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El concurso sirvió de excusa
para mostrar las bondades de esa zona de la provincia que piensa convertirse
en un centro turístico.
Andacollo > El
4 y 5 de marzo últimos se llevó a cabo el Fin de Semana
de la Trucha en Andacollo y Los Miches. Casi un centenar de pescadores
de toda la provincia y de Río Negro se acercaron a esos dos
pueblos paradisíacos refugiados en medio de las montañas
del norte neuquino, en busca de la presa más grande.
El evento, organizado por las intendencias de ambas localidades y
la Subsecretaría de Turismo provincial, sirvió para
darle impulso a la movida turística que se le piensa otorgar
a esa zona norteña.
Fue un fin de semana soleado y caluroso, demasiado para pescar truchas.
La competencia se dividió en dos especialiades: fly casting
y spinning, y una vez que eran atrapados, los peces se devolvían
al agua, luego de ser medidos, para reservar el recurso ictícola
de los ríos.
Los “mosqueros” debieron castear mucho, porque el pique
no era bueno, y las piezas bastante pequeñas. “En el
tercer tiro enganché una trucha de 50 centímetros por
26”, contó León Ojeda, que viajó desde
Neuquén. “No hay piezas muy grandes porque hace calor”,
señaló el pescador que hace más de diez años
se dedica a ejercitarse con la mosca.
Paraíso montañoso
Más allá de que la pesca no fue la ideal, todos los
que llegaron a ese paraíso ubicado en medio de la cordillera,
demostraron su felicidad de participar de un encuentro amistoso y
de gran camaradería. La amabilidad y buena predisposición
de la gente del norte fue el comentario más frecuente durante
el fin de semana.
El sábado, la jornada comenzó a las siete de la mañana
con un desayuno poderoso con pan casero, queso y mermeladas elaboradas
por los pobladores de Andacollo. Y cuando el sol ya mostraba todo
su esplendor, los pescadores fueron llevados al Nahueve, un río
de aguas cristalinas de deshielo. Con las montañas de telón
de fondo y un cielo límpido, ataviados con sus trajes impermeables,
los hombres se internaban en el río, al acecho de sus presas.
Niños, mujeres y hombres de Cutral Co, Roca, Cipolletti, Neuquén,
Chos Malal, entre otras ciudades, llegaron para conocer Andacollo
y los Miches, con el pretexto del concurso de pesca. Tal es el caso
de Carlos Navas, un neuquino que peina canas y que ha recorrido miles
de kilómetros para atrapar truchas: “no conocía
este lugar, es muy lindo”, aseguró mientras contemplaba
el paisaje. “Es una lástima que el río esté
tan bajo”, se lamentó, luego de una jornada sin mayor
éxito deportivo.
Delicias regionales
El sábado por la noche se realizó una gran cena en la
que los comensales pudieron deleitar chivo al asador, acompañado
con ensaladas y vino, con una buena sopa como último plato.
Y luego de la comida se presentaron grupos folclóricos locales.
El día terminó al ritmo de la cumbia colombiana, cuando
varias parejas se animaron a prenderse al baile.
La mañana del domingo fue calcada a la anterior, con un cielo
espléndido. La segunda jornada del concurso fue similar a la
primera: calor y pique mediocre. Cuando alguien sacaba una trucha,
un guardafaunas la medía y enseguida era devuelta al río.
“Nosotros, como en todos los torneos, nos encargamos de la fiscalización,
de que los pecadores cumplan con el reglamento. Además medimos
los peces y anotamos en una planilla los resultados, por los cuales
después se determina su peso”, aseguró el Jefe
del Departamento Técnico del Cuerpo de Guardafaunas, Román
Van de Genatche.
Al mediodía el concurso finalizó y los participantes
se dirigieron a una carpa ubicada en Los Miches, donde se realizó
un frugal almuerzo. Los lugareños prepararon un ternero al
horno que sació a todos.
