El fósil fue descubierto por
el antropólogo Rodolfo Coria, quien destacó que sería
el primer carnívoro con conductas sociales de la región.
Neuquén > La provincia de Neuquén
es una fuente de hallazgos paleontológicos de gran valor a
nivel mundial, tal es así que ayer se presentó oficialmente
al Mapusaurus, un dinosaurio carnívoro de más de doce
metros de largo, que habitó la Patagonia hace unos 90 millones
de años. El ejemplar es el único en su especie que se
ha hallado en el planeta, por lo cual se convierte en un referente
de estudio.
El Mapusaurus Roseae es pariente del Giganotosaurus, y fue encontrado
hace 10 años en el paraje Las Cortaderas, situado a 15 kilómetros
de la localidad de Plaza Huincul. Los descubridores fueron el profesor
Rodolfo Coria, de la Secretaría de Estado de Cultura de Neuquén,
y el Museo Carmen Funes, y el paleontólogo Philip Currie, de
la Universidad de Alberta, Canadá.
Los especialistas lograron publicar hace poco el hallazgo en la prestigiosa
revista francesa de paleontología «Geodiversitas»,
donde bautizaron al ejemplar como Mapusaurus, «lagarto de tierra».
Ayer, el espécimen fue presentado en la Sala Fernández
Rego, ubicada en la calle Vuelta de Obligado, de esta capital.
Este dinosaurio es uno de por lo menos siete encontrados en la zona
por los investigadores. “Desde 1995 y durante cinco veranos
estuvimos rescatando más de 300 huesos correspondientes a varios
ejemplares de distintas tallas Mapusaurus”, relató Coria.
Características
“Es un animal de gran porte, que supera los tres metros de largo,
liviano y de huesos muy esbeltos. Creemos que quizá se habría
desarrollado en manadas en la Patagonia. Se han hallado especies de
esta familia, pero nunca de Mapusaurus”, agregó el paleontólogo.
En el proyecto de excavación trabajaron varios especialistas
del Museo Carmen Funes y del Museo de Alberta, Canadá. “A
raíz de la publicación que estamos presentando, es un
animal que pasa a ser de referencia para el estudio de esta familia.
Va a ser muy importante porque será consultado por paleontólogos
a la hora de entender la problemática de la familia en su conjunto”,
indicó Coria.
Y agregó que “es pariente del Giganotosaurus que encontramos
hace dos años en El Chocón, y enriquece el abanico de
dinosaurios canívoros gigantes que vivieron en Sudamérica
hace unos 90 millones de años”.
El técnico Adrián Garrido, del Museo Carmen Funes, recompuso
artificialmente el cráneo de Mapusaurus, de unos dos metros
de longitud. Aún no se pudo realizar la réplica total
del animal porque, según detalló Coria, es un proceso
muy largo y costoso, y por el momento no se dispone de los medios
para poder hacerlo.
Sociabilidad
“Es la primera vez que tenemos la posibilidad de acceder a la
información de que dinosaurios carnívoros de gran porte
hayan tenido algún tipo de conducta social para este tipo de
linaje”, indicó el científico.
Por más de un siglo, dinosaurios carnívoros de gran
porte como Tyrannosaurus o Giganotosaurus fueron considerados animales
de hábitos solitarios. Pero recientemente se han identificado
evidencias que podrían suponer conductas más sociales
para este tipo de dinosaurios tales como el Albertosaurus de Canadá
y el mismo Mapusaurus neuquino.
Algunas especulaciones en este sentido sugieren que hábitos
sociales habrían podido vehiculizar estrategias de caza, lo
que habría permitido a grupos de Mapusaurus realizar acciones
de depredación sobre formas gigantescas de dinosaurios herbívoros
como Argentinosaurus, con el que habrían coexistido.
El secretario de Estado de Cultura, Reinaldo Labrín, reiteró
el apoyo de su organismo hacia la labor realizada por Coria y su equipo.
Además, anunció el lanzamiento de un plan de concientización
tendiente a proteger el patrimonio paleontológico de la provincia.
El estudio del Mapusaurus fue financiado por diversas instituciones
y personas, como la Municipalidad de Plaza Huincul, la Dirección
de Patrimonio de la Secretaría de Estado de Cultura, Rose Lettwin,
de la Wilburforce Foundation, y el autor de libros sobre divulgación
científica “Dino”, Don Lessem.
Campaña de concientización
El objetivo
es informar al ciudadano sobre la importancia del
patrimonio paleontológico.
Villa El Chocón > Los restos paleontológicos
y geológicos que se encuentran a lo largo del territorio de
la provincia han sido el blanco de quienes las sustraen del suelo
para luego venderlas en el mercado exterior. A pesar de las medidas
y las leyes sancionadas para garantizar el resguardo de este patrimonio,
los casos de robo y venta al exterior de algunas piezas no han disminuido.
“Estamos trabajando con el juez Guillermo Labate en este tema,
para aplicar penas severas a este delito” adelantó en
la conferencia de prensa Reynaldo Labrín, secretario de estado
de cultura de la provincia. “Desde mayo del año pasado
hasta la fecha se han decomisado más de 1.500 ejemplares y
la ley de contención que resguarda a estos elementos no tiene
la severidad que debería”, agregó.
Denuncias
Desde ayer, y según anunció el propio Labrín,
se va a lanzar, desde la Secretaría de Gobierno de la provincia,
un plan de concientización sobre los yacimientos paleontológicos
y geológicos con el objetivo de brindar a cada habitante de
la región la información necesaria y convertirlo así
en “el mayor cuidador de este patrimonio”.
Según destacó Labrín, la depredación de
las piezas se viene dando desde hace tiempo y en muchos casos con
gente profesional involucrada. “Hay paleontólogos que
han realizado excavaciones en función de vender las piezas
afuera, porque tienen un buen precio en dólares.”
Y es aquí donde radica la esencia del plan de concientización,
ya que se busca, principalmente, que sea el ciudadano el que denuncie
este tipo de situaciones.
“Necesitamos endurecer las sanciones y contar con la colaboración
de la población para que denuncien este tipo de hechos”,
concluyó Labrín.
La Ley provincial Nº 2.184/96 de protección del patrimonio
paleontológico y arqueológico obliga a las personas
que encuentren piezas a hacer la denuncia en las próximas 24
horas y dispone que, en caso de comprobarse el hallazgo en una obra
o yacimiento, o bien se paralice la actividad, o se sancione a los
responsables en caso de comprobarse el daño o remoción
de las mismas.
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