Durante el mes que duró
la Copa del Mundo, ingresaron al país sede dos millones y medio
de turistas, quienes gastaron un promedio de mil dólares.
Neuquén> Se fue otra Copa del Mundo de
fútbol, la reunión deportiva, y sin dudas el evento
a nivel mundial que reúne la mayor cantidad de gente en un
sólo país, y los números que dejó la contienda
ganada por Italia, dejan la boca abierta a cualquiera.
Aunque suene raro, el negocio del fútbol es la 17ª economía
del mundo con un volumen de negocios estimado en 500.000 millones
de dólares anuales y con 240 millones de jugadores pertenecientes
1,5 millones de equipos afiliados en forma directa o indirecta a la
Fifa.
El fútbol, este bendito deporte que nos hace sentir cosas que
nada ni nadie lo puede lograr, amor, odio, histerias en masas, mueve
millones y millones de dólares, pesos, euros, la moneda que
sea.
Mucha plata
Si se hace un análisis macroeconómico, se desprende
que sólo 25 países producen anualmente un PBI mayor
que la industria del fútbol en su conjunto (Inglaterra, España,
Alemania, Italia, etc.).
Y el Mundial de Alemania, sin dudas fue todo un éxito si uno
se refiere al tema económico. Ya sabemos que en lo futbolístico
dejó muchas deudas, pero es harina de otro costal.
Más allá de todo análisis deportivo, este evento
concentra la atención del mundo entero y describe a la perfección
lo que representa en términos de economía la industria
del fútbol.
3 millones fueron los asistentes a los estadios,
de los cuales casi la mitad fueron extranjeros (europeos en su mayoría).
2,5 millones de turistas visitaron Alemania. Estos
turistas gastaron un mínimo de 1.000 dólares durante
su estadía.
2.500 millones de dólares ingresaron a la
economía alemana gracias a la Copa del Mundo.
500 millones de dólares pagaron los 15 patrocinadores.
1.700 millones de dólares se calcula que
fue la recaudación de la Fifa por derechos de televisión.
750 mil dólares recibió cada uno de
los 32 equipos por participar de la competencia.
19 millones de dólares fue el dinero que
ganó el campeón, Italia.
En Argentina
Indudablemente el fútbol es el deporte más popular de
la Argentina que ha dejado de ser un asunto sólo de hombres
y despierta el interés de toda la familia. En los medios de
comunicación ha ido ganando un espacio también creciente.
Los diarios dedican gran parte de su contenido al fútbol. Hay
programas radiales dirigidos exclusivamente a los seguidores de este
deporte y los partidos de fútbol televisados registran los
mayores índices de audiencia.
En este contexto crecen en forma permanente el número y volumen
de negocios e inversiones vinculados con la actividad futbolística.
Se ha registrado un importante incremento de la venta de la indumentaria
oficial de los equipos y de otros artículos que identifican
a los seguidores de los distintos clubes. En la actualidad, el merchandising
mueve millones de dólares por año y representa un alto
porcentaje del mercado deportivo.
Para comparar la dimensión del fútbol entre Argentina
con algunas de las principales potencias como Inglaterra, España
e Italia, es necesario tener en cuenta algunas consideraciones: las
diferencias sociales y macroeconómicas son muy marcadas entre
estos países y la Argentina.
Los clubes europeos poseen una mejor distribución geográfica,
mientras que en la Argentina existe una fuerte concentración
en Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
Los clubes de Europa poseen una mejor distribución del ingreso
con un alto desarrollo en sus estrategias de comercialización
de derechos de TV y sponsorización.
La concurrencia promedio por partido en Inglaterra es de 33.900 espectadores
frente a los 27.800 que se alcanza en España, y los 9.600 en
la Argentina.
Las diferencias de hábitos de consumo (lógicas si se
comparan los ingresos per cápita) y las crisis económicas
llevaron a que los resultados de los ingresos genéricamente
denominados «comerciales» (sponsoreo y merchandising),
pilares del crecimiento del negocio en Europa, fueran decididamente
pobres en nuestro país.
Es por ello que se hace necesario entender el mercado global para
comprender que esta parte del mundo tiene como ventaja comparativa
la enorme capacidad de generación del talento (jóvenes
figuras) que terminará sustentando el gran espectáculo
que se lleva a cabo del otro lado del Atlántico.
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