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Con motivo de la fecha, la UNCo
y la Municipalidad de Neuquén firmarán mañana
un convenio orientado a la prevención y contención de
adicciones.
Neuquén > El uso de las drogas estuvieron
presentes desde el primer instante en el que el hombre comenzó
a caminar por la faz de la tierra. Según las épocas,
variaban los objetivos de su uso y, en ocasiones, su utilización
estaba justificada en las prácticas medicinales o en la adoración
de algún dios benévolo.
Con el tiempo el abuso pasó a ser una costumbre y no faltó
mucho para sean consideradas un auténtico flagelo.
La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas
decidió establecer el día 26 de junio de 1987 de cada
año como el Día Internacional de la Lucha contra el
uso indebido y el tráfico ilícito de drogas.
La decisión tuvo su sustento en las recomendaciones a las que
se llegaron en la Conferencia Internacional sobre el Uso Indebido
y el Tráfico Ilícito de Drogas cuya fecha de celebración
fue la elegida para el día internacional.
Este acto cobró su verdadero significado el 23 de febrero de
1990, con la aprobación del Programa Mundial de Acción
contra las Drogas Ilícitas.
Se busca desarrollar estrategias pedagógicas específicas
para cada realidad, pero que logren difundir los efectos nocivos del
consumo de estupefacientes; desarrollar políticas preventivas
a través de la información veraz y de simple acceso
al tema y de fortalecer valores a través de la defensa de la
familia como núcleo básico de la sociedad.
La fecha tiene como objetivo principal la creación de una sociedad
libre de las drogas. Una tarea difícil, puesto que la adicción
es un tema tan antiguo como la historia misma.
Adicción
El uso de drogas a lo largo de la historia no es ninguna novedad ni
un hecho que haya rescatado un estudioso del manto del olvido hace
poco tiempo. Diversos estudios arqueológicos y testimonios
que sobrevivieron al paso de los años, dan cuenta de prácticas
de esta índole en antiguas civilizaciones.
En Grecia, era costumbre la realización de ceremonias religiosas
donde el vino era el elixir preferido para honrar, con gran alegría,
al dios Dionisio. Estas reuniones eran conocidas como las Symposia
y en ellas, siempre tenían lugar las discusiones filosóficas
y los debates políticos. El Imperio romano, en plena necesidad
de una cultura, incorporó a esta práctica bajo el nombre
de “Baco”.
En Asia existió una secta denominada “hashishins”
que utilizaban el cannabis para experimentar las recompensas de la
otra vida, debido sus propiedades alucinógenas. Este grupo
fue el gran enemigo del Imperio Británico durante la colonización
de esta región.
Respecto a la coca, en la civilización Inca ocupaba un importante
lugar, ya que creían que era un regalo del rey Sol a las clases
altas de la sociedad.
Las hojas de esta planta recién cayeron a las manos del pueblo
con la llegada de los españoles. Los conquistadores se las
suministraban en dosis y los amenazaban con quitárselas, en
pleno proceso de esclavización y, en corto plazo, de fomentación
de una adicción.
Algunas de las tribus de la estepa siberiana, consumían el
hongo Amanita Muscaria, que poseía efectos alucinógenos.
La planta era secada al sol y eran consumidos solos, con leche de
reno y otras hierbas para endulzar el sabor. Las consecuencias de
esta droga seguían activos una vez liberados del cuerpo del
hombre.
La Edad Media fue la que inició un gran quiebre. Ya en pleno
apogeo de la medicina como ciencia, diversas plantas eran mezcladas
para crear remedios y ungüentos para enfermedades de diferente
gravedad.
El modernismo se apropió de las prácticas propias del
folklore de los pueblos del mundo. Lo que antes era costumbre, ahora
era una cuestión de moral. Los medicamentos se transformaban
en autenticas “drogas” sólo si se abusaba de ellas,
y quien lo hacía, si no lo ocultaba, era considerado como una
“lacra social”.
