Medida al hablar, con la apariencia de una
mujer con carácter, escencialmente académica en sus
opiniones, nueva en el ámbito político pero con la experiencia
de una militancia social importante en la docencia y en la vida universitaria,
aún hoy por muchos es reconocida por ser la rectora de la Universidad
Nacional del Comahue cargo que cumplió durante cuatro años
y finalizó en mayo, es Ana Pechén de D’ Angelo.
La precandidata por la lista Azul que acompaña en la fórmula
a Jorge Sapag tiene la firmeza y la decisión de no ser una
vicegobernadora más.
Para Ana Pechén la oportunidad de llegar a un cargo ejecutivo
en la provincia es “más de lo que esperaba, porque cuando
uno transcurrió toda su vida con una militancia social en la
docencia, la vida universitaria, el compromiso con la educación
a nivel nacional y provincial, de repente, en el ámbito político
que mueve mucha más gente lo primero que uno necesita saber
es cómo se relaciona con esa gente”.
¿Desde cuándo está trabajando con Jorge
Sapag?
Lo conozco desde hace muchos años, tengo un especial cariño
y respeto por él. Pero yo me impuse ciertas limitaciones. La
conducción de la universidad, cuando era rectora, imponía
cumplir con esos compromisos contraídos, yo me debía
a esa comunidad universitaria y no podía hacer política
partidaria desde el rectorado de la universidad.
Es una realidad que provengo de un ámbito académico,
he transitado la vida de la discusión de proyectos, de la discusión
de programas. Pero no le tengo miedo al desafío.
Los investigadores nos preparamos para enfrentar siempre cosas nuevas.
He encontrado en la gente una respuesta distinta, inmediata de acompañamiento,
de trabajar juntos en el objetivo común, sobretodo en los jóvenes.
¿El 17 de mayo, cuando deja de ser rectora de la UNCo
sabía
que iba a ser candidata?
No, no sabía. Es más, el 17 de mayo empecé a
trabajar con Jorge Sapag activamente. Si bien mi compromiso estaba
de antes, esperé terminar con mi responsabilidad en la Universidad.
Si en mayo no sabía que iba a hacer precandidata,
¿en junio sí?
¿Cuándo tiene el ofrecimiento?
Comenzamos a discutir estos temas como una realidad aproximadamente
en julio, fue después del mundial que empezamos a analizar
esta posibilidad. Además creo que no era un ofrecimiento particular
de Jorge Sapag, sino de la forma que él pretende construir
el proyecto desde las candidaturas, en conjunto con la gente y los
dirigentes. Entonces tardó un tiempo más, para que la
candidatura comience a tomar cuerpo.
Es más difícil un gobierno de provincia que un gobierno
universitario, pero demostró que es una mujer dura…
Usted lo dice (responde entre risas).
¿El conflicto sufrido en la Universidad le dio más
dureza
para enfrentar los problemas?
Me dio mayor confianza y me dio un compromiso nuevo: saber que los
conflictos que aparecen hoy en un sector mañana van a aparecer
en otro. Y que si no logramos resolver esos conflictos de alguna manera,
vamos a tener un verdadero caos. Entonces, tal vez me incitó
a trabajar por esta nueva forma de hacer política donde lo
que tenemos que recuperar es la participación. Lo que me dejó
fue esto, un mayor compromiso como docente para trabajar por la participación
de la gente.
¿Qué piensa de la política partidaria?
Creo que la política es el arte de lo posible. En la medida
que tengamos mejor formación de los dirigentes, la calidad
de la política argentina va a ir mejorando, y para eso tenemos
que involucrarnos todos. Me parece que eso es lo que estamos tratando
de hacer. Confiamos en que impulsamos una mejora de la calidad política,
con una verdadera y activa participación de la gente.
Si Pechén no era candidata a vicegobernadora, como
se rumoreaba…
¿Qué hubiera sido?
No era nada. Porque Ana Pechén no se acercó a trabajar
por un cargo político en particular. Ana Pechén se acercó
a trabajar por el desarrollo de la provincia desde cualquier lugar
sin necesidad de tener un cargo. Yo he vivido y vivo de mi trabajo
como docente e investigadora que me ha dado satisfacciones. Pero,
a veces, uno siente que haber destinado 30 años de la vida
a esa construcción no basta para que las instituciones se consoliden.
