La Facultad de Turismo aplicó
en Neuquén capital experiencias probadas en el Norte y logró
incrementar la retención en primer año.
Andacollo
> Cuando culmine el año, terminará la Tecnicatura
en Gestión del Desarrollo Turístico Local que se dicta
en Andacollo y ostenta el mayor índice de retención
de la facultad de Turismo de la Universidad Nacional del Comahue.
Pero no será el final sino el comienzo de esta historia que
involucra a 66 alumnos y a varias comunidades de la zona Norte de
Neuquén.
La carrera surgió tras un petitorio presentado por la gente
de esta región a las autoridades. Adriana Otero, actual decana
de la Facultad de Turismo, recordó que en primera instancia
se pensó en el turismo rural y luego en el desarrollo local.
“Es decir, cómo lograr que pudieran hacerse cargo de
su historia y desarrollo con la lógica de su lugar”,
explicó.
Seis meses de reuniones interdisciplinarias permitieron culminar,
al cabo de un año, el diseño del plan. Un plan con muchas
particularidades. Por ejemplo, la obligatoriedad de los alumnos de
acreditar desde el primer año cien horas de “pasantías”,
como prácticas de servicio y la creación de espacios
curriculares abiertos. Éstos pueden ser: salidas de campo,
charlas dadas por alguien que no sea necesariamente un profesor o
viajes de estudio en los cuales los alumnos puedan ver qué
hacen en otras regiones.
Anclaje
En lo que respecta al desarrollo del turismo, la decana explicó
que existen dos visiones. Una es pensar en qué un lugar se
desarrolle para el turista y otra es considerar al turismo como una
alternativa para el desarrollo de una mejor calidad de vida en determinada
comunidad.
El plan puesto en marcha en la tecnicatura de Andacollo adhiere a
esta última visión. “Darse cuenta” es la
frase que atraviesa todo el proyecto. “Darse cuenta para conservar,
para poner en valor, para compartir y decidir qué mostrar”,
precisó Otero.
Este darse cuenta también involucró a los profesores.
Al llegar se encontraron con un alumnado distinto al que tienen en
la carrera madre, que se dicta en Neuquén, y tuvieron que buscar
otras formas de enseñar y de comunicarse entre ellos. Por ejemplo,
notaron que muchos alumnos no tenían incorporado el hábito
de la lectura pues habían terminado el colegio secundario hacía
diez años.
Entonces, los docentes comenzaron a reunirse todos los martes. Esos
encuentros no estaban previstos al escribir el plan, surgieron al
implementarlo. Y ahora, están decididos a aplicarlos en la
Licenciatura en Turismo que se dicta en la capital provincial.
Siguiendo de cerca el avance de cada alumno, evaluando permanentemente
con otros docentes la articulación de las materias y pensando
en un examen conjunto se logró aumentar la retención
en la tecnicatura de Andacollo. Mientras la media en la Licenciatura
de Turismo es del 11%, en el Norte, la retención alcanza el
38% con respecto a los inscriptos y el 52% de los estudiantes si se
considera a quienes efectivamente comenzaron la carrera.
Pedagogía “colaborativa”
La profesora María Celia Maglione -asesora pedagógica
de la facultad- es, según sus compañeros, el corazón
de las reuniones de los martes. Lejos de las adulaciones, indica que
en su carrera “ésta ha sido una experiencia muy valiosa”.
Porque en la facultad “los docentes tienen una inclinación
a revisar su práctica. Es maravilloso”.
Ser asesora pedagógica implica trabajar sobre diseños
curriculares. Y en las carreras nuevas se ha abierto un espacio para
coordinar con los docentes su implementación. “Esto permite
conocer qué es ser docente –informó-. Meterme
en la cotidianidad. Ver qué nos sirve, la vivencia de la clase.
Creo que los docentes que pasan por esto no van a hacer anécdota,
van a hacer didáctica. Los que se van de la tecnicatura dejan
su legado a los otros. Es pensar en una pedagogía “colaborativa”.
Es darse cuenta”, coincidió.
Ese darse cuenta originó en los docentes algo importante. “A
veces uno pierde el rumbo. Esto ha permitido recuperar ese deseo,
esa necesidad de ser docente, que uno ha tenido al momento de elegir
esta carrera para su vida. Es aflojar los límites de las cátedras.
Enseñar con el otro y aprender de él”, precisó
la asesora.
Predicar con el ejemplo
Claudia Toros Scorians y Marcelo Mancini no dudaron en remarcar que
“desde lo docente, Andacollo ha sido altamente gratificante.
Nos ha permitido ver la motivación que tiene la gente. Hay
que decidir sacrificar los fines de semana, el tiempo libre con la
familia, durante dos años y medio. Esto muestra que el esfuerzo
vale, que todos tenemos que tener y reclamar igualdad de posibilidades”.