Está claro, entonces que durante siglos y siglos se han utilizado
diversas drogas como la cocaína y el opio, como analgésicos
y anestésicos, cumpliendo por tanto fines medicinales. Pero,
¿qué ocurre cuando el negocio se hace presente y el
dinero se transforma en ley?. En pocas palabras, se empieza a hablar
del trafico de drogas y narcóticos.
Quien los suministra, lo hace desde una posición de poder que
se aprovecha de las adicciones de las personas. Y, mal que pese a
algunos, se mueven millones de dólares por año.
Tráfico
El negocio de las drogas, más conocido como el narcotráfico,
se corporizó en la sociedad a mediados del siglo XX. Fue una
forma de darle una identidad a un mercado que, hasta el momento, había
permanecido oculto en las sombras. Todos sabían que existía,
pero nadie, salvo unos pocos, tenía la valentía de decirlo.
El narcotráfico comenzó a ser contemplado con preocupación
por los gobiernos tras la Segunda Guerra Mundial. En la flamante Organización
de las Naciones Unidas (ONU) se inició el estudio de las medidas
legislativas, políticas y policiales que podían ser
adoptadas. Pero pasarían, cuarenta años para que esta
postura fuera tenida realmente en cuenta.
Con el tiempo, muchos traficantes individuales y organizaciones ilegales
han conseguido acumular cuantiosas cantidades de dinero y medios materiales,
que les ha permitido constituirse en verdaderos centros de poder.
Por ejemplo, Pablo Escobar fue considerado como el último gran
narcotraficante del mundo y, en especial, de Colombia. Líder
del Cartel de Medellín – una red de tráfico de
cocaína – fue abatido durante un enfrentamiento con las
fuerzas policiales que buscaban desintegrar toda su red de tráfico
de cocaína.
Lucha
El auge del consumo de drogas iniciado a partir de los años
de setenta trajo como consecuencia, en apenas una década, un
incremento de la conflictividad social que se manifestó de
múltiples formas: delincuencia asociada, marginalidad y discriminación,
propagación del SIDA y otras enfermedades, carencias asistenciales
o propagación de la droga en las cárceles, etc. Para
hacer frente a ese problema surgieron multitud de iniciativas ciudadanas
desde los más diversos ámbitos geográficos y
de actividad, que fueron configurando una tupida red asociativa que
pronto se convirtió en una alternativa a las entidades asistenciales
de carácter público.
Paulatinamente, las asociaciones no gubernamentales se han agrupado
en entidades de coordinación que les permiten optimizar sus
recursos, uniformizar los programas y pautas de actuación y
mantener una relación más fluida con la administración.
Estas agrupaciones tienen su correlato a nivel internacional en organizaciones
como la DEA (Administración de Drogas y Narcóticos)
y la INTERPOL, colaboran con los gobiernos de los países para
desbaratar las redes de los narcotraficantes en el mundo y capturar,
por ende, a sus cabecillas. El tema, en realidad, encuentra su raíz
en la sociedad. No bastan todos los operativos para que la cuestión
de fondo sea erradicada. Es decir, la adicción a las drogas.
Y aquí es donde entra en juego el Programa implementado por
la ONU en 1990.
Las adicciones en la región
Neuquén
>El Día Internacional de la Lucha contra el Uso
Indebido de las Drogas y el Narcotráfico tendrá su correlato
en la región con la firma de un convenio entre la Municipalidad
de Neuquén y el Servicio de Prevención y Atención
de Adicciones de la Universidad Nacional del Comahue. En este texto,
que será firmado mañana a las 9 en el segundo piso del
palacio municipal, ambas partes se comprometen a llevar adelante prácticas
orientadas a la prevención y contención de adicciones.
También se conformará una red entre todas las organizaciones
no gubernamentales que tengan como finalidad la contención
y tratamiento de las personas que abusan o abusaron de algún
tipo de sustancia.
