Tres representantes de distintas
comunidades de la región cuentan porque vinieron al país
y que significa el plan en su vida.
Neuquén > Desde hace cincuenta años,
el fenómeno de la inmigración cobró un vuelco
que los primeros patriotas no se imaginaban que iba a dar. La mano
de obra y la población necesaria para cubrir todo el territorio
argentino, no venía exclusivamente del viejo continente, sino
de países limítrofes, como Chile y Bolivia, y del resto
de Latinoamerica. Fue la oferta laboral lo que hizo llegar en masa
a la gente que, en su tierra natal, no encontraba empleo.
La necesidad de tener un sustento económico estable hizo que
muchos vinieran a la Argentina, dejando atrás su país
y en muchos casos la familia, prácticamente sin ningún
registro que diera cuenta de su ingreso.
Para contrarrestar estos hechos, en el 2004 se sancionó la
Ley nacional Nº 25.871 de Migraciones que protege los derechos,
la integración y la movilidad de los migrantes.
La norma cobró importancia a principios de abril, tras el incendio
en una fábrica textil donde murieron bolivianoscontratados
en negro. Producto de esta tragedia se lanzó con mayor fuerza,
el Programa Nacional de Normalización Documentaria Migratoria
que.
El plan
Los movimientos migratorios de la población de países
limítrofes hacia la Argentina constituyeron, desde siempre,
un proceso social ligado al desarrollo de sus sociedades.
Estos movimientos han venido ocurriendo a lo largo de la historia
en la región, pero en las últimas décadas han
sufrido transformaciones profundas.
El programa cuenta con la participación del Ejecutivo nacional,
las provincias, las municipalidades y todas aquellas instituciones
que se hayan inscripto, y son beneficiarios de él, todos aquellos
ciudadanos que hayan ingresado al país antes del 14 de Abril
de 2006.
Para el proceso del registro, que es gratuito, el interesado debe
presentar dos fotos 4x4 y el documento de su país de origen.
Luego, deberá llenar un formulario, que será firmado
como una declaración jurada, donde puede o bien pagar una tasa
o informar de su carencia económica.
A partir de aquí, se debe aguardar que toda esta documentación
llegue a la delegación provincial, junto a luego de que la
documentación papel llegue a las delegaciones una credencial
y copia del acto administrativo que le concede una residencia precaria.
De esta manera, el inmigrante quedará habilitado, siempre y
cuando saque el número de CUIL provisorio, para estudiar, salir
y entrar al país.
El plan no termina aquí. De hecho, cuando se hayan cumplido
por lo menos tres años de residencia en el territorio nacional,
todos los que de hayan inscripto en el programa deberán presentar
un certificado de antecedentes penal en Argentina y de sus país
de origen. La residencia temporaria, que permite obtener los documentos
de identidad, será extendida por dos años más,
pasando, luego, a ser permanente.
Datos
Por su situación de marginalidad es difícil establecer
el número exacto de inmigrantes que se encuentran en esa situación.
Según las últimas estadísticas de Dirección
Nacional de Inmigraciones, entre 1992 y 2003 ingresaron a la Argentina
504.000 posibles inmigrantes, con un promedio de 13.187 radicaciones
anuales. De esta forma, serían aproximadamente 345.000 las
personas que se encuentran en una situación de legalidad.
Los indocumentados que se encuentran integrados al mercado laboral
se ven más vinculados al trabajo en negro, donde, en algunos
casos, se dejan de lado los conocimientos sobre alguna actividad en
especial, ya que se hace más necesaria una remuneración,
por mínima que esta sea.
Al no generar tributo alguno en su actividad, el indocumentado sólo
trabaja a favor de su empleador, quien se aprovecha bajo la figura
de la amenaza de despido y de denuncia ante las autoridades.
Demasiadas etapas en el plan
Neuquén
> Como muchos de sus compatriotas, Jorge Muñoz
era un joven chileno que se fue de su país al año y
medio del golpe de estado que derrocó al residente Salvador
Allende. Su historia hubiera quedado como una más, si no fuera
por la intervención de una persona reconocida en la región:
Don Jaime de Nevares.
«Estábamos con mi esposa en Buenos Aires, cuando todo
se puso espeso en la Argentina. Por suerte y gracias a Dios, apareció
Monseñor De Nevares, a quien conocíamos por la Iglesia,
y, en vez de tenernos que irnos muy lejos, nos vinimos a Neuquén
bajo el manto protector que Don Jaime supo tejer» recuerda Jorge.
