Néstor Kirchner llegó
ayer y, fiel a su costumbre, se mantuvo lejos de la prensa para no hacer
declaraciones.
Buenos Aires (NA-Télam) >
El Gobierno destacó ayer, al regreso del presidente
Néstor Kirchner de los Estados Unidos, la «buena relación»
lograda con empresarios norteamericanos, aunque admitió que
existen «puntos de encuentro y puntos de diferencia» con
la administración de George W. Bush.
Tanto el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, como el gobernador
mendocino, Julio Cobos, quienes oficiaron de voceros tras el regreso
a Buenos Aires al país del presidente Kirchner y su comitiva,
coincidieron en marcar diferentes niveles de acuerdo con el sector
privado y funcionarios norteamericanos.
El jefe de Gabinete sostuvo, en este escenario, que las diferencias
de visión política y económica entre la Casa
Rosada y la Casa Blanca se registran, no obstante, dentro del marco
de una «vocación de entendimiento».
Fernández destacó que en los contactos con empresarios
norteamericanos, el Gobierno percibió que «la Argentina
es vista de otro modo» que hace algunos años y destacó
las «muy buenas oportunidades de negocios» que se exhibieron
en Nueva York.
Pero en cuanto a la relación con Washington, el jefe de Gabinete
señaló que existen acuerdos y diferencias, y que, de
ahora en más, se buscará «profundizar los puntos
de encuentro».
«La Argentina y Estados Unidos han logrado llevar adelante una
relación madura, seria, que tiene puntos de encuentro y puntos
de diferencia. Sobre esa base se puede trabajar y se puede construir
mucho, sobre la base del respeto, respetando las diferencias que existen
y tratando de profundizar los puntos de encuentro», explicó
Fernández.
En un sentido similar se pronunció el radical mendocino Cobos:
«Hay una confianza notoria del sector privado y quizás
haya que afianzar más las relaciones institucionales con el
sector político de Estados Unidos».
Además, el gobernador mendocino subrayó que en el sector
privado estadounidense se registró un «giro 180 grados
sobre la Argentina» luego de que el país pudo mostrar
un «balance positivo comercial y un crecimiento de las reservas».
«Hace falta asociar al capital nacional con el capital privado´
porque es más fcil para atraer nuevos emprendimientos. Los
nuevos inversionistas ya no están pensando en bonos, sino en
producción», subrayó Cobos.
Al margen de la pelea de Chávez
Buenos Aires (NA) > El jefe de Gabinete, Alberto
Fernández, afirmó ayer que el Gobierno nacional «respeta»
las posiciones de los Estados Unidos y Venezuela en la disputa política
que mantienen y sostuvo que la gestión kirchnerista no toma
«parte» en ese enfrentamiento.
De todos modos, el jefe de Gabinete destacó la «generosidad»
del Gobierno de Hugo Chávez hacia la Argentina.
«Respetamos las posiciones en ese diferendo de ambas partes
y no nos hacemos parte de ninguna», señaló Fernández.
El funcionario destacó, no obstante, que «Venezuela ha
sido con la Argentina un país muy generoso» y agregó:
«Siempre ha estado cerca nuestro y nos ha ayudado».
«Sería muy ingrato de nuestra parte no reconocerle»
a Chávez esa tarea, indicó Fernández en declaraciones
radiales.
No toma partido
De todos modos, señaló que en cuanto a la fuerte polémica
que Chávez mantiene con Washington -dijo ante la ONU que George
W. Bush es «el diablo»- la Argentina no toma «parte».
Y destacó que en los Estados Unidos existen «visiones
un poco contradictorias sobre Venezuela», ya que los empresarios
norteamericanos le reconocen a Chávez «un absoluto respeto
de los contratos y las reglas del mercado».
«El 25 por ciento del petróleo que importa Estados Unidos
viene de Venezuela y el comercio bilateral es de 30 mil millones de
dólares», explicó Fernández.
En la misma línea, destacó que hay «17 mil estaciones
de servicio de PDVSA en territorio norteamericano».
Para Fernández, esos datos y el enfrentamiento político
entre Venezuela y Washington «son imágenes muy contradictorias».
|