Se advierte que el sistema tendrá
graves problemas dentro de dos años, si la economía mantiene
su crecimiento y no se incorporan más centrales. Neuquén
> Si bien el Gobierno Nacional ha desmentido sistemáticamente
que la Argentina se encuentre inmersa en una crisis estructural, desde
diversos sectores se ha manifestado lo contrario, y se ha advertido
sobre el posible colapso del sistema dentro de dos años, si
la economía mantiene su crecimiento y no se incorporan más
centrales.
El Instituto Argentino de la Energía General Mosconi (IAE)
desde hace varios años viene llamando la atención acerca
de los riesgos que conlleva la situación energética
nacional.
En un informe presentado días atrás, el IAE señala
que durante este año, los indicadores del funcionamiento sectorial
se han ido agravando, y que el desequilibrio entre oferta y demanda
es notorio.
El Instituto asegura que los problemas para hacer frente a la demanda
eléctrica serán en 2007 y 2008 cada vez más complejos,
lo que implica un mayor riesgo de cortes que en situaciones de funcionamiento
normal.
Vinculado a ello, menciona que el fuerte crecimiento económico
que registra el país desde hace 50 meses genera un sostenido
incremento de la demanda de productos y servicios energéticos.
Según el IAE, los precios y tarifas energéticos presentan
un significativo retraso en el mercado interno con respecto a sus
costos económicos y con relación a los precios vigentes
en el
Mercosur para productos similares.
“La situación del sector eléctrico es altamente
incierta; la demanda crece en forma sostenida pero no se incrementó
la oferta de nueva generación”, asegura el informe.
Y advierte que el Sistema Interconectado Nacional opera al límite
de su capacidad disponible, por lo cual el sector industrial tendrá
contratos “interrumpibles” y deberá proveerse su
demanda adicional por sobre los niveles de 2005.
Factores de riesgo
En este contexto, según el IAE aparecen varios factores de
riesgo para el desarrollo futuro del sector. Y menciona que uno de
ellos es el riesgo financiero, ya que los proyectos nuevos hacen un
uso creciente de fondos públicos, lo que hará a la inversión
energética fuertemente dependiente del erario público,
y por lo tanto, sustentada en los superávit fiscal y externo.
En cuanto a los riesgos técnicos, advierte que el crecimiento
de demanda sin expansión de oferta llevará inexorablemente
a la pérdida de calidad del servicio, a los cortes parciales
y al aumento del costo.
También se encuentran los riesgos institucionales y regulatorios,
de los que el IAE destaca la fuerte concentración de decisiones
en el Ministerio de Planificación, a expensas de un serio debilitamiento
de la Secretaría de Energía y de los entes reguladores.
Y describe que existen cambios regulatorios permanentes y mecanismos
alternativos para lanzar obras de ampliación y adquirir combustibles
(leyes, fondos fiduciarios, subsidios, cargos específicos),
con perjuicio en muchos casos para los usuarios.
Además, menciona que la alta incertidumbre sobre reglas de
juego sectoriales que generan un clima negativo para la inversión
privada.
Otro de los riesgos destacados por el IAE es el contractual: “al
no haber concluido en plazos razonables las renegociaciones de los
contratos de concesión (gas y electricidad), dispuestas por
la Ley de Emergencia Pública (2002) se extienden innecesariamente
las situaciones de conflicto y aparecen problemas no previstos en
los contratos”.
“Podemos afirmar que nos encontramos ante un sector energético
que enfrenta dificultades crecientes para abastecer la demanda; el
modelo de los ´90 ha caído en desuso, pero al no haber
sido reemplazado por un nuevo sistema de organización coherente
se produce una transición que genera gran incertidumbre hacia
el futuro”, señala el informe del IAE.
Y agrega que “este panorama nos impone a todos perseverar en
los esfuerzos tendientes a evitar que la energía se convierta
en un limitante del crecimiento económico y del desarrollo
sostenido”.
