Por Laura E. Rotundo
Las falencias del sistema de salud de la República Argentina
es un tema que perjudica, principalmente, a la mayoría de la
población de bajos recursos del país. Sin embargo, un
porcentaje importante de la clase media suele manifestar actualmente
que en el último año se registró un gran incremento
en las cuotas de la medicina prepaga y que se vuelve insostenible
mantenerlas.
El secretario de la Asociación Médica Argentina (AMA),
Doctor Miguel Galmés, asegura que no existe actualmente una
política de Estado completa, orientada a implementar un plan
de salud que involucre a todos los sectores del país.
En diálogo con La Mañana de Neuquén, este profesional
de la medicina destacó que no observa, de parte del actual
Gobierno, la voluntad de revertir los errores del sistema.
¿Cómo describe y califica a la situación
actual del sistema de salud argentino?
Ante todo, quisiera aclararte que la Asociación Médica
Argentina es una entidad académica, no gremial y por eso es
que las opiniones vertidas en esta entrevista serán a título
personal y como formadores de opinión y de recursos humanos.
Desde este punto de vista, nosotros interpretamos que el sistema de
salud argentino es bastante anárquico, tiene distintos niveles
de prestadores que en definitiva cumplen con la función de
tratar las enfermedades de los pacientes, pero que evidentemente “prestan”
una salud diferente de acuerdo al nivel socio-económico de
cada enfermo.
¿Cuáles cree que son las problemáticas
más urgentes a resolver por el Estado Nacional?
El Estado, ante todo, está encargado de la atención
del paciente sin recursos, que ingresa al hospital solicitando y demandando
que se le entregue la posibilidad de salud y los distintos nosocomios
de todo el país, que son distintos, prestan gratuitamente el
servicio.
De ahí a que se preste el servicio de la misma calidad que
puede brindarse en el nivel de los sistemas prepagos o sanatorios
privados, hay una gran diferencia y de hecho, dista bastante.
En primer lugar por la hotelería y en segundo término
por la cantidad de recursos NO humanos -en cuanto al apoyo que necesita
el personal médico para ejercer su especialidad-.
Lo que debería hacer el Estado Nacional es reconsiderar o redistribuir
la inversión que el país hace en salud, para que los
hospitales se encuentren totalmente equipados con la tecnología
apropiada para atender a cualquier enfermo y así poder solucionar
todos los problemas que se presenten.
También sería importante, reconvertir los hospitales
para trabajar no solamente por la mañana sino en horas corridas
o que se alcancen las diez horas diarias, además de las urgencias.
Por ejemplo, en el caso de la Ciudad de Buenos Aires, por la tarde
todo queda en manos de la Guardia. Es decir que hay toda una capacidad
instalada que no se aprovecha al 100 por ciento.
A nivel provincial, ¿difiere mucho la realidad de
los hospitales públicos?
En general, creo que no. Obviamente, por estar en contacto con gente
del interior del país, uno sabe que existen casos extremos
en determinadas zonas del país porque hay un gran déficit
de soluciones.
En el caso de la Capital Federal, se recibe mayoría de pacientes
del Conurbano Bonaerense y del interior que de su propio distrito.
¿Qué opina la Asociación de Médicos
Argentinos, de la cual Usted es Secretario, en relación a brindar
atención totalmente gratuita a tantos extranjeros de países
limítrofes en hospitales públicos?
Nosotros no creemos que se deba hacer ningún tipo de discriminación.
A título personal, sí considero que debería ofrecerse
a todo aquel que pague impuestos y recibe la atención por su
trabajo, sí tiene que recibir la atención en forma gratuita.
En cambio, aquellas personas extranjeras que no presenten documentación
alguna ni aporten con sus impuestos, sí debería tener
algún cargo en la atención… a través de
un bono o de su Embajada como para que el hospital público
pueda solventar los gastos.
Debería establecerse algún tipo de diferencia con quien
sí aporta para que el hospital se mantenga. No hay que quitarle
la prestación a nadie, pero sí se le debe ofrecer como
una contra-prestación.
De hecho, si los argentinos viajamos a cualquier lugar del mundo,
no recibimos atención gratuita en NINGÚN lugar.
¿Cómo cree que se lograría un acceso
equitativo a la atención sanitaria?
Con un plan de salud que involucre a todos los sectores y con un compromiso
del Gobierno de consultar a todos y permitir que conjuntamente se
elabore un plan consustanciado en todo el país. Seguramente,
el plan debería ir corrigiéndose con el tiempo pero
debería mantenerse como una política de Estado.
Desde la Asociación que Usted representa, ¿tuvieron
la oportunidad de elaborar alguna propuesta para elevarla al Ministerio
de Salud de la Nación
No. Nunca fuimos consultados.
A nivel personal, ¿cree que muchos argentinos ven
perjudicada su salud y finalmente mueren por no recibir una atención
médica adecuada, tal vez por no poder acceder a una obra social
o una prepaga?
No conozco casos en forma individual. La realidad es que los hospitales
públicos, a pesar de las falencias comentadas anteriormente,
cumplen.
Probablemente, y eso se aprecia en los planes que van desarrollando
los distintos gobiernos, en algunos casos una muerte se produce porque
el enfermo tarda en recibir la atención porque -generalmente-
por falta de educación o de recursos económicos, concurre
tardíamente al hospital.
Como profesional, ¿qué sistema del mundo tomaría
como modelo a seguir para que pueda implementarse en la República
Argentina?
No existe hasta ahora, en todo el mundo, un sistema que pueda ser
adaptable a las distintas realidades de cada país. Los sistemas
de salud difieren en cada lugar y también son cuestionados.
Por ejemplo, en Canadá donde no existe la medicina privada,
sino que es totalmente pública, la población se queja
por las largas colas que deben hacer para atenderse, por tener que
esperar mucho para operarse o por demorar tanto para recibir un tratamiento,
sobre todo en enfermedades crónicas.
Exactamente lo inverso sucede en Estados Unidos donde existe un sistema
totalmente privatizado y donde actualmente sufren una grave crisis
que preocupa a todos los norteamericanos de escasos recursos e incluso
al Gobierno, que lo marca en su agenda actual, como una de las dificultades
más urgentes a corregir.
Nuestro caso es complicado porque tenemos un sistema de salud público,
uno de obras sociales y otro de medicina prepaga. Es muy difícil
modificar todo sin que estas tres partes de la salud se vean involucradas…
es absolutamente disímil tener hospitales privados, hospitales
de comunidad, sanatorios, etcétera.
Insisto en que el plan de salud debería ser consensuado por
todos los sectores y armonizarse y comprometerse unos con otros.
¿Por qué cree que se llegó a esta penuria
en el sistema de salud?
Por que creo que nunca tuvimos una política de Estado completa,
sostenida y mantenida en el tiempo de los distintos gobiernos, mantenida
hasta el final.
¿Y hoy ve, por parte de este gobierno, alguna política
que vaya por ese camino?
No. |