Se realizó la primera experiencia
en inseminación artificial, logrando más del 50 por
ciento de parición.
Neuquén> El curso de inseminación
artificial en pequeños rumiantes que se realizó en la
Escuela de Producción Agropecuaria (EPEA) Nº 1 de Las
Ovejas, a través de un convenio entre la Universidad Nacional
del Comahue y la Secretaría de Estado de Juventud y Deportes,
dio sus primeros frutos: se inseminaron 52 ovejas que parieron 36
corderos, siendo la primera experiencia de este tipo en un establecimiento
educativo de Neuquén.
Tres docentes de Las Ovejas pusieron manos a la obra durante todo
el año y lograron un porcentaje de parición del 55,77
promedio entre dos rebaños que fueron sometidos intencionalmente
a condiciones diferentes de alimentación. En el rodeo que permaneció
en una situación ideal, se logró un 78,57 por ciento
de parición superando los promedios establecidos por los especialistas;
mientras que en el que fue mantenido a campo abierto, soportando la
rigurosidad del clima de la zona Norte y alimentándose de las
pasturas naturales tuvo un 29,16 por ciento.
Los resultados del proyecto fueron presentados ante el especialista
que dictó el curso de inseminación en pequeños
rumiantes, Eduardo Aisen, investigador en Ciencias Veterinarias de
la facultad de Ciencias Agrarias de la UNCo y quien cuenta con amplia
trayectoria a nivel internacional.
Sorpresa
Aisen se mostró sorprendido por los resultados obtenidos por
quienes fueron sus alumnos hace dos años atrás e indicó
que la media se mantiene entre un 40 y 60 por ciento. El profesional
destacó que “lograr estos porcentajes en la primera experiencia
es auspicioso pero requiere de un gran trabajo para mantenerlos en
las próximas temporadas.
El secretario de Estado de Juventud y Deportes, Rolando Figueroa,
quien tomó la decisión hace dos años de comenzar
con los cursos manifestó que “esto demuestra que podemos
confiar en los técnicos y productores del Norte neuquino quienes
se esfuerzan día a día en progresar para dar a su comunidad
un producto de mejor calidad”.
Además señaló que “cuando el gobierno de
la provincia apuesta a la capacitación de los recursos humanos
no se equivoca porque nuestra gente aprovecha enseguida estas acciones
y enseguida pone manos a la obra”.
Práctica
“Que los primeros técnicos inseminadores, reconocidos
por la Secretaría de Ganadería y Pesca de la Nación
no se hayan quedado en la adquisición de los conocimientos
sino que los hayan puesto en practica demuestra la calidad de nuestra
gente”, dijo Figueroa quien aseguró que “estamos
muy orgullosos por estos tres jóvenes profesores de Las Ovejas
porque además de realizar el experimento sumaron a los alumnos
de sexto año, quienes podrán seguir los pasos de sus
docentes”.
El funcionario aseguró que dadas las características
de los jóvenes alumnos de la EPEA y los resultados de los cursos
realizados en el 2002, “decidimos iniciar el mes próximo
el curso de inseminación en bovinos” y agregó
que “quienes se reciban también obtendrán el título
de auxiliar inseminador de acuerdo a la ley 20.425 que está
avalado por Nación”.
Figueroa destacó que “en cuanto a los conocimientos adquiridos
en el curso, la mejor garantía es la excelencia académica
de nuestra universidad pero que el aval de Nación es muy importante
porque les permitirá ejercer profesionalmente en todo el territorio
del país, garantizando la inserción laboral de estos
jóvenes en la Patagonia”. Los técnicos en inseminación
artificial en pequeños rumiantes destacaron el apoyo recibido
desde la dirección de la EPEA Nº 1, a cargo en este momento
de Viviana Ragonessi. La directora expresó que “lo primero
que hay que destacar son los excelentes resultados del curso de (Eduardo)
Aisen porque logró lo más importante: que algunos docentes
se prendieran tanto que se pusieran a trabajar en ello y lo llevaran
a la práctica”.
Satisfechos con resultados
de la primera experiencia
Los alumnos reciciclaron materiales para poder tener los
elementos adecuados a fin de desarrollar la inseminación.
Utilizaron una cámara de bicicleta y una vieja butaca
de colectivos para asistirse en la tarea.
Neuquén > Tres técnicos en inseminación
artificial de Las Ovejas, Gustavo González, Marcelo Muñoz
y Fabián Parada, realizaron este año su primer experimento
del que hicieron participar a toda la comunidad educativa y especialmente
a los alumnos de sexto año, quienes tuvieron la posibilidad
de realizar algunas inseminaciones luego de haber adquirido los conocimientos
en las clases teóricas.
En la experiencia no faltó el saber ni las ganas pero en más
de una oportunidad los jóvenes profesores tuvieron que recurrir
al ingenio argentino y popular, para hacerse de los materiales necesarios
como un cepo para las hembras realizado en base a una vieja butaca
de colectivo o una vagina artificial hecha con tubos y cámaras
de bicicleta.
Sea como fuere, los profesores de Las Ovejas pudieron. Y hoy cuentan
con 32 corderos nuevos (cuatro murieron luego de nacer) en los que
ya se observan más características de la raza merino
(a la que quieren llegar a través de varias generaciones por
la calidad de la lana) que de frizona.
Las 52 ovejas fueron inseminadas con semen fresco. La técnica
consiste en incentivar al macho con una oveja colocada en un cepo
para que no se pueda mover y cuando el carnero “pega el salto”
se coloca su pene en una vagina artificial con el objetivo de conseguir
el material.