También menciona que no es esperable que en el actual contexto
económico e institucional exista una corriente inversora para
construir nuevas centrales eléctricas.
“Una visión realista indica que las centrales de Atucha
II y Yacyretá, anunciadas por el gobierno, no estarán
terminadas antes de 2010 y, por lo tanto, no contribuirán a
resolver el problema inmediato”, añade.
Nuevo modelo
En su informe, el IAE propone que es “necesario plantear un
nuevo modelo de organización del sector energético argentino,
que permita resolver los grandes problemas detectados y hacer frente
a los desafíos planteados”.
“Los datos oficiales sobre las reservas de hidrocarburos gasíferos
con que cuenta la Argentina nos indican claramente que hoy el desarrollo
energético en base a la penetración continua del gas
natural ya no es sustentable. Es necesario implementar reformas profundas
para lograr un abastecimiento energético diversificado”,
asegura la institución.
Además, indica que el paradigma energético de la Argentina
de los ´80 y ´90 cambió: de un concepto de abundancia
relativa del recurso gas natural a precios bajos, se debe pasar a
un recurso escaso con precios crecientes en un plazo previsible, lo
que implica afrontar cambios culturales en la forma de planificar
la energía hacia el futuro.
“La inversión en el sector energético está
en crisis; la inversión no fluye naturalmente y en forma anticipada
para satisfacer una demanda energética que crece al ritmo de
una economía en expansión”, describe el documento
del IAE.
Y sugiere que se debe reestablecer el flujo de inversión -privada
y pública- en el sector energía y su repago por un sistema
coherente y eficiente de precios y tarifas, lo cual constituye el
mayor desafío no resuelto por la actual administración.
Escasez de reservas petroleras
En Argentina no se han descubierto yacimientos de petróleo
importantes desde hace 15 años y la exploración es hoy
menor que hace 20 años.
Neuquén > La tendencia declinante de la
producción de petróleo en el país que se observa
desde 1998 se mantendrá por lo menos por el próximo
quinquenio, advierte el Instituto Argentino de la Energía General
Mosconi (IAE), en un documento publicado días atrás.
Además, destaca que en Argentina no se han descubierto yacimientos
importantes desde hace 15 años y la exploración es hoy
menor que hace 20 años.
A esa situación se suma el aumento del consumo interno de productos
refinados y la reducción de los saldos exportables de crudo
y derivados.
Todo ello repercute significativamente en el panorama eléctrico,
ya que el 54,5 por ciento de la potencia instalada depende de centrales
térmicas alimentadas por hidrocarburos.
Destilerías, al máximo
El informe menciona que las destilerías operan al máximo
de su capacidad instalada y no pueden abastecer la demanda interna,
a pesar de ser Argentina un exportador de crudo. Y señala que
existe un déficit creciente en el abastecimiento interno de
gasoil.
Además, pronostica que se mantendrá la tendencia de
incremento de la demanda de productos petroleros refinados en el mercado
interno (gasoil y naftas).
“Los saldos exportables disminuirán hasta anularse y
-de no revertirse la tendencia- hacia el año 2010 es altamente
probable que nuestro país comience a importar (nuevamente)
petróleo crudo”, indica el IAE.
Y agrega que “continuará la tendencia creciente a importar
derivados del petróleo (fuel oil y gasoil)”. Las reservas
comprobadas de petróleo retrocedieron entre 2004 y 2005 un
11,4%, y el horizonte de reservas es de 8,2 años.
Propuestas para superar la crisis
El IAE propone una serie de medidas urgentes y a largo plazo
para reestructurar el sector energético.
Neuquén> El Instituto Argentino de la
Energía General Mosconi (IAE) indica que debido a la crisis
que atraviesa el sector energético, y que “considerando
el crecimiento de la demanda tenderá a agravarse con el paso
del tiempo”, se debe adoptar un conjunto de medidas a corto
y a largo plazo.
