El 53% de los estadounidenses se opone
al muro, mientras el 45% respalda el proyecto, según una encuesta
realizada para la CNN.
Washington (AFP-NA)
> El presidente estadounidense, George W. Bush, firmó
la ley que permite construir un muro doble en 1.200 kilómetros
del límite sur con México, y autoriza que los agentes
fronterizos puedan llegar a 18.000, casi el doble de los actuales.
«Esta ley hará nuestras fronteras más seguras»,
dijo el mandatario norteamericano.
«Tenemos la responsabilidad de proteger nuestras fronteras»,
añadió Bush, quien reiteró su pedido al Congreso
de buscar la aprobación de un programa de permisos temporales
de trabajo para trabajadores que busquen inmigrar a Estados Unidos.
«Debemos reducir presión en nuestras fronteras creando
un programa temporal de trabajo», sostuvo.
«Somos una nación de inmigrantes, (pero) somos una nación
de ley», reiteró Bush, al tiempo que destacó que
su gobierno trata de modernizar los mecanismos de seguridad en el
límite sur, proveyendo a las patrullas fronterizas nueva tecnología.
El mandatario puso así en vigor, a menos de dos semanas de
las elecciones legislativas de medio término en Estados Unidos
el 7 de noviembre, una ley que contiene la única disposición
migratoria que sobrevivió en el Congreso al fracaso de un proyecto
de reforma migratoria que opuso al oficialismo republicano y a la
oposición demócrata este año.
Muros no, más agentes sí
El 53% de los estadounidenses se opone al muro, mientras el 45% respalda
ese proyecto aprobado a fines de septiembre por el Congreso norteamericano,
según una encuesta realizada por Opinion Research Corp. para
CNN.
En cambio, el 74% de las 1.013 personas interrogadas entre el 20 y
el 23 de octubre se declaró favorable al envío de más
agentes fronterizos para frenar la entrada por México de inmigrantes
indocumentados y un 58% pidió severas multas para los patrones
que contraten a trabajadores sin papeles.
El propio mandatario ha reconocido que una barrera física de
este tipo no detendrá la inmigración ilegal que llega
a Estados Unidos por la porosa frontera del sur del país.
La iniciativa fue rechazada desde el principio por el gobierno mexicano
y varios países de América Central y del Sur, que han
calificado desde «errónea» a «lamentable».
«Es indigno y vergonzoso»
México
(Dpa) > El presidente de México, Vicente Fox, criticó
duramente la firma por su homólogo estadounidense George W.
Bush de la ley que autoriza la construcción de un muro fronterizo
de 1.120 kilómetros de largo.
Fox, sostuvo que si es una medida electoral de Bush, «en el
pecado llevará la penitencia», porque no se puede entender
el desarrollo de Estados Unidos desde su fundación «si
no es por las corrientes migratorias».
El presidente mexicano también afirmó que la construcción
del muro fronterizo es algo «vergonzoso, indigno de un país
democrático».
La autorización de la construcción del muro que abarcará
una tercera parte de la frontera entre México y Estados Unidos
también fue condenada por el presidente electo de México
Felipe Calderón, quien está de gira en Canadá,
como «un grave error».
Calderón, quien asumirá la presidencia el próximo
primero de diciembre, agregó que «es deplorable la decisión
del Congreso y de Estados Unidos de ir adelante con la decisión
de construir el muro. No se resuelve nada con eso».
El principal fin del muro fronterizo es disminuir el ingreso de migrantes
ilegales por la frontera entre México y Estados Unidos.
Para algunos, un día de festejos
Washington
(AFP-NA) > Los republicanos celebraron la promulgación
por el presidente estadounidense, George W. Bush, de la ley que autoriza
la construcción de un muro fronterizo, mientras demócratas,
hispanos y la Iglesia Católica se mostraban consternados.
«Éste es un paso más para que Estados Unidos sea
más seguro y para frenar la oleada de inmigrantes ilegales»,
se congratularon en un comunicado conjunto el jefe de la mayoría
republicana en el Senado, Bill Frist, y el presidente de la Cámara
de Representantes, Dennis Hastert.
Ambos líderes republicanos aprovecharon la firma de la ley,
para criticar a la oposición demócrata e intentar mantener
la mayoría en las elecciones al Congreso del 7 de noviembre.
«Los jefes del Partido Demócrata en ambas cámaras
del Congreso se opusieron a la ley sobre el muro, ignorando las exigencias
de los estadounidenses», dijeron ambos congresistas, para quienes
la oposición «no tiene ni programa ni solución»
para garantizar la seguridad del país.
“Un día triste para EE.UU.”
La Iglesia Católica lamentó la decisión de Bush:
«Este es un día triste para Estados Unidos», dijo
el reverendo Gerald Barnes, obispo de San Bernardino (California),
en nombre de la Conferencia de Obispos.
En la comunidad latina, el muro causó malestar: Rosa Rosales,
presidenta de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (Lulac),
recordó al ex presidente republicano Ronald Reagan (1981- 1989)
cuando pidió a su homólogo soviético Mijail Gorbachov
que «derrumbara el muro» de Berlín. «¡Y
ahora nosotros queremos construir otro!», se indignó.
La Cámara de Comercio Hispana de Estados Unidos sostuvo que
esta ley que «construye vallas entre aliados», también
«hiere al pequeño comercio y empuja a 12 millones de
personas (en alusión a los inmigrantes indocumentados en el
país) aun más hacia las sombras».
La organización humanitaria Amnistía Internacional (AI)
dijo que esta ley «es un retroceso en materia de derechos humanos»
y «contraviene el artículo 13 de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, referente al libre tránsito
de las personas».
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