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En Roma se espera que hoy se manifiesta
al respecto luego del rezo del Angelus.
Roma (dpa)
> Tras las vehementes protestas en el mundo musulmán,
el papa Benedicto XVI comunicó que lamenta los malentendidos
que produjeron sus polémicas declaraciones sobre el islam y
la violencia, informó el nuevo secretario de Estado vaticano,
Tarcisio Bertone.
El Sumo Pontífice «lamenta intensamente que algunos pasajes
de su discurso puedan haber sonado como una ofensa de los sentimientos
de los fieles musulmanes», dijo Bertone en Roma.
Los pasajes «fueron interpretados de manera diferente a la intención»
del Papa, añadió el portavoz, que destacó en
su explicación el afecto de su superior hacia el Islam y su
disposición a un diálogo entre religiones.
El martes pasado, durante un discurso pronunciado en la ciudad alemana
de Ratisbona, Benedicto XVI citó un diálogo de la época
medieval entre el emperador bizantino Manuel II Paleólogo con
un erudito persa sobre el cristianismo y el islam.
«Muéstrame lo nuevo que ha traído Mahoma y ahí
sólo encontrarás cosas malas e inhumanas, como haber
ordenado difundir con la espada la fe que predica (...). A Dios no
le gusta la sangre», dijo el emperador en el siglo XIV que fue
citado por el Pontífice.
Las palabras de Benedicto provocaron la indignación en el mundo
musulmán, donde se pidió que se disculpara o retirara
sus declaraciones.
El discurso «terminó con un claro y radical rechazo de
toda violencia por motivos religiosos, venga del lado que venga»,
aseguró el comunicado leído por el secretario de Estado
vaticano.
Tras las duras críticas, se escucharon también voces
moderadas en el mundo islámico. El diario turco «Hurriyet»
reprochó al máximo jefe de la autoridad religiosa turca,
Ali Bardakoglu, que no conocía de primera mano el discuso del
Papa en Ratisbona, Alemania, cuando le pidió que se disculpara.
Bardakoglu se felicitó tras el comunicado del Papa. «Dice
que respeta al islam y no quiso ofender los sentimientos de los musulmanes.
Para mí eso es una actitud civilizada», dijo el líder
religioso a la página de Internet alemana «Spiegel Online».
En cualquier caso, la indignación no parece ceder.
Antes de conocer el comunicado del Papa, el primer ministro turco,
Recep Tayyip Erdogan, también exigió en Estambul una
disculpa de Benedicto XVI.
Según el político islámico-conservador, el Sumo
Pontífice no habló «como un hombre de fe, sino
como un político corriente». Erdogan aseguró que
no sabía si las palabras del Papa tendrán consecuencias
sobre la visita a Turquía que tiene prevista para finales de
noviembre.
El partido palestino radical Hamas acusó al Papa de querer
«dar un respaldo religioso a Estados Unidos en su guerra en
la región y quizá en nuevas agresiones y guerras».
En la ciudad de Nablus, en Cisjordania, se produjeron ataques incendiarios
contra una iglesia anglicana y otra griego-ortodoxa, reivindicados
por un grupo radical islámico en respuesta a las palabras de
Ratzinger.
En el mismo sentido se expresaron los talibán en Afganistán,
que calificaron las declaraciones del Papa como «una extensión
de la cruzada del presidente estadounidense Bush contra el Islam».
En Roma se espera que Benedicto XVI vuelva a manifestarse sobre el
tema hoy tras el rezo del Angelus en su residencia de verano de Castel
Gandolfo, a las afueras de Roma.
Escenario
¿Provocación o malentendido
del Papa?
Por Peer
Meinert (dpa)
Rápidamente y sin largas vacilaciones, el papa Benedicto XVI
se decidió a ceder. La ola de indignación en el mundo
musulmán le habrá asustado profundamente. Un par de
palabras torpes en la ciudad alemana de Ratisbona, una cita algo peliaguda
de la Edad Media sobre el profeta Mahoma y el Pontífice se
encuentra con la peor crisis desde que asumió el cargo.
El peligro de una nueva escalada tenía que evitarse. Pero todavía
habrá que ver si bastará la explicación ofrecida
a través de su «número dos» en el Vaticano.
«El Papa nunca se disculpará», avisó ya
un experto vaticano. De hecho, Joseph Ratzinger no retiró tampoco
ninguna palabra de su discurso en la Universidad bávara de
Ratisbona. Pero la confesión de haber dicho posiblemente algo
que «pudiera haber sonado ofensivo para los sentimientos de
los fieles musulmanes», deja entrever una auténtica consternación.
Además, el Papa hizo comunicar con todo detalle su aprecio
por el islam, aunque sobre la desafortunada cita sobre Mahoma, que
atribuía al profeta sólo «cosas malas e inhumanas»,
ni una sola palabra clara.