La propuesta del IAE se compone de acciones “urgentes”,
por un lado y “de fondo”, por otro.
En el primer grupo (a implementar antes de los próximos 60
días) señala la construcción de 2 centrales térmicas
de 1.600 MW con una eficaz gestión y seguimiento que permita
cumplir en precio y plazos con su entrada en operación durante
2008.
Con respecto a los hidrocarburos, el IAE ve positiva la instrumentación
y firma de contratos de importación a largo plazo de gas con
Bolivia.
Aunque señala que “aún resta acordar en forma
precisa con Bolivia algunos temas de gran importancia: precio del
gas natural a lo largo de los próximos 20 años; fórmulas
de reajuste de dicho precio; cronograma de ampliación de los
volúmenes diarios y anuales de gas”. También destaca
que se debe realizar la construcción del gasoducto Gnea.
Y advierte que en lo inmediato debe contarse con un plan de mediano
plazo (2007-2012) que cuantifique en forma clara y precisa la inversión
mínima necesaria en cada sector por año en: centrales
eléctricas; grandes líneas de transmisión; perforación
de pozos petroleros; oleoductos y gasoductos; ampliación de
refinerías.
El IAE también propone como aplicar en forma inmediata con
alcance nacional un “Programa de Uso Racional de la Energía”,
orientado a atenuar los picos de demanda estacionales que se hayan
previsto para los próximos meses, así como para los
años 2007 y 2008.
Y señala que se debe concluir inmediatamente la renegociación
de los contratos de concesión de los servicios públicos
de transporte y distribución de gas natural y energía
eléctrica; y encarar una recomposición gradual de los
precios y tarifas de energía.
Medidas de fondo
El Instituto General Mosconi, plantea también medidas de fondo
que consisten en reestructurar el Estado para ejercer roles indelegables;
reorganizar los sectores de hidrocarburos y de energía eléctrica;
renegociar los contratos de concesión de los servicios públicos
energéticos, particularmente los relativos a transporte y distribución
de gas natural y energía eléctrica; y adecuar tarifas
y precios energéticos, transparentar subsidios; y clarificar
el financiamiento.
Y señala que el largo plazo presenta problemas que deben ser
resueltos en un marco conceptual muy distinto del que rigió
en los 90 (mercado sin Estado) y también muy distinto del que
rige actualmente (con Estado pero improvisado y confuso y sin mercado).
El IAE indica que es necesario “reconquistar para la producción
nacional el mercado interno de energía. Hoy el autoabastecimiento
energético aparece seriamente comprometido tanto en petróleo
como en gas”.
Según el Instituto, Argentina enfrenta el cambio del paradigma
energético utilizado en los ´80 y ´90 basado en
la utilización intensiva de gas natural de bajo precio como
columna vertebral del sistema energético.
“La situación actual dominada por la escasez gasífera
y el ingreso masivo del gas natural importado impone diseñar
en el largo plazo una matriz energética diversificada que debe
surgir de una combinación de la utilización de las fuentes
energéticas de que Argentina dispone, combinadas con los intercambios
con el sector externo (importaciones y exportaciones) que resulten
convenientes”, asegura.
Por eso propone que el sector energético cuente con un mayor
aporte hidroeléctrico; más utilización de energía
nuclear y eólica; el impulso a los biocombustibles
“Argentina debe hacer un esfuerzo considerable para atraer inversiones
de riesgo para la exploración de áreas que permitan
incrementar el suministro de gas natural nacional”, considera
el IAE.
Debilidad estructural
Las reservas de gas natural bajaron de aproximadamente 30
años a fines de los años ‘80 a menos de 10 en
la actualidad.
Neuquén > Según el informe publicado
días atrás por el Instituto Argentino de la Energía
General Mosconi (IAE), la situación en materia gasífera
muestra una clara debilidad estructural de todo el sistema energético
argentino, que no será fácil superar.
