Romano Prodi dimitirá si no
consigue apoyo en el Parlamento esta semana.
Roma
(dpa) > El primer ministro italiano Romano Prodi ve amenazada
su mayoría de gobierno y señaló de forma indirecta
la posibilidad de dimitir, tras la presión a la que se ve sometido
su gobierno de centro izquierda por el reciente escándalo de
escuchas ilegales y el caso Telekom, señaló ayer el
diario «Corriere della Sera».
Prodi comparecerá esta semana ante el Parlamento en relación
a Telecom, con problemas financieros. Se trata sobre la posible escisión
de la empresa en una parte de telefonía móvil y otra
fija, la primera de las cuales podría ser vendida.
En referencia a su débil mayoría en el senado, afirmó
«si no lo consigo, me voy a casa», según el diario
de Milán.
Mientras tanto, la fiscalía estatal dirige las investigaciones
en el escándalo Telecom, informó ayer la televisión
italiana.
En el caso está bajo sospecha la influencia del gobierno en
el grupo. La oposición acusa a Prodi de intentar influir en
las decisiones del grupo sobre la división de los ramos de
telefonía móvil y fija, con el fin de evitar una posible
venta del sector de móviles en el extranjero.
Un asesor de Prodi ya dimitió por su vinculación al
caso y Prodi, en el poder desde mayo, dispone en el senado sólo
de una exigua mayoría.
En varias ocasiones durante los últimos meses Prodi se ha visto
obligado a presentar una moción de confianza para asegurarse
la mayoría, que logró en parte debido a la presencia
de senadores vitalicios que le apoyaron.
El gobierno de Prodi, por el contrario, también podría
llegar a un acuerdo con la oposición en lo referente al escándalo.
Reunión
Tras una reunión especial del viernes por la tarde, el gobierno
aprobó un decreto que prevé la destrucción de
las grabaciones resultantes de las escuchas ilegales.
Además se aprobaron fuertes castigos para medios que publiquen
de forma ilegal sus registros de las escuchas, como hacen con frecuencia
diarios y televisiones en el país para acusar a famosos. En
ese sentido se aprobaron sanciones de hasta un millón de euros
(1,3 millones de dólares) para radios y televisiones.
El escándalo saltó cuando la Justicia italiana destapó
una «red de espionaje» privada que desde hace unos diez
años habría escuchado conversaciones telefónicas
de industriales, políticos y periodistas, así como de
deportistas y personas anónimas. Se dice que podría
afectar a miles de ciudadanos.
|