Dejaron de funcionar las cámaras
de frío y las papas se arruinaron. El perjuicio económico
es enorme.
Gran parte de la población de Aconquija (Andalgalá),
compuesta por unos 4.000 habitantes, se mantiene con ingresos provenientes
de dos fuentes excluyentes: el cultivo de papa y el turismo regional.
En ese marco, la falta de suministro eléctrico genera un trastorno
importante en la economía, tanto que un daño producido
en dos motores de Edecat, responsable de distribuir la energía
eléctrica, además de dejar a toda una población
sin luz, incidió la semana pasada para que varios productores
sufrieran terribles perjuicios.
Ocurrió que perdieron un número considerable de papa
de semilla, porque “varias cámara paperas se vieron afectadas”.
“La papa de semilla, como cualquier otro fruto vegetal, tira
raíces y lo que justamente hace el frío es impedir que
broten, para poder luego comercializarlas en el mercado”, precisó
un productor que evitó dar su nombre para no sumarse a la polémica
generada por la “sugerencia” de que la localidad se una
a la jurisdicción tucumana (ver aparte).
Este reclamo por los problemas energéticos es de larga data,
pero hasta el momento no tuvieron solución definitiva: para
ello sería necesaria la vinculación de la localidad
al Sistema Interconectado Nacional.
Según dijeron, con la llegada de las temperaturas altas volvieron
los inconvenientes y sufrieron cortes de entre 2 y 4 horas.
“Para nosotros éste es un tiempo suficiente para perder
la cadena de frío. Si bien se instalaron generadores, los costos
de producción aumentaron y no puede ser que todo lo deba solventar
el usuario”, dijo el productor, al tiempo que se mostró
incrédulo sobre la próxima terminación de la
estación de rebaje, que había prometido el ministro
de Obras y Servicios Públicos, Juan Acuña, cuando visitó
la localidad junto al gobernador Eduardo Brizuela del Moral.
En relación con la magnitud de las pérdidas, indicó
que “aún no hemos realizado el conteo total, pero basta
con hacer el siguiente cálculo como para dimensionar el efecto
negativo: en toda la extensión del Campo Pucará, más
de 1.000 hectáreas se destinan al cultivo de papas, y ésta
es la segunda fuente de ingreso que tiene la población, lo
que da cuenta de la importancia que tiene, pero no así para
el gobierno, que jamás invirtió ni un peso en el desarrollo
de la zona, ni menos para dar una solución de fondo al problema
de energía y de suministro de agua; nuestros dos grandes obstáculos”,
aseguró.
Al respecto, el comisario Tulio Nieva mencionó que de los 1.900
habitantes estables, el 40% de los pobladores reparte su ocupación
en el trabajo en la Municipalidad, en la planta de Edecat y fundamentalmente
en la cosecha de la papa. “Un trabajador rural debe ocuparse
de sol a sombra para poder vivir de la cosecha, por ejemplo, para
que un campesino gane $50 diarios debe permanecer dieciséis
horas en el campo”, mencionó Nieva.
Asimismo, afirmó que “en la actualidad más o menos
se puede resistir la falta de energía, pero en el verano la
población llega a más de seis mil veraneantes, entonces
es imposible y el servicio se colapsa”.
Por otro lado, es importante destacar que más del 90% de los
productores paperos pertenecen a la provincia de Tucumán. “Ése
es otro problema, nosotros entendemos que sin inversión no
hay trabajo, pero tampoco es justo que nos quedemos sin nada. No tenemos
luz, agua, rutas en buenas condiciones, alumbrado público,
trabajo redituable ni tampoco tierras, porque la mayoría de
los campos pertenecen a empresarios o gente de Concepción y
de otros lugares de Tucumán. Y a nosotros no nos queda nada,
se llevan nuestras riquezas y no dejan ni una migaja”, describió
desesperanzado un campesino de la zona. (Fuente diario «El Ancasti»).
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