Enlutó a la comarca petrolera.
El avión, un Avro Bravo, cayó en la
meseta viniendo de Rincón.
Cutral Co > La tarde
del miércoles 14 de abril de 1976 había comenzado en
Rincón de los Sauces como muchas otras. La mayoría de
los obreros de YPF se aprestaba a continuar su rutina diaria, principalmente
durmiendo la siesta o tomando unos mates, mientras que una minoría
hacía sus valijas para volver a casa, beneficiados con días
de franco.
Uno de ellos era el doctor Rubén Terzano, que sufría
de algunas dolencias y por ello sus compañeros Badilla y Manqueo
le pidieron que no viajara enseguida, que esperara el vuelo de las
17, que venía de Catriel, pasaba por Rincón y después
seguía para Cutral Co.
Badilla, contaría después Manqueo, se detuvo a comprar
en un kiosco y no alcanzó a subir, pero sí lo hizo Terzano.
Pocas horas después fueron advertidos del accidente y debieron
ellos mismos, en su calidad de enfermeros, llegar hasta el lugar de
la tragedia en asistencia a los supuestos sobrevivientes. La caída
del avión Avro Bravo, ocurrida hace 30 años, es la mayor
tragedia de la aviación neuquina.
Los Avro Bravo eran aviones de fabricación inglesa, que no
habían mostrado problemas en su desempeño, aunque luego
del accidente surgieron varios antecedentes en ese sentido. Volaban
de manera diaria hacia los yacimientos de petróleo exclusivamente
con el personal de YPF, por ello las 37 víctimas eran empleados
de la estatal, 34 de ellos trabajadores y los tres restantes eran
la tripulación.
La causa de la caída, se determinó luego, fue una falla
en una de las alas. A la pieza se la halló a dos kilómetros
del resto del avión, casi entera, a diferencia del resto del
aparato del que sólo quedaban restos muy pequeños, lo
que hizo pensar que el ala se cayó en pleno vuelo.
Ante la noticia del accidente, las autoridades militares que apenas
habían tomado el poder unos días antes pensaron en un
atentado, pero a poco de investigar se corroboró que era una
fatalidad. Sin embargo las sospechas hicieron que los familiares de
las víctimas sólo se enteraran muchas horas después
y en la mayoría de los casos por vecinos o allegados, ninguna
información oficial de la empresa o las autoridades.
En el instante en que se derrumbó el avión muchas vidas
se vieron afectadas y muchos interrogantes quedaron sin respuesta.
Badilla, por ejemplo, que salvó su vida al comprar en el kiosco,
o Raúl Contreras, que no tenía que viajar pero quiso
volver antes a casa y un compañero le dejó su lugar.
Decenas de historias signadas por el destino.
Los familiares no recibieron el cuerpo de las víctimas porque
era imposible reconocer los restos. Fue un sepelio multitudinario,
con cajones cerrados que casi nadie puede decir qué contenían.
La mayoría quedaron en una tumba común, donde luego
se construyó un altar y luego YPF depositó una placa
con los nombres de todas las víctimas y a modo de homenaje.
Hubo 37 muertos
Cutral
Co > La familia ypefiana todavía llora a las víctimas
de la caída del avión, aunque muchos de los habitantes
de esta ciudad ahora casi no las recuerdan y tal vez nunca las hayan
conocido.
Para preservar la historia vale recordar el nombre de quienes perdieron
la vida en el accidente:
Marcelino Porro -Jorge Vázquez -Jesús Reyes -Hugo Sandoval
-Teodoro Sandoval -Agapito Bustos -Felix Marín -Sixto Rojas
-Carlos San Martín -Mario Sanbueza -Abelardo Campos -Ángel
García - Abdon Abarzúa -Carlos Retamal -Mario Casanova
-Omar Carbone -Carlos Rodrigo -Daniel Arcusa -José San Martín
-Juan Rodríguez Yáñez -Anacleto Baigorria -Gabriel
Giménez -Juan Sepúlveda -Domingo Durán -Ricardo
Seru -Florentino Zuñiga -Paulino Catricura -Joaquín
Nieto -Ramón Sosa -José Bascuñán -Raúl
Contreras -Aldo Carrizo -Juan Peduzzi -Rubén Terzano.
Se le cayó un ala en el vuelo
Haciendo instrucción en Aeroparque, el Avro Bravo
sufrió un aterrizaje forzoso. El ala se había dañado
y fue reparada.
Cutral Co > El avión Avro Bravo que cayó
en 1976 era considerado como confiable en aquella época, pero
la extraña pérdida en vuelo de un ala hizo que se dudara
de la fiabilidad de su construcción.
Agustín Pérez fue piloto durante varias décadas
en YPF y además contemporáneo de los tripulantes que
murieron en la tragedia del ’76. Según su versión,
que quedara registrada en el documental Zoom de JV Producciones, 5
a 6 años antes de que ocurriera el accidente el avión
sufrió un aterrizaje forzoso “haciendo instrucción
en Aeroparque”.
Ninguno de los que tripulaban la nave notaron lo violento de la maniobra
hasta que recibieron la advertencia del operador de torre, que les
recomendó revisar la aeronave. “Allí notaron que
se había torcido, llegaron ingenieros de Inglaterra y se reparó
lo dañado. Las alas no se habían torcido por lo que
supongo que las revisaron y quedaron igual”. Las autoridades
nunca lo relacionaron, pero quizá de manera imperceptible las
alas no se encontraban en estado de uso óptimo.
Lo cierto es que en pleno vuelo, a pocos kilómetros de Cutral
Co, sobre la meseta Esperanza, el avión cayó desplomado
tras haber perdido de cuajo una de sus alas.
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