Un descubrimiento muy importante
a nivel mundial y que en breve será publicado en prestigiosas
ediciones científicas de Europa.
Zapala > En la zona de Covunco Centro se produjo
el descubrimiento de misteriosas huellas que serán investigadas
por los paleontólogos para determinar si se trata o no de rastros
de dinosaurios u otros animales prehistóricos.
Esto es lo que presume un poblador que hace 5 años también
fue protagonista de un resonante hallazgo a nivel mundial: la colonia
conformada por un centenar de estrellas de mar en estado fósil
que, en breve, será publicada en prestigiosas ediciones científicas
de Europa.
Millones de años
Las supuestas icnitas, tal como se denomina a los rastros de dinosaurios
en el fascinante mundo de la Paleontología, tendrían
una antigüedad que oscila entre 115 y 120 millones de años,
según datos provisorios aportados por un especialista a Claudio
Vázquez, el feliz descubridor de dichas huellas en Covunco
Centro.
Los rastros en cuestión son numerosos. Se presentan como hundimientos
de plantares y sus medidas son variadas.
Las huellas más nítidas van de los 3 a los 10 centímetros
de diámetro. Y aparecen en una planicie pedregosa llena de
ondulaciones y agujeros muy superficiales.
El lugar pudo haber sido una suerte de picadero o comedero de supuestos
animales hace millones de años. Pero esto deberán determinarlo
los científicos.
Una playa
Las huellas descubiertas por Vázquez se encuentran sobre una
elevada superficie amesetada bastante erosionada por los vientos.
Quebrada, además, por los abruptos cambios de temperatura y
los grandes desniveles del terreno.
Se estima, también, que hace millones de años habría
sido un área muy fangosa o un enorme barreal. Quizá
una playa o costa marítima.
El área, de difícil acceso, está celosamente
preservada y custodiadas por la propia familia Vázquez para
evitar depredaciones. Es que se trata de una zona donde abundan las
conchillas fosilizadas, que se observan a simple vista.
Mesura
El propio Vázquez se encargó de guiar a periodistas
de La Mañana de Neuquén hasta el sector donde halló
las supuestas huellas de dinosaurio u otra especie animal. Aunque
corresponde recalcar, tal como enfatizó y reiteró el
mismo Vázquez, que la ciencia tendrá la última
palabra cuando culmine las respectivas investigaciones.
El lugareño reportó el hallazgo en el museo Juan Olsacher
de Zapala, dirigido por Sergio Cocca, quien a su vez informó
del caso ante Cultura de la provincia. Esta cartera es la encargada
de aplicar la Ley 2184 de Protección del Patrimonio Arqueológico
y Paleontológico.
Cocca también se desplazó hasta el lugar del hallazgo
con otros científicos, hace un par de meses. Y ayer precisó
que entre ellos estaba el reconocido paleontólogo Rodolfo Coria
y una experta en la materia proveniente del Portugal.
“Hay diversos patrones que deben ser evaluados con profundidad
científica para determinar si se trata o no de huellas de dinosaurios”,
apuntó Cocca tras remarcar que Coria es uno de los paleontólogos
que podrá opinar con mayor autoridad al respecto, dada su larga
y prestigiosa trayectoria científica.
Las estrellas
El hallazgo sería uno de los únicos cuatro registrados
en el mundo.
Las 97 estrellas de mar se encuentran entremezcladas con una enorme variedad
de especies más pequeñas del género.
Zapala > Claudio Vázquez es un lugareño
que hace cinco años compartió con su hija Noelia y su
hermana Gabriela el hallazgo de una comunidad de asteroideas
o estrellas de mar en la misma región de Covunco Centro donde
descubrió las supuestas huellas de dinosaurio.
Las estrellas de mar fosilizadas, que se aproximan al centenar, fueron
halladas por los Vázquez en la Semana Santa de 2000. Y
se encuentran armoniosamente agrupadas en una suerte de montículo
sedimentario que tendría una antigüedad de 120 millones
de años.
El hallazgo, que fue todo un acontecimiento para el fascinante
mundo de la paleontología, fue reflejado por este diario en
su edición del 14 de mayo de 2000.
Al respecto, el director del museo Juan Olsacher, Sergio Cocca, recordó que
las 97 estrellas de mar se encuentran entremezcladas con una enorme variedad
de especies más pequeñas del género de los equinodermos,
como son los erizos de mar, vermes (gusanos) y otros ejemplares marinos
no menos atractivos para la ciencia.
Cocca destacó, además, que dichas asteroideas pertenecen
a la Formación Geológica Agrio del Período Cretácico
Inferior y que sería el cuarto hallazgo en su tipo a nivel
mundial.
Continuó expresando que el descubrimiento pronto será
publicado en dos revistas científicas de Alemania.
Los nombres de las ediciones alemanas serán dados a conocer
en breve. En ellas serán consignados los tres protagonistas
del hallazgo y los científicos argentinos y extranjeros que
participaron de la respectiva investigación.
Se supo, además, que los estudios continuarán en
el terreno donde se encuentra las 97 asteroideas, convenientemente
protegidas.
Cuatro en el mundo
La comunidad de equinodermos fósiles de Covunco Centro sería uno
de los cuatro registrados en el planeta.
Así lo confirmó ayer el propio Cocca, luego de
señalar que un fragmento del bloque sedimentario donde resaltan las
estrellas de mar se encuentra en el museo de Zapala.
El investigador ya había señalado hace 5 años
que en América «tenemos muestras de asteroideas del (periodo)
Titoniano, pero son ejemplares que aparecieron en forma aislada o
individual, nunca en comunidad como sucedió en Covunco Centro.
Y esto le dio trascendencia internacional en el mundo de la paleontología»,
afirmó Cocca.
Una especie atractiva
Zapala > La colonia de estrellas fosilizadas de Covunco
Centro pertenece a las especies crosasteria, ofiura y asterea, y están
depositadas a flor de sedimento. Allí donde hace millones de
años se bamboleaban los errantes mares del planeta aún
indefinido.
Esos equinodermos de la clase asteroidea, estéticamente tan
atractivos, son los que continúan arrastrándose en la
actualidad sobre las rocas, conchas, arenas y lodos que existen
en las profundidades de los océanos. Tal como sucedía,
también, hace 500 millones de años.
“Era cuando comenzaba a vislumbrarse la morfología de
las estrellas de mar y de las otras especies de su género”,
explicó al respecto el director del museo Olsacher, Sergio
Cocca, a poco de producirse dicho hallazgo hace 5 años.
Pisadas fantasmas
Se los denomina «pisadas fantasmas» hasta que la ciencia
no dé el veredicto final sobre lo que se encontró.
Zapala > Los expertos también denominan
“pisadas fantasmas” a los hallazgos paleontológicos
de rastros que esperan una definición de la ciencia. Y el descubrimiento
de Covunco Centro será uno de esos casos mientras los
investigadores no entreguen su firme veredicto al respecto.
Es que los científicos no se conforman con meras evidencias
o vestigios y son remisos a emitir opiniones abiertamente si no cuentan
con todos los elementos o pautas de probada rigurosidad científica,
pues éstas serán, en definitiva, las que robustecerán
o pulverizarán lo que en primera instancia sólo deber
ser tomado como una presunción.
Por ello el director del museo Olsacher, Sergio Cocca, se negó
ayer a realizar mayores comentarios sobre las supuestas icnitas de
Covunco Centro. Y no lo hará hasta no conocer los resultados
de una profunda investigación sobre el caso, que aún
no ha comenzado.
Así, Cocca terminó recalcando que meses atrás
sólo existió una primera evaluación en el terreno
de los paleontólogos.
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