Finalmente, y tras varios idas y vueltas,
Rosario Central le ganó la pulseada a Boca y recuperó
a uno de sus hijos dilectos, Cristian «Kily» González,
quien volverá a vestir la camiseta «canalla».
El presidente de la entidad rosarina, Pablo Scarabino, confirmó
que ya se llegó un acuerdo económico con el futbolista,
y solo restaba solucionar algunos «detalles» para la firma
del contrato. Incluso, el futbolista, que viene del Iner italiano, iba
a comenzar a entrenarse horas antes de firmar el contrato.
El único y gran problema existente para que el contrato de González
como así también el de Wanchope puedan ser registrados
en AFA, es que la entidad rosarina deberá levantar una inhibición
presentada por el ex técnico de ese club César Luis Menotti,
porque no le fue abonada una de las cuotas que se le adeudan por su
paso por ese club. Esa deuda forma parte de la convocatoria de acreedores
que mantiene Rosario Central.
El futbolista se mostró muy feliz con el acuerdo y agradeció
especialmente el esfuerzo de los integrantes del grupo inversor del
club, con Carbonari a la cabeza, para que las tratativas llegaran a
buen puerto. «Está todo bien y muy encaminado. Las
gestiones que llevaron adelante el grupo inversor y en especial «Petaco»
fueron muy importantes para que me decidiera por Central. Tenía
muchas esperanzas de que todo iba a arreglarse y finalmente se dio así,
más allá de que todavía faltan algunas cositas»,
indicó.