Por una norma del Estado mendocino
los comercios ubicados en los establecimientos educativos deberán
incorporar frutas a su oferta de golosinas. Mendoza
> A partir del 2007 será obligatorio que los kioscos
de las escuelas de todos los niveles educativos de Mendoza ofrezcan
una merienda saludable. Eso es lo que acordaron los ministerios de
Salud, Economía y Desarrollo Social junto a la Dirección
General de Escuelas (DGE) y la Obra Social de Empleados Públicos
(Osep), según publicó el diario «Uno».
La idea es que los alumnos mendocinos, especialmente los de niveles
iniciales, comiencen a adquirir hábitos alimenticios saludables
que los alejen de los snacks y las grasas saturadas.
La merienda propuesta por el grupo interministerial y Osep será
efectivizada a través de una norma de la DGE que exigirá,
desde la licitación, que los kioscos ofrezcan alternativas
como frutas, verduras y lácteos.
“Mendoza no padece problemas de desnutrición aguda, pero
sí malos hábitos alimenticios que se traducen en el
no consumo de productos saludables que tenemos a mano en la provincia”,
analizó el ministro de Salud, Armando Calletti.
La intención gubernamental es que con esta política
se eleve la calidad de vida de la población previniendo sobrepeso,
obesidad, diabetes y problemas cardiovasculares desde la infancia.
No obstante, en el ámbito gubernamental saben que competir
contra productos que tienen una enorme estrategia publicitaria y marketinera
no será una tarea fácil. Por eso apuestan a la concientización
de los alumnos de menor edad.
Publicidad
Calletti señaló: “Nace un compromiso desde la
escuela que puede competir contra las publicidades. Cuando un niño
le dice a su padre que no fume, por ejemplo, se da ese caso y creemos
que con la comida va a suceder lo mismo”.
La iniciativa no apunta a mantenerse con controles o sanciones, aunque
habrá inspecciones bromatológicas, sino que busca una
convocatoria masiva por el método de la convicción,
la cual será trabajada en conjunto por Osep y la DGE.
“Para eso tenemos que contar con la compañía de
los familiares del alumno en su casa y de los docentes en la escuela,
apuntó la subsecretaria de Promoción para la Salud,
Claudia García, quien luego agregó: “También
queremos que los concesionarios de quioscos tengan la información
adecuada para los chicos de modo tal que les resulte atractivo el
consumo de esta alimentación”.
El consumo
En la década de 1980 comenzó en los Estados Unidos la
propuesta «Cinco al Día», que pregona que se puede
llegar a una dieta saludable si una persona consume cinco raciones
de frutas y hortalizas por día. En la Argentina esa idea se
cristalizó mediante la «ONG Cinco al Día»,
y su titular, Mariano Winograd, comentó al portal Nutrar que
Argentina era un país con un alto consumo de frutas y hortalizas.
Acotó que hace 20 o 30 años atrás se tenían
niveles de consumo similares a los europeos, pero comenzó a
decaer. Atribuyó el fenómeno a que otras industrias
comenzaron a hacer campañas comerciales muy fuertes, por ejemplo
los lácteos, las aguas minerales, los vinos y las cervezas.
«En la ciudad de Buenos Aires si uno come fuera de su casa seguramente
va a tener una gran oferta de comida chatarra y si uno quisiera almorzar
una fruta o una ensalada es más complicado», indicó.
Reconoció que los hogares están en este momento atravesando
una dura crisis económica que se refleja en que se tenga casi
al 50 por ciento por debajo de la línea de pobreza por lo que
«el consumo es de alimentos resistentes que llenan».
Describió que a los consumidores se los puede categorizar en
los siguiente tipos: el consumidor tradicional: consume comidas ricas
en alimentos energéticos, guisos con vegetales C, pastas, carnes
y, a veces, ensaladas. Se mira en ocasiones o casi siempre la TV mientras
se cena. Se busca priorizar más el precio de los alimentos.
Realiza poca actividad física. Prácticamente no se compra
comida fuera de casa, dijo.
El consumidor moderno - responsable: busca en la alimentos la salud
y el placer; se consume mucha cantidad de frutas y hortalizas, no
se mira prácticamente TV durante la comida, se realiza ejercicio
físico. Lleva a cabo una cocina saludable, equilibrada y casera.
Y por último el consumidor moderno-indiferente: realiza algunas
comidas en casa y otras comidas fuera de casa, tipo fast-food o pizzas,
empanadas y sándwichs. Se mira bastante TV, se realiza actividad
física. Importa la salud en la alimentación, pero es
un tema secundario.
Respecto a la forma de medir el consumo opinó que es muy variada,
por un lado se tiene los estudios de la FAO, que proponen el análisis
del consumo aparente, es decir a partir de las cartillas de disponibilidad,
se cuenta la producción y se la divide por la población.
Éste no es un estudio correcto, porque si así fuera
Argentina sería un país con disponibilidad abundante,
comentó.
La campaña que enseñará
a comer mejor
El Programa Nacional de Educación Alimentaria al Consumidor,
con el que se ilustrará a chicos y grandes de todo el país
y en todos los ámbitos sobre los beneficios de una dieta sana
y variada, fue presentado en sociedad.
El objetivo de la campaña, originada en un convenio suscripto
en abril último, es el de “iniciar y profundizar la concientización,
el cambio de conducta y el aprendizaje sobre la importancia de una
alimentación armónica y complementaria para así
mejorar la calidad de vida de los consumidores”.
La comunicación social a nivel masivo y comunitario con organizaciones
civiles y de defensa del consumidor serán dos de las primeras
líneas de acción a implementar. El programa abarcará
a todas las provincias del país y se contemplarán las
características de los productos regionales y los gustos y
hábitos de la población.
La campaña cuenta con el respaldo de la Corporación
del Mercado Central de Buenos Aires, que prestará asistencia
técnica en el renglón del programa destinado a las frutas
y verduras. Además, entre los organismos involucrados activamente
en el programa se cuentan el ministerio de Salud y Ambiente, la Secretaría
de Agricultura, Ganadería y Pesca, la Secretaría de
Medios de Comunicación de la Nación, y la Escuela de
Nutrición de la Facultad de Medicina de la UBA.
El subsecretario de Defensa del Consumidor, José Luis López,
destacó el impacto que tendrá el programa en la calidad
de vida de los argentinos, y comentó que una de las acciones
del plan será la de instruir sobre recetas y manipulación
de alimentos a un grupo de cocineras, que luego transferirá
ese conocimiento a asociaciones de consumidores.
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