Calculan que estos recientes descubrimientos
contienen más de 3000 millones de barriles de petróleo
y gas, y tal vez hasta 15.000 millones. Neuquén
> La industria petrolera está a punto de abrirse
paso en una región de aguas profundas en el Golfo de México
que podría convertirse en la mayor reserva de crudo de Estados
Unidos desde el descubrimiento de petróleo en North Slope,
Alaska, hace más de una generación; según informó
el Wall Street Journal.
Se espera que Chevron Corp. y sus socios Devon Energy Corp. y Statoil
ASA anuncien las primeras pruebas exitosas en una franja de unos 480
kilómetros y a miles de metros de profundidad, incrustada en
rocas que pertenecen a la baja época terciaria.
Las pruebas abren el camino para que estas tres empresas desarrollen
el pozo Jack, ubicado unos 430 kilómetros al sudoeste de Nueva
Orleans. También abre la posibilidad de hallazgos similares
por parte de compañías que tienen licencias en la región,
entre ellas la estatal brasileña Petrobras, Exxon Mobil Corp.,
BP y Royal Dutch Shell.
Reservas
Representantes de Chevron y Devon calculan que estos recientes descubrimientos
en las formaciones terciarias del Golfo de México contienen
más de 3000 millones de barriles de petróleo y gas,
y tal vez hasta 15.000 millones.
Si la industria logra extraer esta última cantidad, podría
aumentar en casi un 50% de las actuales reservas de EE.UU., que ascienden
a 29.300 millones de barriles de crudo. Si se logran explotar exitosamente
estas nuevas reservas, su producción podría alcanzar
la de Prudhoe Bay en Alaska, el mayor campo petrolífero de
EE.UU. con una producción de 420.000 barriles al día.
Un alivio
Si bien estos hallazgos son importantes, no darán inicio a
una era de petróleo abundante y barato. Las reservas en el
bajo terciario no se acercan a los enormes campos de Medio Oriente
o incluso a los de Cantarell, el enorme yacimiento petrolero mexicano
en aguas cercanas a la península de Yucatán. Aun así,
esta nueva fuente de crudo en aguas estadounidenses podría
contribuir a enfriar el mercado.
Los precios del petróleo han aumentado incesantemente en los
últimos dos años, impulsados por un decreciente superávit
en la capacidad productora, temores de que la producción global
esté alcanzando su nivel máximo, la inestabilidad en
varias regiones productoras y un creciente nacionalismo petrolero
que ha llevado a algunos países a ejercer un mayor control
sobre sus recursos energéticos.
Riesgo
De todas maneras, los altos precios también animaron a las
compañías a tomar mayores riesgos financieros a la hora
de explorar nuevas fuentes de crudo. El pozo Jack tiene una profundidad
de ocho kilómetros (está entre los pozos productores
más profundos del mundo) y su desarrollo cuesta más
de US$ 100 millones. Desarrollar este pozo y los otros en el área
del bajo terciario podría costar miles de millones de dólares
en trabajos de perforación, la construcción de plataformas
y de los oleoductos para llevar el crudo a tierra.
Las compañías petroleras no han revelado cuánto
crudo han encontrado en los campos de esa región. Sin embargo,
Devon dice que cada uno de sus cuatro descubrimientos, incluyendo
el pozo Jack, contiene al menos 300 millones de barriles de petróleo.
Con ello serían los campos más grandes descubiertos
en el mundo en los últimos años, según Wood Mackenzie,
una consultora de energía escocesa.
Exploración
Muchos de los campos aún no han sido explorados. Hay otros
cuatro descubrimientos cerca del pozo Jack. Unos 320 kilómetros
al oeste hay cinco campos pegados uno al otro, incluyendo el campo
Great White de Royal Shell que, según Mackenzie, contiene reservas
de crudo y gas por unos 500 millones de barriles.
El año pasado, un equipo de geólogos de Chevron calculó
que la formación rocosa terciaria podría contener entre
3000 millones y 15.000 millones de barriles de crudo. «Hoy,
sospecho que esas cifras son demasiado conservadoras», dice
el presidente de Devon, Larry Nichols.
Compañías
Una de las compañías más favorecidas con estos
nuevos descubrimientos es Devon, una petrolera con sede en Oklahoma
City que, en términos de capitalización de mercado,
es cinco veces más pequeña que Chevron.
Después de Chevron, Devon es la compañía que
más licencias tiene para la región terciaria del Golfo
de México. Sus participaciones en cuatro hallazgos, incluyendo
el pozo Jack, podrían generarle a la compañía
unos 900 millones de barriles, un aumento de 43 por ciento en sus
reservas totales.
Liquidez
Las petroleras occidentales están rebosando de dinero en efectivo,
pero hasta ahora no tenían muchos lugares donde invertirlo.
«En momentos en que las empresas buscan reemplazar sus reservas,
la capa terciaria en las profundidades del Golfo es una de las pocas
historias de exploración que ha sido exitosa», afirma
Zoë Sutherland, analista de Wood Mackenzie.
Los avances tecnológicos han sido fundamentales en el desarrollo
de estos pozos de crudo. Hace 10 años, por ejemplo, sólo
existía una torre de perforación de altamar capaz de
perforar en aguas con una profundidad mayor a 2000 metros. Hoy hay
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