 40 % del precio de la materia prima. La producción actual
alcanza aproximadamente las 100.000 toneladas con proyecciones a 800.000
en el año 2010.
Para 2010, el transporte público europeo deberá utilizar
un 5,75% de biocombustible. En este contexto, Argentina tiene la posibilidad
de agregarles valor a sus aceites vegetales y transformarlos en biodiesel
y etanol ya que en Europa tiene un mercado de US$ 300 millones.
Menos toxinas
Los contaminantes
críticos son notoriamente inferiores: Frente a la
misma cantidad de gasoil, el biodiésel contamina mucho menos
el aire de dióxido de carbono.
Las emisiones de hidrocarburos, un factor contribuyente en la formación
localizada de smog y destrucción de la capa de ozono, es un
93 por ciento más baja para el biodiésel que el combustible
diesel común.
El dato
Una hectárea de cultivo rinde aproximadamente 900 litros de
biodiésel.
De no tener una planificación seria sobre los cultivos puede
darse que la soja arruine el suelo para otros cultivos debido al boom
que puede generar la exportación de aceite como materia prima
de este combustible.
Un proyecto frenado
Cutral
Co > El proyecto de producción de biocombustible
a través de una importante plantación de colza en la
región no encontró el apoyo esperado en el resto de
los involucrados, ya que luego del encuentro entre los concejales
de Cutral Co (que impulsan la iniciativa) y sus pares de Plaza Huincul
no se avanzó en su desarrollo.
Los concejales locales consideraron como positiva la idea de realizar
un estudio de factibilidad económica del proyecto con fondos
del Ente Autárquico Intermunicipal (Enim). No obstante y de
manera extraoficial, los directivos del ente habrían informado
sobre la insuficiencia de fondos para realizar el estudio.
Por otra parte, concejales de Plaza Huincul consideran que iniciar
el proceso de producción desde el principio con la plantación
de la materia prima podría ser un error si se tiene en cuenta
que en el 2010 ya se debería contar con una producción
de biocombustible para ofrecer al mercado. “Tal vez sería
mejor instalar desde el inicio una planta y obtener luego la materia
prima”, opinó al respecto el concejal Guiller.
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