En la práctica, la región
no cuenta con gran presencia de ese hongo, que forma parte de las restricciones
de Europa. Neuquén > El Servicio
Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) aprobó
el instructivo para la exportación de frutas de carozo (nectarines,
duraznos y ciruelas) a la Unión Europea. El protocolo define
los requisitos que deberán cumplir los exportadores en cuanto
a la certificación fitosanitaria en relación a una enfermedad
–la Monilinia Frutícola- que es una restricción
para la fruta que ingrese a ese bloque.
En la práctica, la zona del alto valle de Río Negro
y de Neuquén, tiene un estatus bastante aceptable en cuanto
a esa enfermedad que ataca a la fruta de carozo, teniendo su baja
incidencia en la producción regional. No obstante, los productores
realizan los tratamientos –en concreto fumigaciones- para evitar
la aparición de la Monilinia.
Ésta es un hongo que entre sus síntomas más conocidos
presenta la podredumbre de frutos. Los primeros ataques ocurren sobre
las flores produciendo un atizonado de las mismas. El hongo invade
los órganos florales y desde allí pasa a la rama donde
produce un cancro deprimido, generalmente con exudado gomoso y en
condiciones de humedad se recubre del signo de color grisáceo.
Baja presencia
Tal como se explicó desde el sector exportador, esta restricción
europea nunca presentó un escenario complejo para la fruta
enviada a Europa. A partir de la inquietud de España para el
control de esta plaga, otros países de ese bloque se sumaron
e hicieron un reclamo general. A partir de esa situación, el
Senasa junto a los sectores exportadores de fruta de carozo elaboraron
tiempo atrás el instructivo para la exportación de carozo,
el que –previo ser avalado por las autoridades fitosanitarias
europeas- fue aprobado recientemente a nivel nacional y puesto en
marcha.
A través del instructivo, los productores deberán –una
vez realizadas las pulverizaciones- solicitar la certificación
del Senasa.
El instructivo y su correspondiente anexo prevé la inscripción
del productor en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios
(Renspa) y en el registro de exportadores (resolución 492/01)
del Senasa.
Además, los productores y empacadores deberán presentar
las correspondientes Solicitudes de Inscripción para la exportación
de frutos de Prunus L. con destino a la Union Europea, en la Oficina
Local del Senasa que corresponda a su jurisdicción, entre el
1º y el 31 de mayo de cada año, indica la normativa.
Para el ejercicio actual y en forma excepcional, las solicitudes de
inscripción de exportación podrán realizarse
hasta el 1 de octubre próximo. Los productores, además
de la solicitud, deberán presentar La copia de inscripción
en el Renspa, Copia actualizada de la constancia del Registro como
Operador Comercial ante el Senasa, el plan y cronograma de prácticas
culturales y tratamientos fitosanitarios anuales a realizarse en el
establecimiento, con fungicidas registrados en el Senasa para el control
de Monilinia spp., elaborado por los Responsables Técnicos;
el Plan deberá estar refrendado por los Responsables Técnicos
y por el productor.
Condiciones
El Plan estará elaborado en función de las condiciones
particulares de cada zona de producción.
También se requiere de un croquis indicando la ubicación
de los lotes con especies de Prunus L (fruta de carozo). En el establecimiento,
además de elaborar el correspondiente cuaderno de campo con
el plan técnico.
Indica el texto,además, que toda partida que egrese del establecimiento
y que tenga como destino el galpón de empaque deberá
estar amparada por su correspondiente remito.
Superficie
Neuquén
> Dentro de la fruta de carozo se incluye al damasco,
durazno, ciruela y nectarín o pelón. Desde hace algunos
años, se incluyó en forma definitiva a la cereza dentro
de este grupo de frutas. En Argentina las frutas de carozo representan
sólo el 18% de la superficie cultivada con frutales, y dentro
de ésta, la ciruela (fresco e industria) ocupa el 2do lugar
con 22.800 ha (38%).
En lo que hace al durazno, la superficie argentina con este cultivo
es del 1,5% de la producción mundial, ubicando al país
en el séptimo lugar como exportador y noveno como productor.
La producción nacional de carozos tiene un peso económico
relativo menor respecto a las pepitas y los cítricos. En la
región, y de acuerdo al censo agropecuario realizado en 2005,
se determinó una superficie bajo cultivo de carozo de 3.559
hectáreas en la provincia de Río Negro, siendo el durazno
el de mayor superficie con 1.595 hectáreas seguido por las
1.209 de ciruela, las 476 de pelón y las 257 de cerezas.
Neuquén también ha tenido un importante desarrollo en
este tipo de frutas, en concreto con el pelón y la cerezas,
ambos de considerable producción en la zona del Chañar.
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