Los pobladores adaptaron su vida
al medio: construyeron sus viviendas en superficies elevadas y plantan
en el sedimento que deja la crecida.
Sauzal Bonito > Sauzal Bonito no se muere, se
mueve. La organización no gubernamental RESPONDE (Recuperación
Social de Poblados Nacionales que Desaparecen) lo incluye entre los
pueblos “en riesgo”. Sin embargo, al visitar el lugar
se nota que la población aumenta y el ritmo de vida de sus
habitantes sólo se altera por el fluctuante caudal del Neuquén.
El río crece por las tormentas y, al no estar regulado por
ninguna represa, es capaz de transportar 4.000 metros cúbicos
de agua por segundo. El valor es más que considerable si se
tiene en cuenta que su caudal promedio anual es de 300 m3/seg. El
mayor caudal inunda las superficies ribereñas destinadas a
la producción agroganadera y obliga a los vecinos a abandonar
durante algunas horas sus hogares. Pero vuelven. Siempre vuelven.
Este pequeño paraje está ubicado en la zona centro de
la provincia. A él se accede mediante un desvío desde
la ruta 17 hacia un camino de tierra ubicado 40 kilómetros
al norte de la ciudad de Plaza Huincul. No hay carteles que indiquen
cómo llegar, excepto uno que señala la huella de arcilla
roja que llega hasta la única escuela que existe en Sauzal
Bonito.
Aunque hay registros de población desde hace cuatro décadas,
la historia institucional de este paraje comenzó oficialmente
el 7 de abril de 1989 cuando se creó la Comisión de
Fomento. Al frente del gobierno provincial estaba el actual senador
por el Movimiento Popular Neuquino Pedro Salvatori.
Zenón Vicente Sandoval estuvo, desde entonces, al frente de
la comuna. Durante todos estos años, excepto por un breve período
durante la última gestión de Felipe Sapag, ha sido el
representante del gobierno provincial en Sauzal Bonito. Llegó
en 1977, tras renunciar a su trabajo en la petrolera estatal YPF,
con el objetivo de afincarse y formó aquí su familia.
El censo de 1980 arrojó que en el lugar vivían 63 personas.
Una década más tarde, ya eran 164 habitantes. Aunque
en el último censo –realizado en 2001- no se precisó
cuánta gente residía en Sauzal Bonito las estadísticas
de la Comisión de Fomento indican que hay hoy 360 pobladores,
casi cien de ellos son niños que asisten a la Escuela Primaria
Nº 243.
Uno de esos chicos es Franco quien, a sus siete años, disfruta
de las vacaciones de invierno corriendo por el campo de su familia.
Norma Flores, su mamá -nacida y criada en Sauzal Bonito-, abre
la puerta e invita a los forasteros a conocer su hogar. “Eso
sí –advierte-, cuidado con los escalones”.
Elevados
Resulta llamativo ver, en el medio de la estepa patagónica,
una vivienda construida sobre bases de concreto de más de 60
centímetros de altura. Pero todo tiene una explicación:
“La hicimos alta a propósito –admite Norma-, porque
el terreno es muy llano y, aunque estamos a más de mil metros
de la ribera, cuando el río crece el agua nos llega hasta el
segundo (y último) escalón”.
¿Qué hacen cuando eso sucede? Abandonan la vivienda,
no sin antes llevarse algunas provisiones, colchones y ropa seca.
Hasta hace unos años improvisaban con unas ramas y un poco
de nylon una carpa en la calle principal de acceso al poblado. Pero
este año se “modernizaron”. Consiguieron una casilla
de chapa verde, factible de ser arrastrada con el tractor.
“La casilla nos la prestaron. Como mi suegro está recién
operado del corazón, quisimos estar preparados en caso de tener
que salir corriendo por la crecida”, cuenta Norma mientras señala
la flamante “adquisición” familiar. “Acá
adentro podemos estar a resguardo”, acota su esposo.
José Villar, en cambio, no tuvo la suerte de sus vecinos. La
primera crecida lo topó habitando una vivienda construida en
un bajo, a merced del avance del río. “Cuando se vino
la crezca (sic) me llevó la casa. Mi señora salió
a nado, agarrada del caballo”, recuerda, aunque ya han transcurrido
35 años de ello.
Dicen los pobladores que el río no los golpea sin previo aviso.
Empieza a subir de a poco y les da tiempo para resguardarse. La Autoridad
Interjurisdiccional de Cuencas les envía un informe diario
sobre los caudales, la policía se los reparte y ellos ya saben
que cuando cae una tormenta en la zona norte de la provincia deben
estar atentos al Neuquén.
“El agua tarda diez horas en llegar desde Chos Malal hasta Sauzal
Bonito”, dice Don Villar con la sabiduría de quien ha
vivido al compás del río los últimos 40 años.
Norma acota que “así como llega el agua, al cabo de doce
horas, se va”. Entonces, cada uno de ellos vuelve a su rutina
de tierra y trabajo hasta que el río regrese a embancar las
parcelas con un barro cargado de sedimentos y fertilidad.
¿Por qué vuelven? Don Villar contesta con picardía
que “el que no tiene más con su mujer se acuesta”.
Y Norma dice que “somos tan porfiados y sentimos esto tan nuestro
que no podemos dejarlo”.
