Por dario soto
En un escenario incierto y con alto grado de riesgo el gobernador,
Miguel Saiz, presidirá la Mesa de Contractualización
Frutícola cuyos protagonistas llegarán con posturas
antagónicas y fuertes argumentos para sustentarlas. Si bien
los contactos realizados en los días previos hacen suponer
que esta vez los representantes de CAFI y CINEX no defraudarán
al gobernador y se sentarán a la mesa de negociaciones, nadie
puede asegurar que lo harán para debatir los valores de costo
establecidos oportunamente (sin la presencia de sus representantes).
Pero el panorama se presenta mas borrascoso si se tiene en cuenta
el petitorio firmado por las cámaras de Allen y Campo Grande
por el que solicitan un precio mínimo garantizado de 0,25 de
dólar por kilo de fruta salido de chacra. A poco mas de cuarenta
días del comienzo de la cosecha, el tiempo es otro factor de
presión que estará presente mañana en Viedma.
Con todo esto tendrán que lidiar los hombres del gobierno que
pretenden transparentar las relaciones entre los actores de la actividad
económica más importante de la provincia. Tan importante
que de ella dependen en forma directa alrededor de 50 mil trabajadores
e indirectamente otros 150 mil.
Seguramente que nadie espera que el lunes se produzca el gran acuerdo
que conforme a todos y salve la temporada, pero sería bueno
que al menos se encuentren las coincidencias mínimas que permitan
tender puentes entre los sectores para que a través del diálogo
sincero, transparente, se comience a transitar el camino de las soluciones.
Pero las diferencias, cada vez mas evidentes, entre las cámaras
que agrupan a los productores (el eslabón mas débil
de la cadena de producción) están dando mas argumentos
a los empresarios para negarse a aceptar un precio mínimo de
referencia.
Díscolas
Frente a este crítico panorama de imprevisibles consecuencias,
volvemos a preguntarnos si no es el momento de apelar a otras variables,
una de ellas requerida por las cámaras díscolas (Allen
y Campo Grande), la flexibilización de normas que permitan
la comercialización de la producción con destino al
mercado interno, una medida que ya tiene muchos adherentes y a la
que suscriben economistas y analistas que tienen relación directa
con el sector productivo de Río Negro y Neuquen.
Contactos
Pocos días atrás la Cámara de productores de
Carozo fue testigo de un hecho singular que permitió a productores
de cerezas de Neuquén colocar su producción en Italia,
gracias a los contactos brindados por los caroceros rionegrinos. Una
muestra de las ventajas del asociativismo por una parte y de la libertad
que gozan para la captación de mercados importadores.
A esta altura ya está claro que el nivel de concentración
existente en el proceso de comercialización es altamente pernicioso
para el productor primario de peras y manzanas. Tanto es así
que un dirigente se atrevió a esbozar que hasta «se podría
pedir que se revea la concesión del Puerto de San Antonio Este»
porque, dijo, «no queremos tendencias hegemónicas y monopólicas».
Algunos observadores muy críticos consideran que es tiempo
que se de un recambio dirigencial entre los productores. Afirman que
para que se produzcan cambios estructurales y sostenibles en el tiempo,
(como se dio en otros países, Chile por ejemplo), es necesario
contar con dirigentes con visión transformadora que reemplacen
a «dirigentes piqueteros» con visión cortoplacista.
|