Y fue así que, desde esa época, Jorge es una de las
figuras más visibles de la Pastoral de Migraciones desde donde
dirige y participa de actividades vinculadas a su comunidad y a la
temática de los inmigrantes. Un tema por el que lucha para
que se incluya como materia en las escuelas.
Etapas
«Cada vez que hubo un gobierno democrático, todos dieron
una amnistía para extranjeros» destaca Jorge. «De
todos los últimos gobiernos, faltaba este período. Y
este plan de regularización, tiene diferencias para bien y
para mal del migrante, desde nuestro punto de vista».
Como aspecto negativo, Muñoz señala que «viene
en dósis». «Primero te dan un papel que el empresario
y otros organismos del Estado no reconocen. Segundo, el hacerlo en
tantas etapas sólo va a generar muchos líos para sus
beneficiarios directos».
«Algo que puede tornarse complicado son las intervenciones de
organismos que nunca estuvieron vinculados al tema de las migraciones
como el Municipio», explica Jorge. «Nos interesa que se
involucre, entonces, toda la sociedad y no sólo una parte,
y que no se lo aproveche en causas partidarias».
Un paraguayo que se adaptó
Neuquén
> «Mi situación es un poco especial»,
cuenta Francisco Samudio. «Vine de una colonia alemana a Neuquén
hace dieciséis años, detrás de una chica que
conocía. Con el tiempo fuimos entablando una relación
cada vez más estable. Yo todavía vivía en Paraguay
y cuando decidimos casarnos, me radiqué para siempre en la
zona».
Francisco era docente en su país natal. Cuando llegó
a la Argentina, le convalidaron el título. Pero esto no le
impidió estudiar otra profesión. «Yo enseño
ciencias sociales y también doy clases particulares de portugués.
En los programas de las materias de las escuelas, no se enseña
este idioma, y estoy viendo por Turismo puedo hacerlo. Sería
bueno que se haga, porque de esta forma se sale con una herramienta
más de trabajo».
La comunidad
En Neuquén hay 50 familias paraguayas que vinieron por distintos
motivos. «Algunas vinieron por el petróleo y otras por
las represas como la de El Chocón. Aún así, por
más que su llegada era por motivos laborales, el problema para
los inmigrantes sigue siendo la documentación. Y en el tiempo,
te permite que, cada tanto el gobierno saque una amnistía para
nosotros»
«Yo obtuve todos los papeles en el orden al haberme casado con
una argentina, pero hay gente nueva que ha llegado y no tienen todo
en orden porque los trámites son muy caros y tienen mucha diligencia».
Sangre boliviana en el Alto Valle
José Luis Flores se radicó en la Argentina
conm su familia ante un panorama desolador. «Con el tiempo,
logramos salir adelante», afirma.
Neuquén > «Llegué desde Bolivia
hace doce años porque quería cambiar mi situación
económica y, además, buscaba otra forma de vida»,
confiesa José Luis Flores. «Empecé mal. Había
llegado a un país que no conocía, con una valijita con
poca ropa, y se me complicaba conseguir todo lo que necesitaba. Primero
me vine sólo. Pero, extrañaba a mi familia y me la fui
a buscar. Y ahí la tuvimos que pelear»
«Empecé haciendo changas para poder agarrar algo y tener
para comer. Pero por suerte, nos fuimos formando, gracias a la inesperada
ayuda de gente extraña y que ahora son grandes amigos».
Los trámites para legalizar su situación no empezaron
con un buen augurio. El primer gestor que tuvieron resultó
ser un «tranfuga» y su intención de estar en orden
quedó en eso. Una intención que lo hizo empezar de cero.
El tiempo pasaba y seguía estando indocumentado. No podía
acercarse a ningún lado y cuando lo hacía, era rechazado.
El cambio no tardó en llegar. Actualmente, José, ya
con todos los papeles en orden, realiza trabajos de albañilería
para un empresa, lo que significó un giro de 180º en su
vida.
«La comunidad boliviana en Neuquén está desorganizada.
Todos tiramos por nuestro lado», se lamenta el hombre. Hoy tiene
expectativas con la implementación de la nueva ley.
|