El documento indica que las reservas de gas natural bajaron de aproximadamente
30 años a fines de los años ‘80 a menos de 10
en la actualidad (en el sector se estima de que se encuentran en los
8,6 años). Además, las reservas de gas comprobadas retrocedieron
entre 2004 y 2005, un 19 por ciento.
El IAE comenta que la actividad exploratoria en áreas nuevas
o no exploradas es prácticamente nula.
Ante la baja de las reservas de gas, el Instituto señala que
el país enfrenta el cambio del paradigma energético
utilizado en los ´80 y ´90 basado en la utilización
intensiva de gas natural de bajo precio como columna vertebral del
sistema energético.
Por eso, propone que el país debe apostar a diversificar la
matriz mediante el impulso de la energía nuclear y eólica,
y de la hidroelectricidad, para evitar la dependencia actual del gas
en la generación de electricidad.
Límites
“La limitación de la oferta de gas natural, cuya producción
doméstica se halla estancada desde 2004, obliga a limitar suministro
al mercado interno y a los contratos de exportación”,
describe el informe.
Agrega que desde 2004 Argentina necesita cantidades crecientes de
gas natural importado y que el país agudizará en los
próximos años sus problemas de abastecimiento de gas
natural, tanto por el incremento de la demanda interna como por la
indefinición boliviana. Concluye que ello agudizará
el abastecimiento a Chile y al mercado interno.
“Esto se traducirá a su vez en mayores importaciones
de fuel oil y gasoil para el abastecimiento de centrales eléctricas
y la industria”, señala el IAE.
Tecnicatura
Neuquén > El Instituto Tecnológico
de la Patagonia (ITP) informó que se encuentra abierta la inscripción
para la Tecnicatura Superior en Petróleo, que tiene una duración
de tres años.
La Tecnicatura consta de un Curso Introductorio que comenzará
al 16 de febrero de 2007, y culminará con un examen de ingreso.
Una vez aprobada esa instancia, se accede a cursar el Ciclo Básico
de un año de duración para luego continuar el Ciclo
Superior, de dos años. Para poder ingresar a la Tecnicatura
es necesario contar con los estudios secundarios completos.
Las clases se desarrollarán en Santa Fe 250 de esta capital,
los viernes de 19 a 23 y los sábados de 8 a 17. Para más
información llamar al (0299) 4478626, visitar el sitio web
www.itpneuquen.edu.ar, o contactarse vía correo electrónico
a consultas@itpneuquen.edu.ar.
Más dudas en Nación, ahora
suspenden el plan Energía Plus
Aseguran que lo implementarán en un mes, porque todavía
se tienen las herramientas para su instrumentación. Pero no
hay ninguna certeza.
Con este programa se buscaba evitar problemas energéticos
durante el verano.
Neuquén > El plan Energía Plus
había causado el enojo del sector empresarial porque iba a
aumentar sensiblemente los costos en este sector. El enojo sigue,
pero esta vez porque el gobierno postergó su implementación
porque aún no posee todas las herramientas para ponerlo en
marcha.
“Nos hicieron comprar los generadores y ahora no sabemos si
lo vamos a utilizar. Es una incertidumbre total”, señaló
un hombre de Unión Industrial de Córdoba (UIC).
El Plan obliga a los industriales a generar su propia energía
e iba a entrar a regir a partir de ayer pero el gobierno aún
no posee todas las herramientas necesarias.
No dieron los tiempos
El plazo no pudo cumplirse dado que el gobierno carece de informes
sobre las “condiciones técnicas y operativas» del
sistema de medición de demanda.
La idea fue pensada en un contexto de fuerte demanda energética
para aprovechar la disponibilidad de generación adicional que
tienen empresas generadoras, cogeneradoras o autogeneradoras, que
hasta hoy no son agentes del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM).
