Lo repudiable fue el vergonzoso final,
con agresiones de todo tipo
protagonizadas entre jugadores, hinchas y la policía.
Neuquén >
El doloroso descenso de la Asociación Deportiva Centenario
se cerró con una bochornosa imagen de violencia dentro y fuera
de la cancha. Venció por 2-1 a Bella Vista, que terminó
imponiéndose en el global por 3-2 y logró desalojarlo
al torneo Argentino B.
Como era de presumir, los planteos iniciales mostraron la pretensiosa
y decidida vocación ofensiva del elenco local, en su obligada
búsqueda de revertir el 0-2 de la ida, en Bahía Blanca.
En tanto, el visitante propuso una doble línea de cuatro, un
enganche y arriba, el «Cota» Alvarez.
Las precisas habilitaciones de Albornoz comenzaron a desequilibrar
el férreo dispositivo defensivo de Bella Vista. Sin embargo,
de contra los bahienses mantuvieron en alerta a los tres del fondo
en la ADC.
Durante varios minutos, ambos equipos rondaron con relativo el arco
adversario. No obstante, la concentración y orden defensivo
de los dos equipos se impuso ante las naturales ambiciones de los
hombre de ataque. Un cabezazo por sobre horizontal de Muñoz,
fue lo mejor del equipo local.
Precisamente, la solvencia mostrada por uno y por otro en los últimos
metros, llevó el desarrollo del juego a la zona media y salvo,
una sorpresiva trepada de Bravo, quien por poco no alcanzó
a conectar un impecable pase de Albornoz; una fenomenal atajada de
Berra y otra interesante acción individual de Chavarría,
no pasó nada riesgoso sobre los arcos.
Salió con todo a jugar sus chances Centenario, presionó
con notable actitud y mediante gran amor propio, se metió decididamente
en el terreno rival. Y llegaron las emociones. A fuerza de coraje,
Cides ingresó al área y cruzó el disparo para
establecer el festejado 1-0. Pero faltaba uno más y llegó
en menos de dos minutos, cuando Albornoz aprovechó un rebote
y con el último aliento puso el 2-0, que desató el delirio
en el estadio del barrio Sarmiento.
Casi de inmediato, el técnico José Pardo modificó
el dibujo táctico para rearmar con cuatro la línea de
fondo. Pero toda la algarabía quedó congelada cuando
Arriagada frotó la lámpara y a través de un impecable
tiro libre, colocó la pelota en el ángulo y concretó
el descuento para los bahienses.
El lugar en el Argentino B volvía a cambiar de nombre y el
juego devino en imprecisiones casi generalizadas, además de
una excesiva pierna fuerte en cada pelota dividida.
El encuentro estuvo en los últimos minutos demorado por agresiones
entre algunos protagonistas, ante la pasividad del árbitro.
También el ingreso de hinchas de Bella Vista al campo de juego
retrazó el reinicio del juego, que en definitiva finalizó
con la impotencia de Centenario y un vergonzoso espectáculo
por lo incidentes registrados entre jugadores e hinchas.
Otra vez la irracionalidad de los violentos
Hay culpas repartidas y que nadie se lave las manos. ¿ Había
necesidad de tanto escándalo ?. Desde mucho antes se sabía
todo lo que estaba en juego, pero la dirigencia del fútbol
fue incapaz de organizar con la policía un operativo acorde
a las circunstancias.
Y lamentablemente, pasó lo que tenía que pasar ante
tanta inoperancia. La hinchada de Bella Vista llegó y antes
de ingresar al estadio, la emprendió con la casa de un allegado
a la ADC, quien habría radicado una denuncia penal. Con total
impunidad, unos 15 hinchas de Bella Vista, 5 minutos antes de finalizar
el juego, saltaron el cerco perimetral e ingresaron al terreno de
juego, mientras allí aumentaban sin control las agresiones.
Con el clima enrarecido, hinchas de ambos equipos comenzaron a retirarse
de la cancha y paralelamente se escuchaban los balazos de la policía,
tratando de dispersar a los más desaforados. En tanto, con
el pitazo final, dentro de la cancha se desató una verdadera
batalla campal. La irracionalidad ganó terreno. Las balas de
goma y gases lacrimógenos también. El operativo fue
totalmente desbordado y recién luego de varios minutos, llegó
la calma. El saldo primario arroja un par de demorados y algunos lesionados,
ninguno de ellos de gravedad. Un absurdo total, que el fútbol
no se merece. |