El Fortín tiene 14 puntos y
un encuentro menos. Los cordobeses llevan tres partidos sin conseguir
una victoria. Buenos Aires> Este partido,
para Vélez era una buena medida para ver como había
quedado tras la eliminación de la Copa Sudamericana a manos
de Lanús. Y los de Russo respondieron satisfactoriamente: le
ganó 2 a 0 a Belgrano, con una gran actuación de Castroman,
autor del primer tanto, y ahora vuelve a prenderse en la pelea, cuando
le resta completar 45 minutos con Colón.
Arrancaron con todo. Vélez y Belgrano sabían que sólo
les servía ganar para seguir prendido en la pelea. Salieron
con esquemas distintos, pero una misma ambición. Los de Russo
con dos volantes bien abiertos más la proyección de
sus laterales. Los visitantes con un peligroso tridente: Aimar, Gigli
y Cervera, apoyado por Gordillo y Serrizuela que pasaban al ataque
en todas. Resultado: un encuentro abierto.
Avisaron los cordobeses. Gran jugada de Gigli y derechazo que Sessa
desvió. Respondió el local: cabezazo de Castromán
y tremenda atajada de Montoya. A los cuatro, Lucas tuvo su revancha.
Pompei vio una mano de Cáceres y sancionó penal, que
el delantero ejecutó suave y que el «uno» contuvo.
El duelo lo ganaba el arquero.
La revancha
El Fortín aceleraba en cada avance. Ocampo hacía diabluras
por la derecha. Lo mismo Escudero por el otro sector. Pasaban los
minutos y el dominio era cada vez más claro para el local,
que hacía méritos para ganar. Llegaba mucho y desperdiciaba
situaciones. Pero a los 29, la justicia dijo presente en Liniers.
Centro de Ocampo y cabezazo notable de Castromán. Inatajable
para Montoya. Luego, Zárate tuvo el segundo. El travesaño
se lo negó.
El Celeste se paró unos metros más adelante en el comienzo
del complemento. Fue clave el trabajo de Bolatti. Gigli se movía
por todo el ataque y cada envío de Serrizuela generaba peligro.
Igual el ritmo no era el mismo de los primeros 45. Había pocas
situaciones de riesgo.
Ante la imposibilidad de entrar al área, Belgrano probó
con remates de afuera. Pero la nítida diferencia entre los
dos fue Lucas Castromán. Movedizo, inquieto, y generoso. A
los 37, rompió el fuera de juego y quedó mano a mano
con Montoya. Sin egoísmo, habilitó a Moreno y Fabianesi,
quien con el arco libre convirtió el segundo. Vélez
cerraba el partido.
El Fortín ganó y ahora espera a Boca. |