Crosa había puesto en ventaja
al Sabalero, pero Patricio González igualó. Se produjo
el retorno de Horacio Ameli al elenco de Santa Fe. Buenos
Aires > De antemano estaba bien clarito que la igualdad
no le servía a ninguno de los dos, pero, si bien tanto Arsenal,
como Colón, dejaron todo, el partido se cerró con 1
a 1, que sobretodo no benefició para nada al Sabalero, que
se perdió la chance de alcanzar la punta.
El debut del peligro llegó de la mano de Hirsig, quien lo tuvo
mano a mano, pero De Olivera tapó dos veces. Y, cosas del fútbol,
en la primera que tuvo el Sabalero, abrió el marcador con un
cabezazo bárbaro de Crosa.
Con la misma fórmula y con idéntico resultado, respondería
Arsenal. Del centro de Caffa, la peinaron en el área y Patricio
González lo fusiló a De Olivera. Todo estaba como al
principio: era justo. Pero, motivado por la circunstancia, sería
el local el que haría más méritos para llevarse
el triunfo en los primeros 45.
Nada cambió
La fisonomía del partido no cambió en el complemento.
Arsenal, a través de Raymonda, Hirsig y compañía
tenía el control de la pelota. Colón sufría la
falta de Fuertes y de Giovanni (estaba, pero inactivo). Bauza lo mandó
a la cancha a Rimoldi en lugar del flojo Capurro.
Antes de que eso ocurriera, casi Hirsig mete el segundo, tras un buen
centro de Raymonda. Colón quería imponer su juego, pero
los del Viaducto lastimaban en la contra. Así estaba planteado
el partido.
Con la lesión de Crosa, se produjo el regreso a las canchas
del Coco Ameli. Faltaba peligro en las áreas y el ingreso del
central se convertía en la novedad más importante de
un partido que empezaba a carecer de situaciones de riesgo. Y de emoción,
claro.
Los dos parecieron conformarse con la igualdad. Ninguno tuvo ideas,
mínimas siquiera, como para revertir la repartición
de puntos. Por eso, y por lo que hicieron ambos (mejor dicho, por
lo que no), el empate le quedó bien al partido. |