Es un pronóstico hecho para
las próximas cinco décadas. Los expertos aconsejan cultivar
a mayor altura o bien mudarse hacia el Sur. Santiago,
Chile (por Nicole Keller. Diario El Mercurio) > Una completa
reestructuración vivirá la industria del vino nacional
producto del calentamiento global que elevaría en casi dos
grados la temperatura de cosecha del valle central de Chile los próximos
50 años, afectando fuertemente el bebraje producido en nuestra
nación.
Ésta es la sentencia del climatólogo y profesor de la
Universidad de Southern Oregon, Gregory Jones, quien efectuó
un estudio mundial sobre el efecto de la temperatura en las principales
zonas de vinos del mundo.
Un sutil cambio en los grados en la época de cosecha puede
ser devastador sobre el tipo de uva que se cultiva, explica Jones,
porque cada vino tiene un límite de temperatura en el cual
puede ser cultivado. Es así como un Pinot Noir necesitará
un clima frío de unos 15 grados para una calidad óptima
mientras que un Cabernet Sauvignon exige un ambiente más cálido
y cercano a los 18 grados.
Pero éste no es un fenómeno exclusivo de nuestro país;
zonas de Italia, Australia, California y hasta lugares clásicos
como Burdeos y Borgoña en Francia ya están reestructurando
sus plantaciones por el aumento de temperaturas que se viene con fuerza
en los próximos cincuenta años.
Es así como los 1,8 grados que se calentaría el valle
central chileno en época de cosecha enfrenta a la industria
vitivinícola nacional a un gran desafío. «Chile
pasará de un clima intermedio a uno cálido, por lo cual
la industria debe plantearse qué variedad debe plantar en el
valle central y empezar a pensar en instalarse en mayor altura y moverse
más hacia al sur», dice Jones.
Entonces la industria no sólo deberá adaptar sus viñas
a las nuevas temperaturas más cálidas, sino que también
trasladarlas a zonas más adecuadas a medida que ni siquiera
los vinos de mayor grados soporten las altas temperaturas.
«En este sentido nos beneficia la longitud de Chile»,
asegura el doctor en bioclimatología y académico de
la Universidad de Chile, Fernando Santibáñez, quien
concuerda con la tesis de Jones y explica que nuestro país
tiene una situación privilegiada que le permite «jugar»
con la altitud, la cercanía a la costa y la latitud, para balancear
la temperatura ideal para el cultivo.
Esta opinión la comparte el profesor del área de viticultura
y enología de la Universidad Católica Philippo Pszczolkowski,
quien agrega que se debe considerar que los cambios climáticos
también pueden producir un recrudecimiento de los inviernos.
Una zona del mundo que ya está sufriendo las consecuencias
del calentamiento es Napa Valley, en California, donde ya es muy cálido
hasta para hacer Cabernet Sauvignon, pero debido a su atractivo turístico
debe continuar la producción, aunque sea de menor calidad.
El profesor Santibáñez advierte que el calentamiento
trae otro problema más difícil de controlar: las plagas.
«La mayor temperatura aumenta la intensidad de las plagas, la
cual tendrá una incidencia sobre los costos», sentencia
el académico.
En el sector aseguran que si bien están constantemente estudiando
las temperatura, no está al centro de sus preocupaciones. «La
verdad es que nosotros tenemos ahora bastantes problemas y no estamos
especialmente complicados con el tema climático», asegura
el presidente de Chile Vid, René Merino.
Además el ejecutivo asegura que la industria está preparada
para asumir el desafío, pues es «muy plástica
e innovadora», y agrega que el tema del calentamiento es una
materia que debiera enfrentarse a nivel país. |