En muy poco tiempo, parte de ese semen 0,05 centímetros cúbicos,
es colocado con una pistola y mediante la utilización de un
vaginoscopio en el cuello del útero de las ovejas. Previamente
las hembras son inyectadas con hormonas para coordinar que el celo
se produzca el mismo día de la inseminación. Al cabo
de cinco meses, nacieron 36 carneros en la EPEA Nº 1.
Evaluación
Gustavo González, veterinario y jefe general del sector animal
del la EPEA Nº 1, aseguró que “logramos muy buenos
resultados con casi el 60 por ciento de preñez y con semen
fresco”.
El profesional comentó que “dividimos las 52 ovejas en
dos rodeos para darles distintos manejos, en uno logramos el 82 por
ciento de parición y en el otro un 29 por ciento”.
“La diferencia entre los rebaños estuvo dada en el manejo
durante la gestación. Un rodeo estuvo a campo abierto donde
soportó todas las inclemencias climáticas, la lluvia,
la nieve; pero al otro se lo guardaba bajo galpón en las noches
y se lo alimentaba con pasturas y balanceado. Estaba mejor cuidado”,
explicó González quien aclaró que “las
razas también eran diferentes, la que tuvo alto porcentaje
de preñez era cruza con frizona y la otra con merino”.
Técnica
Como profesor de la institución en la que se hizo el experimento,
González dijo que “el objetivo es mostrar una nueva técnica
de reproducción a los chicos con toda la parte práctica
e incorporar a la zona una técnica de reproducción artificial
para hacer una mayor distribución de material genético”.
Con los años y las generaciones de nuevos corderos, la calidad
irá perfeccionándose aunque lo ideal –según
explicó el veterinario- sería trabajar con semen de
alta calidad.
Marcelo Muñoz es quien es técnico agropecuario y profesor
del establecimiento como sus colegas pero también es productor
de ganado ovino y bovino y aportó buena parte del rebaño
a inseminar.
Cuando Muñoz se enteró del curso de inseminación
no dudo en anotarse porque “me pareció buenísimo,
vi una posibilidad de hacer mejoramiento genético en lanares”
y con el tiempo se convenció de “armar un proyecto local
para hacer la inseminación en la EPEA y después difundirlo
en toda la comunidad”.
“Para nuestras expectativas, las experiencia fue muy buena.
Acaban de nacer los primeros corderos en la zona por inseminación.
Sabemos de qué padre son porque manipulamos el material genético”,
dijo Muñoz quien aseguró que “esto demuestra que
uno puede hacer un mejoramiento genético, sabiendo lo que compra
y lo que mete en el ruedo”.
El proyecto continuará de la mejor manera posible, aseguraron
los tres profesores, pero coincidieron en que “lo ideal sería
contar con material genético de buena progenie para poder seguir
la temporada próxima”.
Sexto año
Fabián Parada, profesor y técnico superior en Ciencias
Agrícolas y Ganaderas, recordó que “esto surgió
en el 2002 por un curso que dicto la UNCo, pero siempre veníamos
hablando del tema y en febrero de este año nos pusimos a experimentar”.
La escuela “nos consiguió los materiales para hacer el
experimento que fue acompañado en todo momento por los chicos
de sexto año con fines educativos”, dijo Parada quien
aseguró que “el año próximo serán
ellos los que inseminen a los animales”.
Made in Argentina
Eduardo
Aisen es un profesional que puso en marcha el ingenio argentino para
demostrar la necesidad de crecer.
Neuquén > El proyecto realizado por los
profesores de la EPEA de Las Ovejas será presentado en sociedad
en la Expo EPEA que se realizará en esa localidad entre el
28 y 29 de noviembre, aunque previamente se hizo ante el mentor del
mismo de alguna manera, el especialista Eduardo Aisen, quien destacó
el trabajo realizado por los profesores y aseguró que “el
porcentaje de preñez que consiguieron es muy bueno, teniendo
en cuenta que lograron el 55, 77 y el máximo es 60”.
Eduardo Aisen es investigador en la facultad de Ciencias Agrarias
de la Universidad Nacional del Comahue y dos de sus inventos lograron
traspasar las fronteras del país. El profesional inventó
un conservante de semen que dada las características propias
revolucionó de algún modo las técnicas usadas
durante 25 años de tradición francesa y australiana,
en lo que a inseminación se refiere. Tal es así que
un importante grupo francés lo contrató para que llevará
su experimento a ese país a donde estuvo en el 2002, poco después
de dictar el curso en Las Ovejas.
Conservante
El conservante se logró utilizando una especie de azúcar
que producen los animales del ártico cuando sufren muy bajas
temperaturas. Cuando el semen es colocado en una solución con
esta sustancia, se logra que los cristales de hielo que se producen
al congelarlo sean de menor tamaño y, por lo tanto, no rompan
la célula al regresarlos a la temperatura óptima para
producir la inseminación.
El segundo descubrimiento de Aisen se refiere a la cantidad de semen
a utilizar en cada inseminación debido a que esto amplia la
cantidad de ovejas inseminadas por eyaculación del carnero.
El volumen mínimo de semen que estipuló Aisen es de
0,05 centímetros cúbicos. El profesional y su equipo
de trabajo están utilizando el método de inseminación
en otras especies con fines científicos pero también
ecológicos debido a que se prevén buenos resultados
en especies en extinción.
Con este tipo de actividades la escuela agropecuaria consolida su
rol de promotor y capacitacion para los productores del norte neuquino.
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