Todos los días, desde las
8.30 y hasta pasada la medianoche, se podrá disfrutar de las
delicias en un lugar íntimo y familiar.
Cipolletti > La tradicional heladería
Piré volvió a apostar a lo grande para darle a sus clientes
una nueva opción a la hora de pasar un buen momento. Desde
el lunes, los cipoleños podrán disfrutar los clásicos
helados, el rico café y las deliciosas tortas que la firma
propone en cada una de sus sucursales de la región.
La esquina de Roca y 25 de Mayo de la ciudad de Cipolletti es el nuevo
escenario que Piré eligió para recibir a sus clientes
locales y brindarles la calidad y el servicio que caracteriza a la
firma.
A partir de las 21 de hoy, Piré quedará oficialmente
inaugurado con una reunión y será el lunes desde las
8.30 que sus puertas estarán abiertas al público en
general.
La tradicional casona que supo esconderse por años detrás
de la ligustrina sale a la luz con una nueva cara. Una ambientación
íntima y familiar, acompañada con la calidez de un buen
servicio, harán del nuevo Piré un lugar para visitar
y regresar.
Al igual que en los locales de Neuquén capital, la sucursal
de Cipolletti ofrecerá exquisiteces para acompañar al
café de la mañana y la tarde, sin olvidar los originales
gustos de helados que supieron mantener a Piré como la heladería
más prestigiosa de la región.
Novedades
Entre las nuevas propuestas que Piré pensó para la nueva
sucursal de Cipolletti, los crepes merecen un párrafo aparte.
La opción salada o dulce, a gusto del cliente, serán
las opciones a la hora del almuerzo o la cena.
La carta cuenta, además, con los clásicos tostados de
jamón y queso, tortas heladas y picadas especiales para disfrutar
las tardes de primavera.
Otra de las novedades del nuevo local de Cipolletti es la venta de
café en grano. La firma 5 Hispanos, que acompaña a todas
las heladerías Piré, aporta tres variedades de granos
que irán directamente desde la tolva hasta las alacenas.
Luis Mónaco es quien encabeza el proyecto junto a sus hermanas
y destacó, a horas de la inauguración, que este nuevo
emprendimiento tiene todo para convertirse en un clásico de
la región.
El nuevo Piré de Cipolletti se concibió, según
sus propios dueños, como el lugar donde los clientes puedan
disfrutar desde los desayunos hasta la cena, inmersos en una cálida
intimidad.
Los horarios de atención: todos los días de 8.30 hasta
pasada la medianoche.
Una heladería y su historia
Neuquén > Los helados son y serán
siempre el postre preferido de los chicos y los grandes, tomar un
helado es compartir un momento. Disfrutar de ese momento, es deleitarse
con la frescura y la dulzura de estos helados.
Las heladerías Piré, supieron siempre interpretar a
su gente brindándole los mejores servicios desde hace 19 años,
«La receta que heredamos se convirtió en nuestra filosofía
de vida y de trabajo. Con amor, esfuerzo y esperanza fuimos creciendo
y concretando nuestros sueños. En estos años, acompañamos
el crecimiento de Neuquén creando fuentes de trabajo y compartiendo
la tentación y dulzura que generan nuestros helados»,
comentaron los directivos de la Empresa.
Piré nació como una empresa familiar donde abuelos,
hijos y nietos aprendieron a trabajar con amor en la elaboración
de helados, confeccionados con lo más puro, buscando la excelencia
y calidad que cautivan cada día a los paladares de todas las
edades, desplegando la pasión hacia una cadena de locales cada
ves más extensa en toda la patagonia.
La empresa se encaminó en una búsqueda constante por
la innovación, los clientes han despertado la necesidad de
crear nuevos productos con la misma calidad y prestigio de siempre.
Por ese motivo, Piré trabajó con dedicación para
poder ofrecerles a su gente una amplia línea de chocolates
artesanales, tortas y una muy especial pastelería exclusiva.
También cuentan con una nueva línea de productos calientes
que van de unos deliciosos wafles hasta una cafetería exquisita.
El mes de octubre, fue testigo del reciente lanzamiento de una línea
de Packaging de Postres y Bombones.
Calidad
Sus hacedores, elaboran los helados con la idea de complacer los deseos
del consumidor: plenitud de sabor, variedad, originalidad y pureza
absoluta: máxima calidad, sin utilizar conservantes ni aditivos.
«Los consumidores de nuestros helados aman lo genuino de su
sabor, la originalidad y la exquisitez de sus texturas, la diversidad
de sus gustos y colores y sus características alimenticias.
Desde hace mucho tiempo los helados artesanales, por su evolución,
dejaron de ser golosinas o refrescos veraniegos, para ser un complemento
nutritivo en la dieta de niños y adultos en cualquier momento
del año», relataron directivos de la empresa.
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