Adaptados a los vaivenes del río
Sauzal Bonito > La comunidad de Sauzal Bonito
está integrada por 102 familias, la mayoría de las cuales
se dedica a la agricultura y la ganadería en pequeña
escala. Aunque el poblado se desarrolla en una franja de 15 kilómetros
de largo, entre las bardas y el río Neuquén, sólo
150 hectáreas están bajo riego.
“Tenemos posibilidad de ampliar la superficie irrigada en 500
hectáreas, pero es necesario antes darle una solución
al problema del riego”, indicó el delegado normalizador
de la Comisión de Fomento. Zenón Vicente Sandoval explicó
que se podría hacer una toma por gravedad en el río
Neuquén “pero cada vez que crece, se embanca por eso
estamos limitados a la capacidad del equipo de bombeo”, explicó.
La bomba con la cual ponen en producción esas 150 hectáreas
funciona de octubre a marzo y genera un gasto mensual de 5 mil pesos
por consumo de energía. “La Comisión de Fomento
asume la mayor parte del gasto y a cada productor se le cobra un canon
mensual de riego de $ 9 por hectárea”, informó.
Pero la crecida del río no sólo afecta el desarrollo
productivo de la localidad. También alcanza al bolsillo de
los pobladores ribereños que deben cercar periódicamente
sus parcelas ya que el embate de las aguas arrasa con los alambrados.
“El gobierno provincial ha entendido lo que nos pasa y nos manda
rollos de alambre para repartir entre la gente, porque es algo muy
caro: los mil metros cuestan 200 pesos”, precisó el delegado
normalizador.
Claro que entre tantas malas, la crecida del río deja algo
bueno: el sedimento que arrastra y deposita sobre las chacras. Es
un fertilizante natural para la tierra y permite, por ejemplo, sembrar
alfalfa y cortarla sin tener necesidad de regar.
¿Qué es Responde?
Es una organización no gubernamental de promoción
y desarrollo que, desde 1999, se erigió como Asociación
Civil Sin Fines de Lucro. Trabaja con el objetivo de revertir la problemática
del despoblamiento en la Argentina.
Surgió a partir del estudio académico de investigación
“Poblados en Vías de Desaparición en la República
Argentina” realizado entre 1991 y 1998 por su fundadora, en
el que identificó 430 poblados a los que se consideró
en vías de desaparición. Las cifras actualizadas por
el Censo del 2001, elevan a 602 los poblados en riesgo de desaparición.
Fuente: www.responde.org.ar
Quieren una escuela agrotécnica
Cuando se inaugure el nuevo edificio de la primaria, los
vecinos quieren que la actual sede se destine a la educación
agrotécnica.
Sauzal Bonito > La Primaria 243 tendrá
un nuevo edificio al cabo de seis meses. Fue incluida en el plan federal
por medio del cual la Nación construirá 700 escuelas
en todo el país.
Cuando la obra esté inaugurada, los pobladores aspiran a darle
un buen uso al actual establecimiento donde se dictan las clases.
Pretenden que funcione allí una escuela agrotécnica
donde los chicos se puedan capacitar de acuerdo al perfil de desarrollo
que tiene la localidad. Hoy, los chicos estudian el secundario en
Añelo. Para ello el Consejo Provincial de Educación
ha dispuesto un transporte que los lleva y los trae hasta la escuela.
Miguel Soto es el capataz de la obra que fue adjudicada a la empresa
Copaco por un presupuesto de $627.863. Contó que la nueva escuela
tendrá 600 metros cuadrados cubiertos y será culminada
en seis meses.
La seguridad
«En un año y 8 meses no hubo hechos delictivos. Pero
nos faltan medios. Tenemos una moto y una F-100, prestada por la Comisión
de Fomento. Y nos dan 40 litros de combustible por semana».
(Sgto. Ay. Polo Valenzuela)
La salud
«Con aportes provinciales ampliamos el puesto de Salud en dos
salitas: una, para atender y otra, para observación. Tenemos
enfermería permanente y médico cada 15 días».
(Zenón Vicente Sandoval, delegado normalizador)
De a poco, suman servicios
Tienen agua potable, energía y teléfonos.
Necesitan gas natural y cloacas. Desde hace cuatro años pueden
ver televisión local.
Sauzal Bonito > La calidad de vida ha mejorado
en los últimos años en Sauzal Bonito, donde el 95 por
ciento de la población cuenta con una vivienda digna, agua
potable y electricidad. Pero los pobladores solicitan cuanto antes
la extensión de la red de gas natural o licuado de petróleo.
Dicen que el frío se hace sentir y atenta contra la puesta
en marcha de emprendimientos.
Hace dos años todos los pobladores firmaron una nota solicitando
al gobierno provincial la posibilidad de realizar esta obra. Fue enviada
a la secretaría de Energía y remitida luego a Hidrocarburos
del Neuquén S.A. “Tenemos la esperanza de que pronto
nos respondan. Sería muy importante para la comunidad”,
consideró el delegado normalizador de la Comisión de
Fomento.
El 80% de los pobladores tiene teléfono desde hace cuatro años
gracias a un novedoso sistema implementado por Telefónica.
Consiste en instalar un transmisor en cada hogar apuntando hacia una
antena que está colocada en el centro del pueblo y se comunica
con una repetidora en el cerro Auca Mahuida. De esta manera “se
evitan los cables, se abaratan los costos de instalación y
se garantiza la prestación del mismo servicio”, explicaron
en la comuna.
En 2001 lograron ver Canal 7 de Neuquén pues instalaron aquí
una repetidora.
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