Según los especialistas involucrados en el proyecto, es de
necesaria urgencia “la implementación de medidas en el
campo laboral, social, sanitario, y educativo, que permitan sumar
y comprometer a la mayoría de voluntades para luchar contra
las drogas”. La tarea incluirá a quienes lograron recuperarse,
ya que sus aportes son de vital importancia para que la tarea sea
de una mayor efectividad
Antecedentes
El Servicio de Prevención y Atención de Adicciones de
la (UNCo) realizó durante el año pasado una serie de
charlas temáticas en las que se discutieron los distintos tipos,
valga la redundancia, de adicciones. En estas actividades, que muchas
veces cobraron el carácter sesiones terapéuticas, se
analizaron las consecuencias de las drogas desde el punto de vista
médico y de la salud como enfermedad.
Las conclusiones sorprendieron a más de uno. Por ejemplo, se
destacó que en los últimos años crecieron los
casos de adiciones y delincuencia, principalmente entre los más
jóvenes. De esta manera, se confirmaría que esta problemática
está relacionada con la desocupación, la marginalidad,
y la delincuencia. Según una propia estadística, el
13% de los jóvenes neuquinos, entre los 11 y 23 años,
son adictos.
Los modos de abordar este flagelo formaron parte de los debates. En
primera instancia, el abordaje adecuado debería iniciarse en
la cuestión social, y a partir de allí, recién
distinguir las responsabilidades individuales.
La Ley Nacional 23.737 /89 sobre tenencia, suministro y tráfico
de estupefacientes fue también analizada. De hecho, se criticó
que en la norma se vea el consumo como delito y no como enfermedad
social. De esta manera, la comercialización queda relegada
aun segundo plano. Por lo que la cuestión de fondo, prácticamente,
es ignorada.
El último narcotraficante
Proveniente
de una familia de escasos recursos de Medellín, este colombiano
se hizo famoso por el tráfico ilegal de drogas.
Neuquén > El nombre de Pablo Escobar todavía
resuena en la cabeza del pueblo colombiano. Considerado por uno como
un criminal y por otros como un “Robin Hood” de la modernidad,
Pablo Escobar murió abatido por las balas, defendiendo lo que
consideradaza suyo: la venta de las drogas.
Proveniente de una familia de bajos recursos, comenzó su vida
criminal robando autos en las calles de Medellín. Logró
convertirse en uno de los contactos en la cadena de de tráfico
de marihuana hacia los Estados Unidos.
Al poco tiempo, era tal la fortuna acumulada que se vio obligado a
invertir el dinero en obras benéficas para familias carenciadas
y la construcción de un barrio entero, al que se llamó
“Medellín sin tugurios”.
La década de lo ochenta los encontró sumergido en el
mundo de la política. Junto a los hermanos Carlos y Fidel Castaño,
fundó el MAS, el primer grupo paramilitar de Colombia. La formación
era una respuesta a los ataques que ejercía el gobierno a su
red de narcotráfico.
El apoyo de la clase política fue conseguido a través
del miedo con su ley “plata o plomo”. Bajo esta “norma”,
muchos miembros del gobierno, policía y militares colombianos
o aceptaban la plata o les caía una lluvia de plomo. De esta
manera, fue invitado a participar del partido Alternativa Liberal,
del que es expulsado en 1983 tras el intento de asesinato del ministro
de justicia Rodrigo Lara Bonillo.
Aquí se inicia su etapa más violenta. Hizo estrellar
a un avión comercial en pleno vuelo, ordenó la muerte
de candidatos presidenciales para los comicios de 1989 y dinamitó
el edificio de la policía secreta colombiana.
En 1991 y durante el gobierno de Cesar Gaviria Trujillo, se entregó,
en forma voluntaria, con la condición de no ser extraditado.
La reclusión en la cárcel conocida como “La Catedral”
duró poco. Al año, se dio a la fuga, al enterarse de
que iba ser trasladado.
El gobierno colombiano conformó un grupo especial llamado el
Bloque de Búsqueda con el único objetivo de capturarlo.
Con el soporte logístico de Estados Unidos, empezaron a desarticular
su red de sicarios y a dar de baja a sus principales lugartenientes.
Finalmente, el 2 de diciembre de 1993 fue muerto en un operativo desatado
tras la intercepción de una llamada de Escobar a su familia.
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