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Durante las últimas semanas, la falta
de Gas Natural Comprimido (GNC) y los efectos de la crisis energética
fueron portada de varios matutinos nacionales. Fausto Maranca es el
Presidente de la Cámara Argentina del GNC y del Grupo GNC Galileo.
En diálogo con La Mañana de Neuquén,
el empresario aseguró que las noticias se magnifican y que, si
bien “estamos al borde”, las obras que ya están en
construcción, favorecerán a la normalización del
sector.
En primer lugar, me gustaría saber ¿cómo
observa a la industria del GNC hoy en nuestro país?
Es un tránsito de veinte años, donde se mantuvo una
relación con cada gobierno que pasó... a todos tratamos
de hacerles entender la importancia de este proyecto, que es reemplazar
combustibles de más corta vida, más caros y más
contaminantes por uno de más larga vida, menos contaminante
y mucho más económico.
La economía viene por no ser un commoditie de exportación
sino ser un combustible regional dentro de una región donde,
ya sea Argentina, Bolivia, Brasil o Perú tienen gas y, por
lo tanto, el precio es mucho más controlable que en los combustibles
líquidos.
La importancia de este proyecto es tan grande que hoy Argentina es
líder a nivel mundial, ya sea por su situación interna,
porque disponemos de 1.400.000 vehículos y 1400 estaciones
en toda la República, salvo en las provincias que no tienen
gasoductos.
Pero, además de la situación interna que hoy día
usa en Gas Natural Comprimido como sistema para llevar gas a localidades
que no tienen gasoducto troncal y que es un nuevo estándar
internacional y que también se está exportando, toda
esta tecnología es de un nivel tal que conquistó ya
los cinco continentes del mundo y estamos exportando... ya sea conversión
de vehículos, estaciones de servicio, sistema de transporte
de GNC sustituyendo el gasoducto troncal, ya que es un sistema de
menor inversión y de más rápido retorno en localidades
relativamente chicas.
Es decir que para Usted la situación es positiva...
Sin duda es positiva. Localmente, el mercado ya está amesetado
y no está a los niveles de mediados del año pasado porque,
evidentemente, al haberse acelerado la conversión bajó
el mercado disponible.
Además, la inflación hizo que los combustibles líquidos
aparezcan no tan caros como al comienzo y, asimismo, hubo ajustes
en la tarifa del gas natural que eran necesarios para incrementar
la explotación y la exploración de nuevos pasos... por
todo esto, el mercado de conversión se redujo.
El frío de los últimos días tuvo un
impacto económico para algunas empresas, ya que creció
el consumo de gas en los hogares y entonces los dueños de algunas
estaciones de GNC sufrieron los efectos de la escasez energética.
¿Cómo evalúa Usted esta situación?
Creo que se agrandó mucho el problema. Fue un día y
medio, uno de los días era domingo, por lo que no fue muy representativo...
sin embargo, fue noticia de primera plana de los matutinos más
leídos.
Sobre 1.400 estaciones, tener 37 inactivas un día y medio,
no es algo significativo ni un colapso del sistema.
Esto se dio en una sola distribuidora, justo antes de que se terminen
las obras del gasoducto de la transportadora de Gas del Sur, que dentro
de unos días estará finalizada la primera etapa de la
obra y dará unos 400.000 metros cúbicos de gas diarios
al sistema. El período final de la obra contará con
casi tres millones de metros cúbicos más por día
y también, la transportadora del Norte que para setiembre terminará
otras construcciones.
Para el 2006 hay una reforma prevista del gasoducto San Martín
que va a proveer cerca de veinte millones de metros cúbicos,
reemplazando la misma cantidad que iba a venir de Bolivia, ya que
allí se encuentran en una situación de desgobierno y
no se pueden hacer contratos a largo plazo, en este momento...
Sin embargo, cuando en Bolivia pase esta situación, se va a
dar cuenta que tiene que ser la proveedora de gas de este Cono Sur,
a precios y condiciones apropiadas para la región.
Se dijo que fueron 300 las estaciones que no ofrecieron el
servicio...
No. Sucedió que esas 300 despacharon todo su contrato, correspondiente
al firme, pero enseguida reclaman que “en épocas normales
es el firme más lo que uno quiere tomar”... pero era
un domingo justamente.
