Por: Ignacio Iriarte
Analista del mercado ganadero.
La oferta ganadera se mantiene relativamente reducida, a causa del
calor, de los efectos de la seca, que aplasta la hacienda, de la restringida
oferta del feedlot, y también por la incertidumbre que domina
el mercado desde noviembre pasado.
Los operadores están advirtiendo al Gobierno que, si costó
“estirar” la hacienda en los feedlots hasta los 260 kilos
sin que se engrase excesivamente, llevarla hasta los 280 kilos significará
una dificultad aún mayor. Ni hablar de un animal de 300 kilos.
Hasta ahora, se han hecho experiencias piloto de recría a corral,
con resultados exitosos en animales cuartinos o cruza cebú,
cuyo engrasamiento es notoriamente más difícil que un
negro, un pampa o un careta.
Los técnicos que sostienen que la recría a corral es
posible se dividen en dos escuelas: por un lado, los que creen que
la restricción debe darse en el volumen y no en la calidad
de la alimentación, con una ingesta que no debe superar el
dos por ciento del peso vivo del animal; y por el otro lado los que
piensan que la recría debe hacerse sin restringir el volumen,
pero si con alimentos voluminosos de menor calidad (silo, rollo, entre
otros) que no lleven al animal a engordar por encima de los 800/900
gramos diarios y evitando así el engrasamiento.
El problema es que el 75 a 80 por ciento de las terneras que se encierran
en los corrales son de razas británicas, que con cualquiera
de las dos dietas (restringidas en volumen o en calidad), resulta
muy difícil de evitar que se engrasen antes de los 280-300
kilos. Algunos feedlots están comprando lotes de terneras,
que son clasificadas antes de entrar a los corrales según su
frame, reteniendo las de estructura más grande para el corral,
y derivándose al campo para su recría las de tamaño
más tradicional.
En cualquier caso, aun tratándose de terneras del llamado new
type, queda claro que para el feedlot, que es el principal proveedor
de hacienda liviana del país, el peso mínimo de 300
kilos va a ser una restricción difícil de superar. Ahora
se habla que el Gobierno aplazaría nuevamente la entrada en
vigencia de la resolución 645 (varias veces ya modificada).
La caída de la oferta, que arranca en octubre último,
es consecuencia de los factores apuntados en primer término
(calor, seca, incertidumbre, estacionalidad), pero podrían
estar empezando también a reflejarse las pobres pariciones
que empiezan a darse a partir del 2003, con la seca en buena parte
del país. Llama la atención la menor oferta de machos
(novillos y novillitos), que es la producción genuina del rodeo.
Mientras tanto, el consumo se está mostrando voraz, y dispuesto
a absorber sin bajas de precios los entre seis y 10 kilos que se están
dejando de embarcar al exterior. |