Por María Argel
Época de reflexión y acción. A pesar de que
el conflicto coyuntural con los docentes aún está latente
y luego de digerir el brusco revés electoral, el gobernador
Miguel Saiz y sus hombres en el gobierno ya se están preparando
para el fin de año y para planificar 2006.
Sin duda y en vista del contundente mensaje de los votantes, las prioridades
serán mejorar la situación de los empleados públicos
y atender las deficiencias que se arrastran desde los últimos
años tanto en Salud como en Educación.
Para ello ya se previó una ampliación en el presupuesto
de 2006, lo que demandará un mayor esfuerzo e ingenio en las
diferentes áreas del gobierno.
Pero antes de que llegue el nuevo año y tal como ocurrió
en diciembre de 2004, Miguel Saiz está reflexionando por estos
días sobre qué cambios hará en su gabinete y
cómo reactivará su administración. Igual que
el año pasado, lo que hará, a quién recambiará
o a quién incorporará, se mantiene por ahora debajo
de un paraguas intrigante.
Prioridades
Tras asumir los adversos resultados de la derrota electoral y tragar
el amargo sabor que dejó el plebiscito lanzado por él
mismo, el gobernador Saiz sabe que llegó la hora de marcar
otros rumbos y tratar de recuperar el terreno perdido, frente al amenazador
avance de la oposición.
Por eso es que se han cambiado las prioridades y se apostará
en el próximo año a recomponer la situación social
de los trabajadores públicos y a aumentar la importancia de
instituciones muy sensibles y descuidadas como lo son escuelas y hospitales.
Además, está la promesa de recomponer el sueldo y el
presupuesto para los policías, tras el reclamo preelectoral,
con lo que las asignaturas pendientes para el 2006 son múltiples.
Con lo ocurrido el 23 de octubre, también el gobierno siente
la premura de recomponerse y mostrar obras públicas. Para ello
tiene sólo dos años por delante.
Cambios
A fines del año pasado Miguel Saiz dio un timonazo en tres
áreas que estaban en internas palaciegas: Educación,
Salud y Familia. Allí cambió a los funcionarios de primera
línea, pero en una de ellas, aún no logró los
resultados esperados a pesar de que hace un año que decidió
hacer borrón y cuenta nueva. El área estuvo a cargo
de manera interina durante meses y luego puso a un hombre de su máxima
confianza, César Barbeito. Sin embargo, hoy Educación
sigue dando dolores de cabeza y ha sido la órbita más
complicada para esta administración provincial, desde que asumió
en 2003.
Salud
Aunque menos ruidosa, Salud tampoco está atravesando un momento
de tranquilidad. No ha logrado todavía encaminarse y dar las
respuestas que demanda la sociedad.
Se cree que antes de llegar al 10 de diciembre vendrán los
cambios en el gobierno. Por ahora hay silencio e incertidumbre acerca
de qué decisiones tomará el jefe provincial. ¿Reintentará
las maniobras del año pasado con Educación y Salud?
¿Mirará hacia Gobierno? ¿Buscará mayor
eficiencia en las empresas del Estado? Todas especulaciones, por el
momento. |