La querella pidió que la Procuración
General de la Nación sancione
por mal desempeño de sus funciones a los fiscales federales Jorge
Sica y su jefe Pablo Quiroga.
Buenos Aires (T{elam) > La querella
de Juan Carlos Blumberg solicitó la pena de prisión
perpetua para Martín «El Oso» Peralta y otros seis
integrantes de su banda por el secuestro seguido de muerte de su hijo
Axel, y 13 años de cárcel para otros tres imputados
por considerarlos miembros de la asociación ilícita.
Los abogados de Blumberg también solicitaron formalmente ante
el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2 de San Martín que
la Procuración General de la Nación sancione por mal
desempeño de sus funciones a los fiscales federales que tuvieron
a cargo la instrucción del caso, Jorge Sica y su jefe Pablo
Quiroga.
El pedido de prisión perpetua fue para los siete principales
miembros de la banda: su líder «El Oso» Peralta,
José Gerónimo Díaz (sindicado autor material
del asesinato de Axel), su hermano Carlos Díaz, Sergio Damián
Miño, Mauro Abraham Maidana, y las concubinas de los Díaz,
Andrea Verónica Mercado (de José) y Vanesa Andrea «La
Colo» Maldonado (de Carlos).
Todos ellos fueron considerados por la querella como coautores de
los delitos de secuestro extorsivo calificado por la muerte intencional
de la víctima y agravado por el uso de armas y la participación
de menores, en concurso real con disparo de arma de fuego, asociación
ilícita y tenencia de arma de guerra.
En el caso de Peralta, la querella lo consideró el organizador
de la asociación ilícita y aparte lo acusó como
partícipe necesario de falsificación del documento de
identidad que poseía con el falso nombre de José Soloaga.
Otros pedidos
Luego, la querella solicitó 13 años de prisión
para la mujer del «Oso», Analía Beatriz Flores;
el presunto reducidor de autos Jorge Daniel Sagorsky y el mecánico
Pablo Díaz.
A los tres no se les imputó participación en el secuestro
y asesinato de Axel, pero sí ser miembros, con distintos roles,
de la asociación ilícita liderada por Peralta, Flores
como la encargada de lavar el dinero de los rescates y Sagorsky y
Pablo Díaz por reducir y reparar los autos que robaba la banda.
Concluida la semana pasada la etapa probatoria del juicio que se inició
el 11 de julio de último, el debate inició ayer la fase
de los alegatos y el primero en escucharse fue el del equipo de abogados
querellantes a cargo de Roberto Durrieu.
Durrieu padre fue el encargado de hacer una introducción en
la que cuestionó a los fiscales Sica y Quiroga, la inseguridad
en el país, a la Policía Federal por «celos y
querer colocarse las distinciones», a la bonaerense por «inepta»
y a la justicia federal porteña por no haber desbaratado a
la banda de Peralta cuando en 2001 se dedicaba sólo al robo
de autos y era investigada en los Tribunales de Comodoro Py.
«Hace dos años y medio una banda dedicada a robar autos
y secuestrar personas capturó a Axel. Luego de siete días
de duro cautiverio los maleantes mataron con alevosía a Axel.
Se consumó así uno de los crímenes más
aberrantes demostrativo del desprecio absoluto por la libertad y la
vida», dijo Durrieu en su alegato.
Quebrado
Blumberg se quebró en llanto cuando su abogado recordó
que el ingeniero, «que todo lo había perdido, resolvió
dedicar su vida al servicio de la sociedad luchando contra la inseguridad.
Este es el homenaje que Blumberg le ha querido regalar a su hijo asesinado».
Durrieu hijo realizó un relato cronológico de los seis
días del cautiverio de Axel, entre el 17 y 23 de marzo de 2004,
y se dedicó específicamente a marcar el rol que tuvo
cada uno de los imputados para quienes pidió perpetua.
Al referirse al secuestro de Axel, sostuvo que «fue víctima
de torturas físicas y psicológicas, ya que le pasaban
una pistola por el cuerpo» y que «estaba en un estado
de indefensión absoluto atado de pies y manos y con los ojos
vendados».
Más que la Policía
Sobre el frustrado pago del rescate por Axel y el tiroteo en la Panamericana,
Durrieu (h) dijo que «la organización criminal con poco,
fue mucho más que la policía bonaerense», y comparó
el auto blindado de los secuestradores al que calificó como
un «tractor superpoderoso» con las «lanzas»
que eran «los autos diesel de los policías bonaerenses».
Respecto al homicidio, el abogado puso en duda las confesiones de
la banda, al señalar: «Ellos dicen que la intención
era liberarlo pero nunca sabremos si no era matarlo porque se frustró
el pago del rescate».
Guillermo Arias y Patricio Lanusse fueron los abogados que luego pidieron
los 13 años de cárcel para Sagorsky, Pablo Díaz
y Flores.
Detalles cronológicos del caso
Buenos
Aires (T{elam) > Durrieu (h), miembro del equipo de abogados
de Juan Carlos Blumberg, calificó a la banda como un «aparato
organizado de poder», que se movía «con total impunidad»
en «zonas liberadas» por la policía como «Don
Torcuato», donde solían cobrar rescates, y «el
barrio Santa Paula de Moreno» donde llevaban cautivos estando
«a sólo seis cuadras de la comisaría de Villa
Trujui».
A cada uno le atribuyó un rol y dijo que Peralta era «el
jefe»; José Díaz, «el lugarteniente que
mató a Axel, el más soberbio y de mayor valentía»;
Carlos Díaz, «el acompañante»; Miño,
«el conductor suplente»; Maidana, el «encargado
del apoyo logístico, las armas y cuidador de secuestrados»,
misma función que les atribuyó a las mujeres Mercado
y Maldonado.
Al relatar el crimen, contó que Axel «aprovechó
un momento de distracción, corrió 200 metros, saltó
un alambrado, escuchó disparos, pidió auxilio y corrió
directamente hacia la otra guarida, lo recapturaron, lo golpearon
y los testigos escucharon que decían ‘nos vio las caras,
¿qué hacemos, lo matamos?’».
Durrieu (h) recordó que «tres de los siete miembros de
la banda» -Peralta, Carlos Díaz y Miño-, dijeron
que fue José Díaz quien lo mató.
«El daño fue irreparable. Era el único hijo de
Juan Carlos Blumberg y María Elena Usonis. Tenía 23
años, era abanderado, excelente deportista y buen compañero,
le quitaron la vida», manifestó Durrieu (h).
«Cada uno hizo lo que mejor sabía hacer. Los siete son
coautores», recalcó Durrieu (h). También mencionó
la corta edad de los imputados al señalar que «eran jóvenes
en edad pero ancianos en la comisión de delitos».
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