Sierra Grande (Río Negro) (Télam)>
A partir de la reactivación de la Aduana de un puerto
vital mineralero de Sierra Grande, Río Negro, desactivado desde
hace trece años, podrá operar en comercio exterior la
Compañía Minera Sierra Grande SA, propiedad de un grupo
inversor chino, que perteneció a la disuelta empresa Hipasam.
En su momento, la actividad daba trabajo directo a 1.300
personas y procesaba 600 mil toneladas de hierro al año.
Luego de trece años de inactividad, la Dirección General
de
Aduanas y autoridades del gobierno de Río Negro, reinauguraron
el puerto mineralero de Sierra Grande.
De esta manera, se puso en marcha el proceso de reactivación
de la mina más grande de América del Sur, que perteneció
a la disuelta empresa Hierro Patagónico de Sierra Grande Sociedad
Anónima Minera (Hipasam) y que fue transferido al grupo inversor
chino A. Grade Trading por 6,4 millones de dólares estadounidenses.
El primer embarque de la Compañía Minera Sierra Grande,
que partió rumbo a China, fue de 62.500 toneladas de concentrado
de mineral de hierro y fue acopiado en el buque carguero «lazzez»
(de bandera panameña).
La Dirección General de Aduanas informó que trabajó
en la
definición de la zona primaria aduanera y en coordinar la
operativa de embarque con los controles aduaneros
correspondientes. La decisión de inversión china posibilitada
por la gestión de la Aduana implica la reactivación de
la actividad productiva para toda la región de Sierra Grande
que, luego del cierre de Hipasam, perdió 1.300 puestos de trabajo
directos y la posibilidad de procesar 600.000 toneladas de pellets de
hierro.
Cabe recordar que el cierre de Hipasam en 1992 había generado
fuertes reclamos que no tuvieron respuesta, a pesar de la promesa electoral
del ex presidente Carlos Menem.
En el año 1993 la mina subterránea más grande de
Latinoamérica pasó a manos de la provincia con el nombre
de Hierro Patagónico Rionegrino Sociedad Anónima (Hiparsa).
Los proyectos y las promesas de reactivación de la mina y la
posibilidad de explotar comercialmente la piedra caliza, en la
década del 90, nunca se convirtieron en realidad.
Como contrapartida del cierre, la población de Sierra Grande
se redujo a la mitad en relación a la de 1991 y la desocupación
llegó al 31 por ciento.
No obstante, las autoridades creen que, a través de la
operatoria portuaria de comercio exterior dispuesta por la Aduana y
de la instalación de la Compañía Minera Sierra
Grande SA, esa situación es posible de revertir.