El gobierno argentino continúa
amenazando con quitar concesiones a las petroleras. Neuquén
> La decisión de Evo Morales de nacionalizar los
hidrocarburos de Bolivia no hizo más que afianzar un proceso
que se viene repitiendo en la mayoría de los países
de América Latina. Evidentemente es un movimiento inverso al
de la década pasada y se da con distinta intensidad según
el país.
“Todo parece encaminarse hacia la formación de un grupo
de países “antiimperialistas”, entre los que se
encuentran Brasil, Argentina, Venezuela, Bolivia y Cuba, y en la vereda
de enfrente el resto (Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Uruguay)
que lentamente va adhiriendo a la posición de la primera potencia
mundial”, opina Paola Tassone de la Consultora Exante (ver página
4).
Sin embargo, en Ecuador recientemente el ministro de Energía,
Iván Rodríguez, anunció que en 60 días
se renegociarán los contratos con las petroleras, tras la reciente
aprobación de la Ley de Hidrocarburos que hizo caer el tratado
de libre comercio con los EUA. La renegociación se hará
con la nueva fórmula 50% para el Estado y 50% para las operadoras.
En este sentido, todavía queda definir lo que pase en Perú.
Si gana Ollanta Humala, quien está abajo en las encuestas,
el país tomará un rumbo parecido al de Chávez.
Es una incógnita que hará Alan García si triunfa
en las elecciones, como dicen hoy las encuestas.
Vale la pena recordar que en el mundo la mayor parte de los hidrocarburos
están en manos de empresas estatales y, hasta el momento, América
Latina había sido una excepción dentro del mapa internacional.
Proceso
Ahora bien, una cosa es clara: los Estados de la región se
están poniendo firmes y buscan quedarse con una mayor porción
de la renta petrolera, que en su mayoría perdieron durante
la década pasada.
El gobierno argentino ha tendido lazos de amistad con Chávez
y Evo Morales, aunque es dudoso que llegue a tomar medidas tan extremas.
Hay muchas amenazas de quitas de concesiones (incluso se habla de
una “lista negra” de compañías petroleras),
pero hasta el momento no hay nada concreto.
En este sentido, las acciones del gobierno sólo parecen una
estrategia para lograr que las empresas inviertan más en exploración
y, de esta manera, se aumente las flacas reservas hidrocarburíferas
del país.
Si se avanza en lograr alianzas de explotación de Enarsa con
compañías internacionales (ver página 7).
Además, con el aumento del petróleo el país aumentó
sensiblemente los impuestos a las petroleras mediante las retenciones,
que hoy se encuentran en un 45%.
En el mundo dominan las empresas estatales
Neuquén > Mas allá de lo que está
sucediendo en Bolivia, en el mundo son las empresas estatales las
que operan en los principales campos de extracción, tal es
el caso de Saudi-Aramco de Arabia Saudita, NIOC de Irán, KPC
de Kuwait, INOR de Irak, Adnoc de los Emiratos Arabes Unidos, NOC
de Libia, NNPC de Nigeria, Pdvsa de Venezuela y Pemex de México,
por citar sólo algunas. Se estima que esas empresas controlan
más del 80 por ciento de las reservas y 40 por ciento de la
producción en el orden mundial. En esos países las transnacionales
no huyeron despavoridas. Se asociaron con las petroleras estatales
o firmaron contratos de locación y en la actualidad obtienen
rentas millonarias. «Página/12» detalla cómo
se organiza el mercado donde el Estado sigue presente.
3 Arabia Saudita
Es por lejos el mayor proveedor de petróleo mundial. Según
el último anuario estadístico de British Petroleum,
concentra el 22,1 por ciento de las reservas y el 13,1 por ciento
de la producción. En diciembre de 1972 se acordó un
proceso gradual de nacionalización que culminó en 1988
con la creación de la Saudi Arabian Oil Company (Saudi Aramco).
Desde entonces, las multinacionales sólo operan en sociedad
con la compañía estatal, que se queda con la mayoría
de las ganancias.
Kuwait
Posee reservas de petróleo estimadas en 99 billones de barriles,
el 8,3 por ciento de las reservas mundiales. Ocupa la cuarta posición
en el ránking detrás de Arabia Saudita, Irán
e Irak. La industria del petróleo es controlada por el Estado
a través de la empresa Kuwait Petroleum Corporation (KPC).
La participación de empresas extranjeras se limita a contratos
de servicio firmados con British Petroleum, Chevron, Shell y Total
en campos ubicados en la frontera con Irak.
Irán
En la actualidad el Estado controla todos los eslabones de la cadena
productiva, limitando las inversiones extranjeras a un 25 por ciento
y con la obligación de hacerlas entrando en sociedad con un
iraní.
Nigeria
Es el principal productor africano y el undécimo en el ámbito
mundial con el 3,2 por ciento, según el anuario estadístico
2005 de British Petroleum. Más del 90 por ciento de los ingresos
por exportaciones que genera el país provienen del crudo. Los
yacimientos son explotados por las principales compañías
transnacionales como Shell, Mobil, Chevron y Elf, pero todas operan
en sociedad con la estatal Nigerian National Petroleum Corporation
(NNPC), que posee entre el 50 y el 80 por ciento de las acciones.
Sólo pueden participar en actividades de comercialización
las multinacionales que participan en exploración o explotación
de crudo.
Libia
Es la séptima reserva de crudo del mundo. La Compañía
de Petróleo Nacional (NOC) controla más del 65 por ciento
de la producción. La participación de las empresas extranjeras
sólo es posible asociándose con la firma estatal en
uniones transitorias de empresas que se reparten la producción.
México
El petróleo es monopolizado por el Estado a través de
la empresa Pemex. Posee 14,8 billones de barriles (1,2 de las reservas
mundiales), pero en los últimos años se han “mapeado”
zonas productoras en aguas profundas que podrían ampliar esa
cifra.
Venezuela
En la actualidad concentra el 6,5 por ciento de las reservas mundiales
de petróleo (quinta posición detrás de los principales
productores árabes). El gobierno de Hugo Chávez puso
fin recientemente a 32 contratos firmados con una veintena de petroleras
transnacionales durante la década del ’90. En su reemplazo
se crearon empresas mixtas donde la estatal Petróleos de Venezuela
posee como mínimo el 51 por ciento de las acciones, tal como
lo establece la Ley de Hidrocarburos de 2001. También se fijó
un aumento de las regalías. |