Ni con un hombre de más durante
buena parte del segundo tiempo Vélez pudo hacer la diferencia.
El elenco mexicano hizo un gran partido. Buenos
Aires > Las Chivas fueron mucho para un Vélez que
no demostró solidez y con la derrota por 2 a 1 la Copa Libertadores
se quedó sin equipos argentinos en las semifinales.
Vélez intentó tomar la iniciativa desde el comienzo.
A los 8, quedó solo Mauro Zárate y su disparo de emboquillada
se fue muy cerca del travesaño del arco defendido por Oswaldo
Sánchez.
Dos minutos después, una gran jugada de Ocampo, con apilada
incluida, por poco no termina en gol, solo le faltó fuerza
a su remate cruzado. Vélez era más, pero le dejó
un centímetro a su rival y casi le cuesta caro. Un gran remate
de Morales desde 30 metros se fue al lado del palo derecho de Sessa,
ante el susto generalizado en Liniers.
Vélez en el fondo daba la sensación de ser muy seguro,
mientras que la movilidad de los mediocampistas era la principal cuota
de desequilibrio ofensivo. Por el Guadalajara, el más peligroso
era el «Bofo» Adolfo Bautista, aunque estaba algo falto
de compañía como para generar peligro real.
Sin embargo, a los 25, un tibio ataque de las Chivas fue interceptado
en la puerta del área por un manotazo de Cubero y un minuto
después, Ramón Morales, de un soberbio remate cruzado,
cambió el penal por el 1 a 0.
El gol desequilibró al Fortín, que fue a buscar el empate
con muchas ganas pero sin contundencia en lo últimos metros
(lesionado Castromán y separado Rolando Zárate), y por
eso el resultado no se movió al llegar al descanso.
Un segundo tiempo con emoción
El Guadalajara siguió siendo más ordenado tácticamente,
y sumado al poco poderío ofensivo de Vélez, pudo manejar
los tiempos del partido con comodidad.
Y además era el más peligroso. Un cabezazo de Bautista
a los 8 fue enviado al corner con esfuerzo por Sessa. En el tiro de
esquina, el cabezazo de Reinoso dio en el travesaño.
Vélez quería e iba una y otra vez, pero prácticamente
sin pisar el área. Al equipo de Russo le costaba muchísimo
entrarle a las Chivas, y para colmo quedaba expuesto a la contra atrás.
Con la expulsión del mexicano Martínez a los 20, Vélez
encontró espacios, pero las ideas seguían sin aparecer
y terminó sufriendo a pesar de la ventaja numérica.
A los 27 avisó Bautista, la figura de la cancha, que en un
mano a mano con Sessa, se perdió el segundo. Pero exactamente
un minuto después no perdonó: tras un centro, remató
de zurda y de carambola dejó las cosas 2 a 0.
Nada cambió a pesar de que a los 37 llegó el descuento
de Batalla, con un tremendo remate desde afuera del área. El
gol les dio nuevos bríos a los fortineros para atacar, y le
agregó suspenso y emoción al cierre (necesitaba otros
dos goles) pero nada más que eso.
Vélez pago caro su juventud y sucumbió ante un equipo
superior que hizo un planteo tácticamente perfecto. |