Energía Plus es un servicio surgido de un acuerdo entre el
Ministerio de Planificación y la Unión Industrial Argentina
el 24 de agosto que busca alentar a los empresarios a la instalación
de equipos de generación propios, que pasarían a integrar
el MEM.
Cada contrato habilitado en el marco del Servicio Energía Plus
recibirá una remuneración mensual, en función
de la aprobación de costos y del margen de utilidad definido
por la cartera de Energía, y de Planificación.
Características
El régimen Energía Plus requiere de sistemas de medición
de demanda energética igual o superior a los 300 kilowats hora
(KWh), planteado como punto de partida del ingreso al servicio plus.
Las mediciones de demanda se comunicarán a través de
la Compañía del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa).
El régimen Energía Plus, que se instrumentará
a partir de la Resolución 1.281 de la Secretaría de
Energía prioriza el abastecimiento energético a los
usuarios residenciales y pymes que consumen hasta 300 Kv de potencia,
y obliga a las industrias a procurarse su propia generación
por la demanda que exceda a la del mismo período de 2005.
Este sistema debía comenzar a regir en el día de hoy
pero en los hechos, la Secretaría de Energía lo prorrogó
30 días. El inconveniente fue que desde la semana pasada el
gobierno comenzó a requerir el informe sobre «condiciones
técnicas y operativas» del sistema de medición
de demanda, una suerte de medidor en los puntos de demanda que permitirá
a Cammesa controlar a las empresas que se pasen del consumo.
En el caso de los usuarios que excedan el consumo de 2005 y no tengan
respaldo de generación, se prevén multas que todavía
se están estudiando pero podrían llegar al 100% del
costo de la electricidad. Si bien el gobierno otorga un papel fundamental
en este control a las distribuidoras, en la Empresa Provincial de
la Energía (EPE) anoche no habían recibido información
oficial.
La disposición de la Secretaría de Energía establece
que la energía que comercializan en el mercado spot las usinas
hidroeléctricas y nucleares dependientes del Estado deberá
ser dirigida prioritariamente a satisfacer las demandas residenciales,
y de pymes comerciales e industriales.
Además, quienes oferten y demanden esta energía adicional
celebrarán contratos a un precio monómico compuesto
por los costos asociados y un margen de utilidad, avalados por la
propia Secretaría de Energía. En ámbitos del
sector energético se descuenta que el precio final de esta
electricidad será mayor al que rige para los usuarios residenciales
y pymes.
«Se encendió una luz amarilla»
Neuquén > La crisis energética
genera preocupación entre los empresarios argentinos, quienes
consideraron que «no hay margen para la emergencia» o
que por lo menos «se encendió una luz amarilla»,
durante el Coloquio de Idea que comenzó ayer en Mar del Plata.
El presidente de Fiat, Cristiano Rattazzi, fue el más crudo
de los empresarios consultados y sostuvo que la Argentina «no
tiene márgenes para la emergencia». Consideró
que, en el caso de Fiat, «la provincia de Córdoba tendrá
una decisión sensata y dará prioridad a la industria
y no a los residenciales».
El vocero de Daimler-Crysler, Enrique Federico, consideró que
«se encendió una luz amarilla» en la situación
energética y no puso demasiadas expectativas en el Plan Energía
Plus, que convierte a las empresas en generadoras de parte de la electricidad
que consumen.
La iniciativa se basa en que las empresas se conviertan en generadoras
-mediante la adquisición de sus propios equipos o la compra
a terceros- de los consumos que superen los que tuvieron en 2005.
El intendente de Rosario, Roberto Miguel Lifschitz, consideró
que la crisis energética «se está sintiendo en
forma incipiente» en su ciudad y «las grandes industrias
de la zona tuvieron que buscar formas alternativas de energía».
«Algunas tienen generadores propios y otras comenzaron a utilizarlos
ahora», precisó el intendente pero destacó que
«por ahora es incipiente».
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