El weekend de la trucha en Andacollo y los Miches finalizó
con la premiación de los ganadores. En la modalidad fly casting
el primer y segundo puesto fue para Juan Vera, con dos truchas de
1,300 kilogramos cada una; y el tercero para León Ojeda, una
trucha de 1,227 kilogramos. En la modalidad spinning el ganador fue
Fabián González, con una trucha de 2,100 kilogramos;
el segundo lugar fue para Manuel Ferreyra, con una presa de 1,408
kilogramos; y el tercer puesto para Marcelo Antoñotti, con
una trucha de 1,296 kilogramos.
Un pueblo que brilla
Andacollo
> Al noreste de la provincia de Neuquén, y a 1.113
metros sobre el nivel del mar, se encuentra esta pequeña localidad,
que antaño fuera tierra de los pehuenches, y que fue fundada
el 26 de octubre de 1.810 por inmigrantes chilenos. El poblado se
levanta en un valle franqueado por la Cordillera del Viento, y su
nombre es de origen quechua y aimará, que significa «que
brilla en lo alto».
Esta zona se destaca por su riqueza minera, lo que con el correr de
los años ha generado innumerables leyendas vinculadas con «la
quimera del oro». La multinacional Barrick tiene una planta
instalada allí.
Desde el Cerro de la Cruz se puede observar toda una inmensidad que
abarca al pueblo, el río Neuquén, los cerros Huaraco
y Centinela, y la imponente Cordillera del Viento.
Las celebraciones populares más tradicionales del lugar son
la Fiesta del Venado y la del Productor del Norte Neuquino, que se
realiza la primera quincena del mes de enero y dura tres días,
y convoca a cientos de turistas de toda la región.
Fin de Semana de la Trucha
El turismo es el objetivo
Desde hace unos seis años, las autoridades buscan
impulsar esa actividad en la zona.
Los visitantes a Andacollo aumentan casi un 40 por ciento
año tras año,
por eso se incentivará a los inversores a construir hosterías
y cabañas
para albergar a los turistas.
Andacollo > Los organizadores del Fin de Semana
de La Trucha en Andacollo y Los Miches, realizado el 4y 5 de marzo
últimos, se mostraron contentos con la convocatoria, y expresaron
la intención de que el evento se repita todos los años.
“Aquí puede venir gente no sólo de la provincia,
sino de todo el país; estamos trabajando para que el norte
sea una alternativa turística”, señaló
el intendente de Andacollo, Víctor Sandoval.
“Hemos trabajado para esto con toda la comunidad; la gente lo
ha recibido con mucha alegría. Pretendemos que esto crezca”,
indicó el funcionario, visiblemente conforme con el desarrollo
del torneo de pesca.
Según la directora de Turismo de Andacollo, Marité Soto,
“hace seis años que estamos trabajando para darle impulso
al turismo. Estamos muy contentos por la actitud de la gente”.
Y aseguró que los que más necesita su localidad es infraestructura:
“apostaremos a los servicios y a la capacidad de alojamiento
de gente. Se van a impulsar créditos del Iadep para quienes
quieran construir cabañas”, aseguró.
Hace pocos meses se terminó el plan de ordenamiento territorial
de Andacollo, lo que le permitirá estructurar la morfología
del pueblo, en caso de que prospere turísticamente y haga falta
levantar más edificaciones.
“El norte es un gigante dormido, que está despertando
despacio, y sin descuidar el medio ambiente”, indicó
la directora de Turismo local, quien señaló que año
tras año crece entre un 30 y 40 por ciento la cantidad de personas
que visita Andacollo. “En 2005 vinieron más de 3.500
turistas, muchos de ellos extranjeros, de chilenos, alemanes austríacos”,
finalizó Soto.
La economía de este pueblo de unos 3.500 habitantes, depende
fundamentalmente de sus riquezas mineras, forestales y pesqueras,
y de la ganadería caprina. Por lo cual, el desarrollo de la
actividad turística podría significar una buena opción
para el sustento de sus pobledores.
«Tenemos todo el apoyo de la Provincia, y fundamentalmente de
la gente de Andacollo, para llevar adelante este proyecto»,
indicó Soto, a quien se la notó muy optimista.
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