Y, obviamente, se cree que debe involucrarse mucho más fuertemente
en política, porque no hay democracia sin partidos políticos.
Lo que nos está pasando en el país es eso. En muchos
casos, no en el MPN pero sí a nivel nacional, hay una pérdida
de ideal de partidos y eso no es bueno para la democracia.
Como precandidata a vicegobernadora ¿Qué le
interesa para el resto de la lista?
La propuesta de Jorge Sapag es realmente participativa, esto es algo
claro: somos un equipo, construimos en conjunto, discutimos en conjunto
y tomamos decisiones en conjunto. Así que, esa es una gran
ventaja para la gente que se suma a este proyecto, donde obviamente
la organización de un partido va teniendo niveles de decisión
que se van encolumnando. Se respeta mucho lo que sienten las bases
y en ese sentido tomamos decisiones.
¿Cuándo van a dar a conocer el resto de la
lista?
Estamos trabajando sobre estos temas, en algunos lugares ya están
cerrados los intendentes. Pero todavía hay algunas mesas de
consenso que requieren algunos diálogos más profundos
que estamos tratando de hacer. Estimo que en los próximos días
van a tener novedades, las listas ya completas. Soy partícipe
de muchas de las negociaciones, aunque no puedo estar en todas al
mismo tiempo, pero participo.
¿Cree en las encuestas?
Creo que son una lectura de la realidad en determinado momento y sirven
para formar una opinión, pero los argentinos somos muy volubles
por lo que las encuestas varían. Creo que son una fuente de
información importante, pero no vamos a dejar de trabajar en
ningún momento si las encuestas son favorables o no.
Si llega a ser vicegobernadora le va a tocar trabajar con
diputados. ¿Cómo se imagina al frente de la Legislatura?
Creo que no hay ninguna tarea sencilla, desde el ejecutivo ni del
legislativo ni del Poder Judicial. Hace falta basar sus principios,
tener fundamentos y trabajar por lograr consenso, sin claudicar.
La Legislatura tiene algunas ventajas que no tiene el sistema universitario.
El sistema universitario es demasiado anárquico, demasiado
compuesto de individualismo. Entonces, es como que uno tiene que acordar
con cada uno individualmente. Acordar suele ser difícil. Además,
no sólo se critica los fines sino también los detalles.
En política, uno acuerda pero sobre los marcos y después
hay un alineamiento partidario, que tiene que ver con las cartas orgánicas
de los partidos, con los principios fundamentales de los partidos,
que permite trabajar con grupos. Yo no digo que sean fáciles
los consensos, pero creo que Argentina necesita de estos consensos
para poder construir para adelante.
¿Tiene llegada en los barrios?
En la medida que he caminado en los barrios con Sapag hubo
una respuesta muy grande de las mujeres, que sienten que por primera
vez después de siglos de exclusión y de habiendo tenido
la potestad de los derechos cívicos en el siglo XX, creen que
en la Argentina hay mujeres que pueden ocupar cargos muy importantes
desde el sector político. Eso es visto como un reconocimiento
a la mujer, sea cual sea su origen. En el barrio, en la ciudad, en
los lugares de campo. En todos lados, esta posibilidad de que una
mujer acompañe al gobernador realmente es una forma de comunicación
muy fuerte que yo no había sentido hasta el momento.
Como mujer y profesional, en todos los cargos anteriores no he sentido
diferencia entre ser hombre o ser mujer. Pero en este caso se nota.
Con la posibilidad de boletas separadas se abrió un
nuevo panorama dentro de las internas, ¿cómo se tomó
esa decisión en la lista Azul?
Nosotros estamos seguros de que tenemos un liderazgo en esta
interna. Hubiéramos preferido otra situación, pero respetamos
las decisiones en el órgano de gobierno del partido y no tenemos
inconveniente en presentarnos y dar la batalla democrática
que corresponde.
¿Se ve como vicegobernadora?
Sí y el 27 de noviembre trabajaremos todos unidos. El MPN terminará
su etapa de internas.
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