Mientras las protestas se extienden desde Cisjordania hasta el sur
de Asia, los expertos del Vaticano se preguntaban ayer en Roma una
vez más lo que el Papa pudo haber pretendido con sus declaraciones.
De hecho, en la exégesis completa de su texto se reconoce claramente
su disposición al entendimiento y el diálogo.
«Pero un poco provocador ya fue el discurso», opinó
un teólogo romano que estuvo en Regensburg. «Yo mismo
pensé en ese momento: cuidado».
El comunicado leído por el secretario de Estado vaticano, Tarcisio
Bertone, puso el acento sobre que únicamente se trataba de
una cita en un discurso académico. «Sin embargo, Benedicto
debería saber que un Papa no puede decir todo lo que puede
decir un profesor», advirtió un vaticanista en Roma.
Y la Guerra Santa no es precisamente un tema académico. A la
vista de la ola de atentados en todo el mundo protagonizados por autoproclamados
guerreros de Dios, el tema está que arde. «Sin embargo,
la verdad es que los profesores de teología apenas hablan sobre
este tema», apuntó el periódico romano «La
Repubblica». «Cuántos religiosos y autoridades
mundiales hay que tengan las ganas y el valor» de afrontar el
delicado tema, se preguntó el diario.
Ratzinger, en un tiempo el guardián de la fe, estuvo siempre
acostumbrado a nadar contracorriente y a atraer las críticas
sobre sí, piensan muchos en Roma, y en esta ocasión
también mantendrá la posición.
Sin embargo, en el tema islam y violencia hay mucho en juego, y lo
primero es apagar el fuego. «La discusión acaba de empezar»,
opinó un teólogo romano. «Y se debe llevar a cabo».
Crisis con el Islam
Atacan iglesias cristianas en Israel
El grupo autodenominado «Leones del Monoteísmo»
se adjudicó los hechos y dijo que fue una forma de protesta
por las declaraciones del Papa.
En Gaza, alrededor de 2.000 palestinos repudiaron los dichos
del Sumo Pontífice.
Jerusalén y Estambul (Télam y DPA) >
Dos iglesias cristianas fueron atacadas ayer con bombas molotov en
Cisjordania, y un grupo que reivindicó la acción dijo
que lo hizo para protestar por los comentarios del papa Benedicto
XVI sobre el Islam.
Las bombas molotov dejaron marcas negras en las paredes y ventanas
de las dos iglesias, una anglicana y otra ortodoxa griega, ambas ubicadas
en la ciudad palestina de Naplusa, en el norte de Cisjordania, informaron
fuentes de seguridad.
Las relaciones entre los palestinos musulmanes y los minoritarios
palestinos cristianos son generalmente pacíficas, y un sacerdote
católico minimizó los ataques, aunque dijo que le preocupaba
que fueran atacadas más iglesias. «Es fácil preocuparse.
La atmósfera ya está cargada, y la gente prudente no
debería aceptar estos actos», dijo el padre Yousef Saada.
Ayer, dos explosiones se registraron cerca de una iglesia ortodoxa
griega de Gaza, pero no provocaron daños.
Un grupo autodenominado Leones del Monoteísmo reivindicó
los ataques a las iglesias y dijo que fueron una forma de protestar
contra los comentarios del Papa, por relacionar al islam y al profeta
Mahoma con la violencia.
Unos 2.000 palestinos protestaron en Gaza contra los dichos del Papa,
y el primer ministro palestino, Ismail Haniyeh -del movimiento islamista
Hamas- dijo que el Pontífice ofendió a los musulmanes
de todo el mundo.
Irán pide aclaración
Para evitar malentendidos en el mundo musulmán, el
papa Benedicto XVI debería aclarar cuanto antes su posición
frente al islam y la violencia, señaló ayer el gobierno
de Irán.
«Con ello podría reinstaurarse la solidaridad entre las
religiones», afirmó el portavoz del Ministerio del Exterior
en Teherán, Mohammed-Ali Hosseini.
Además añadió que todas las religiones tienen
raíces comunes y que por tanto ese tipo de afirmaciones por
parte de un dirigente religioso son «un gran error». «Precisamente
en la fase actual pueden interpretarse estas declaraciones como sospechosas
y motivadas políticamente», subrayó.
Cautela en Turquía
Tras la ola de indignación por las declaraciones del papa Benedicto
XVI sobre el islam, en Turquía se escucharon voces que llamaron
la moderación y contra reacciones demasiado precipitadas.
El máximo jefe de la autoridad religiosa turca, Ali Bardakoglu,
no conocía de primera mano el discuso del Papa en Ratisbona,
Alemania, cuando le pidió que se disculpara, señaló
el periódico «Hurriyet».
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