Preocupación
Venezuela tomó el control de los campos petroleros administrados
por la francesa Total y la firma italiana Ente Nazionale Idrocarburi
(ENI) en una demostración de fuerza contra aquellos que se resisten
a los esfuerzos del presidente Hugo Chávez que busca obtener
mayores ganancias derivadas de los altos precios del petróleo.
La acción dejó en evidencia que Chávez está
listo para enviar de vuelta a casa a los gigantes petroleros a no ser
que ellos jueguen según las nuevas reglas, pero los expertos
dicen que la táctica podría avivar el temor de los socios,
que Venezuela necesita para desarrollar las potencialmente mayores reservas
de crudo del mundo.
El ministro de Energía, Rafael Ramírez, anunció
que la corporación estatal PDVSA tomó el control de los
campos petroleros de Jusepin y Dación, operados por Total y ENI,
respectivamente, que en conjunto producen unos 115.000 barriles de crudo
por día, después que esas dos empresas rechazaron cambiar
sus convenios operativos a la figura de empresas mixtas.
En desafío al gobierno, la firma estadounidense Exxon Mobil vendió
el 25% de las acciones que tenía del campo Quiamare-La Ceiba
que produce unos 15.000 barriles de petróleo diarios, en lugar
de aceptar condiciones contractuales más rígidas.
Aunque las tres empresas disidentes se cuentan entre las seis compañías
petroleras más grandes del mundo, Ramírez fue tajante.
«Hemos dicho que no vamos a atropellar a nadie, pero tampoco podemos
aceptar que se atropelle», indicó y añadió
que «las empresas que se no ajusten a nuestras leyes, nosotros
simplemente no queremos que sigan en el país».
Los campos tomados estaban entre los 32 yacimientos petroleros cuyos
convenios operativos firmados entre 1990 y 1997 fueron declarados ilegales
de acuerdo con la nueva legislación de hidrocarburos vigente
desde fines del 2001.
Exxon, la mÁs grande
El elevado precio del crudo en los mercados internacionales permitió
a Exxon Mobil convertirse en la empresa más grande de Estados
Unidos y desplazar a Wal-Mart del tope del ranking de las 500 mayores
empresas de ese país que elabora la revista Fortune y que la
cadena de supermercados había liderado por cuatro años
consecutivos.
Con ventas por US$339.938 millones y ganancias por US$ 36.130 millones
de dólares, la petrolera tuvo el año pasado las cifras
más altas de ingresos y beneficios de una empresa estadounidense
en la historia. El “top ten” del ranking lo completan
la petrolera Chevron, Ford, la petrolera ConocoPhillips, General Electric,
el Citigroup, la aseguradora AIG e IBM. |