Tanto docentes como alumnos y autoridades municipales de la región
acuerdan con esta idea pues las estadísticas marcan que en
materia de educación, el Norte tiene mucho camino por recorrer.
Una encuesta realizada el año pasado por el Consejo Regional
que agrupa a los jefes comunales de este rincón de Neuquén
determinó, por ejemplo, que sólo el 5 por ciento del
entorno de la población encuestada poseía formación
superior.
El futuro
El camino recorrido hasta este momento por quienes apostaron a la
educación en su lugar de orígen ha sido largo y sinuoso.
Los estudiantes que siguen prendidos a la tecnicatura tienen por delante
un gran desafío todavía: deben autogestionar su emprendimiento,
anclado en el desarrollo local, y para ello necesitan conseguir financiamiento.
No es fácil. Porque las fuentes tradicionales de crédito
exigen garantías y muchos de ellos no tienen ni siquiera el
título de propiedad de las tierras que sus familias ocupan
desde hace décadas para ofrecer como respaldo.
A nivel gubernamental, el Copade sigue de cerca este proceso. Y desde
el Ente Intermunicipal Minas hay quienes opinan que sería factible
implementar una línea especial de créditos a través
del Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo para asistir
a los futuros egresados, debido a que le aportarían servicios
o infraestructura a una región que cada vez despierta más
el interés de los turistas.
“Una vez le pregunté a una alumna de la tecnicatura qué
creía ella que le daría la Universidad. Me respondió
‘la palabra’”, recordó María Celia,
conmovida por la simpleza y la profundidad de la respuesta. Sus compañeros
coincidieron en que la gente del Norte reafirma cada día su
derecho a reclamar mayor capacitación. Tienen la palabra. Pretenden
seguir usándola para crecer.
La aplicación en Neuquén
Andacollo
> “A partir de la experiencia de Andacollo, en el
2004 aumentamos en un 50% la retención en Neuquén”,
manifestó con orgullo Rodrigo González, secretario Académico
de la Facultad de Turismo y profesor de la tecnicatura.
Acotó que en la Universidad Nacional del Comahue, la retención
no supera el 40 para el primer cuatrimestre; mientras que en su facultad,
el promedio de aprobados sobre desaprobados y ausentes fue del 30%
y en este 2005, del 45%. “Esto se logró mediante el seguimiento
del primer año –dijo-. Por el programa de mejora de la
calidad educativa, de la secretaría académica de la
UNC, trabajamos en romper la masividad. Y estamos convencidos de que
el seguimiento de la carrera crea condiciones mejores de retención
al alumno”.
En lo que respecta a la relación directa con los alumnos que
se ha erigido como pilar de la tecnicatura de Andacollo, González
consideró que “no es algo en lo que trabaje plenamente
la universidad. Todavía”. Al respecto, informó
que la experiencia del Norte les permitió ver cosas factibles
de aplicar en Neuquén, donde los cursos fundamentalmente iniciales
son mucho más numerosos que el de Andacollo. “Es difícil
reducir la masividad. Pero intentamos un contacto más directo
con los alumnos. La masividad no impide que veamos semana a semana
qué pasa con la carrera”.
Así, los profesores de primer año de la licenciatura
comenzaron a reunirse todas las semanas para ver qué les pasa
a los estudiantes y repensar las formas de evaluar, haciendo por ejemplo
una evaluación integrada (por cuatrimestre). “En 2003,
trabajamos con ocho docentes. Hoy el equipo creció a 20 y todo
eso, en forma voluntaria”, aseguró.
Cal y arena
Andacollo
> Un informe dado a conocer por la licenciada Verónica
Arcos, coordinadora académica, sobre la tecnicatura que se
dicta aquí establece dificultades y aspectos a mejorar en ofertas
similares futuras y arriba a conclusiones como que “el turismo
puede convertirse en una de las principales fuentes de ingresos de
la zona Norte, tornándose imprescindible contar con una población
residente calificada, consciente del valor de su patrimonio y de las
ventajas de incorporar la presencia de los turistas a su vida cotidiana”.
Algunas cuestiones para revisar son la baja inscripción y retención
de jóvenes egresados recientemente del Nivel Medio –sólo
el 7,5% es menor de 21 años-; la carga horaria elevada de clases
presenciales distribuidas en pocos días; el aumento de las
salidas de campo y la disminución del porcentaje de asistencia
a clases teóricas y tutorías (hoy, quien no asiste un
fin de semana a clase está al límite de faltas).
Indicadores
«La
población mayor de 18 años no está incluida en
la oferta educativa de la zona Norte». Ése es el diagnóstico
alcanzado en 2004 por el Consejo Regional.
La conclusión
se sacó tras un sondeo de opinión a más de 280
estudiantes de escuelas de Las Ovejas, El Cholar, Buta Ranquil, Andacollo,
Chos Malal, El Huecú y Caviahue.
