Entre las víctimas mortales
figura el hermano del fiscal en el juicio contra el ex dictador Saddam
Hussein. Bagdad (AFP-NA) > Al menos
50 personas murieron en una nueva jornada sangrienta el lunes en Irak,
donde el gobierno asiste impotente a una escalada sin límite
aparente de la violencia confesional y los atentados rebeldes.
Entre las víctimas mortales figura el hermano del fiscal en
el juicio contra el ex dictador Saddam Hussein por genocidio de la
población kurda.
Imad Al Farun, chiita, fue asesinado en Bagdad por desconocidos, según
fuentes oficiales. Hace unas semanas, el cuñado del juez que
preside el proceso también resultó muerto en un ataque.
En la noche del lunes, tras la interrupción del ayuno diario
del mes de Ramadán, dos coches bomba estallaron en el barrio
de mayoría chiita Ur, en Bagdad, dejando 20 muertos.
Unas horas antes, en Sauira, a 60 km al sureste de la capital, un
coche bomba estacionado frente a una entidad bancaria mató
a 15 personas e hirió a 35.
Sauira es una región agrícola habitada por sunitas y
chiitas, escenario de frecuentes enfrentamientos confesionales.
Otras 15 personas perdieron la vida en varios ataques al norte de
Bagdad.
Por su parte, el ejército estadounidense informó el
lunes de la muerte, la víspera, de siete de sus soldados en
combate, lo que eleva a 57 el número de fallecidos entre sus
filas desde inicios de octubre.
El primer ministro, Nuri al Maliki, se encuentra bajo la presión
de responsables militares y políticos de Estados Unidos para
desarmar a las milicias, acusadas de estar implicadas en la violencia
confesional.
Pero el jefe de gobierno, en una entrevista publicada el lunes por
el diario estadounidense USA Today, anunció que el desmantelamiento
de las milicias no comenzaría hasta «finales de año
o a comienzos del próximo». Es algo que «lleva
tiempo», afirmó.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, salió en su
defensa al expresarle «su apoyo total» y pedirle que «ignorara»
los rumores que apuntan a que la Casa Blanca quiere fijar un plazo
al gobierno iraquí para restablecer la seguridad. |