Casi la
totalidad de los jóvenes consultados (el 97 por ciento) manifestó
su interés por seguir estudiando al término del Nivel
Medio, pero –en general- se inclinó por carreras que
no se dictan en la región.
Un 84%
consideró «oportuno» contar en el Norte con más
ofertas educativas de nivel superior.
Un cambio de actitud
Al inicio
de la carrera, los alumnos pretendían por ejemplo promover
la conservación del patrimonio. Hoy, lo hacen.
Andacollo > Claudia Toros Scorians y Marcelo
Mancini dictan el módulo referido a la gestión económica-financiera
de microemprendimientos de la tecnicatura y sienten, como docentes,
que éste es el cimiento de algo mucho más grande, que
tiene que ver con el despegue definitivo de una región a través
de la capacitación de su gente. Por eso opinan que “lo
ideal sería que la provincia no los abandonara” en este
proceso.
Desde que comenzaron a estar en contacto con los demás profesores
y los alumnos de la carrera notaron un cambio sustancial en cada uno
de ellos. Citaron como ejemplo que al principio los estudiantes “habían
logrado revalorizar lo que tenían, los atractivos, los recursos,
y valorar lo que podían dar. Pero todo lo querían mantener
intacto”.
El trabajo del grupo docente a partir de agosto del 2004 fue hacerles
ver que todo eso podía formar parte de una oferta, sin ser
necesariamente modificado. En síntesis, trabajar con ellos
para que notaran que podían ser parte del desarrollo local
como emprendedores turísticos. Primero, planteando una estrategia
y luego, viendo la viabilidad económico-financiera.
“A esta altura de la carrera, los alumnos ya saben que la solución
está en sus manos. Es un cambio de actitud, un logro sumamente
valioso. Al hacer un viaje a otros destinos turísticos de la
provincia se dieron cuenta de que si no protagonizan el cambio, nadie
lo va a hacer por ellos. Fue un proceso lento, es cierto, pero han
empezado a ver el rol que tiene cada uno”, informó el
profesor.
“Trabajar en algo a largo plazo es más lento pero más
seguro”, opinó la docente. A fin de año, cuando
la gente ya esté capacitada, el trabajo en la cuarta etapa
del proyecto educativo para la región girará en torno
al acompañamiento del crédito.
Explotar las diferencias
El viaje al Sur neuquino que hicieron este año les ayudó
a entender que quien los elija los estará comparando. Llegaron
a la conclusión de que quieren explotar la diferencia, tienen
que hacerlo, por eso trabajan en un proyecto de ley de alojamientos
alternativos.
“La asociación está desde la base en la carrera.
Hay gran diversidad de proyectos, algunos deben darse primero para
que otros prosperen. Por ejemplo – dijo Mancini-, ellos han
asumido que pueden complementarse con proveedores más grandes.
Han vencido la resistencia al inversor que viene de afuera. Y tienen
argumentos más sólidos para pedirle algo al Estado,
en un contexto integral. Mejorar la infraestructura de comunicaciones
aparece para ellos como más importante que asfaltar la Ruta
43. Porque tener Internet, estar en Internet, es llegar al mundo”.
Producto de un reclamo social
Siete
mil personas avalaron un petitorio para ampliar la oferta de estudios
superiores en el Norte.
Andacollo > La Tecnicatura en Gestión
del Desarrollo Turístico Local se creó con el objeto
de dar respuesta a las demandas de estudios superiores por parte de
la comunidad del Norte neuquino, que elevó un petitorio de
más de 7.000 firmas al Estado provincial.
Teniendo en cuenta el perfil productivo de la zona, se elaboró
esta propuesta educativa en Turismo, cuya implementación comenzó
el 15 de agosto de 2003 en instalaciones del CPEM Nº 11 de esta
localidad.
A tal fin se conformó un equipo interinstitucional, integrado
por el área provincial de Turismo, el Copade, el Consejo Provincial
de Educación y la Facultad de Turismo de la UNC. Su misión
fue elaborar el perfil profesional y el diseño curricular de
la carrera. Actualmente, este grupo sigue trabajando en el monitoreo
y seguimiento a la implementación de la carrera.
Al momento de construir el diseño curricular, se tuvieron en
cuenta tres aspectos fundamentales: que la carrera tuviera una fuerte
vinculación con el perfil productivo y cultural de la zona,
que estuviera orientada básicamente a la generación
y gestión de microemprendimientos y que promoviera el fortalecimiento
de la identidad cultural de Zona Norte.
Un nuevo desafío
En la actualidad, la región se está movilizando
para seguir estudiando. La discusión será qué
carrera dictar cuando ésta culmine.
“Manifiestan que necesitan complementar el perfil dado por la
tecnicatura actual. Nuestra idea –informó el secretario
académico de la Facultad de Turismo- siempre fue trabajar por
las realidades del alumno”.
“Ellos -prosiguió- tienen una riqueza social y cultural
enorme y eso también ha permitido la gran capacitación
que han logrado los docentes en esto”.
|