Los primeros días de mayo se registró un aumento
de entre 6 y 8 centavos en el GNC; ahora se prevé que haya
un nuevo incremento en junio para que después el precio quede
congelado hasta bien entrado el 2006. ¿Esto permitirá
que haya un desarrollo normal dentro de la industria del GNC?
En realidad los aumentos en mayo fueron dos. Uno el del Gas Natural
y otro como cuota de fideicomiso, justamente para realizar las obras
que ya le describí. Seguramente, el próximo aumento
no será tan trascendente... tal como lo dijo Usted el último
aumento será en junio será solamente del gas, en lo
que es la última etapa del sendero de precios... esto es parte
de un acuerdo del gobierno de mayo del año pasado que establecía
cinco aumentos.
Para el GNC habrá sí, un impasse hasta agosto de 2006.
A partir de julio de este año, los grandes consumidores y generadoras
eléctricas le comprarán el gas a las petroleras en un
sistema libre de precios, pero acotado a un valor promedio entre las
tres cuencas gasíferas... por lo tanto, tienen un máximo
de precio que puede alcanzar.
Cuando pase un año de esta experiencia, recién el GNC
comprará directamente el gas a las empresas.
Esto sucederá cuando finalicen las obras...
Entendemos que esto pasará cuando las obras que comenté,
ya estén funcionando junto con otro anuncio del gobierno que
es la ley de incentivos fiscales para la exploración y explotación
de pozos gasíferos petroleros (que consiste en la devolución
del IVA y la amortización acelerada de las inversiones).
Las obras y las medidas impositivas permitirían que, en agosto
de 2006, tengamos una sobreoferta de gas que harán que se mantenga
un precio totalmente aceptable para continuar con este proyecto.
¿Usted cree que hoy existe una crisis energética
en Argentina o que los medios agravan la situación?
Para mí, los problemas suelen agrandarse. Evidentemente, sí,
estamos al borde pero también estamos en la misma situación
con las calles, porque se venden más autos... no estamos diciendo
que se atrasaron las inversiones en carreteras para poder vender más
vehículos. Doy este ejemplo absurdo para explicar que estamos
saliendo de una crisis, estamos saliendo de que la energía
en Argentina es la más barata del mundo y por lo tanto, es
un caso muy difícil de resolver. Con precios internacionales,
tendríamos toda la energía de un día para el
otro... a precios regionales, que quieren defender los que estamos
usufructuando la energía para el progreso económico
del país, pretendemos que este valor responda a costos argentinos
y regionales.
Esta ecuación hay que resolverla a diario con negociaciones
porque nuestra energía está en manos de empresas privadas
que, evidentemente, cuidan sus negocios y Argentina intenta hacer
lo mismo.
Dentro de este esquema, ayudados por las represas -que ahora tienen
suficiente agua y, por lo tanto, hay una generación hidráulica
bastante sostenida más el resultado de las obras y más
adelante, los efectos de la ley de promoción... van a ir resolviendo
los inconvenientes paulatinamente.
El jueves, un matutino nacional tituló su suplemento
económico expresando que “las grandes industrias prevén
sufrir cortes de gas” y una encuesta del Centro de Estudios
de la Producción revela que el 82 por ciento de las empresas
tomó medidas para enfrentar la crisis, con un aumento de costos...
¿qué medidas puntuales deberían tomarse para
revertir este panorama?
No estoy muy al tanto de qué empresas se trata, pero sí
empezamos a ver... hay empresas de volumen, que ya están exportando
por ejemplo y un aumento de la energía debería estar
considerado dentro de los valores internacionales con los cuales están
exportando.
Generalmente, el costo de la energía no es tan relevante en
los productos industriales, a menos que se trate de productos primarios.
Los que manejan solamente mercados internos, evidentemente el aumento
lo revestirán en sus precios, que es una situación lógica
en todo país que devalúa y que, al cabo de “x”
tiempo, sus costos internos vuelven a ser parecidos a costos internacionales.
Creo que sería de buen gusto que los costos internos no sean,
como en la época del 1 a 1, uno de los más caros del
mundo. Todos los precios, con el tiempo, en Argentina retomarán
un nivel en moneda dura pero habrá también una política
que los mantenga acordes al nivel socio-económico del país.
¿Cómo observa el accionar del gobierno en relación
a la industria del GNC? ¿Cree que para el oficialismo el GNC
es realmente una Política de Estado, como lo impulsan desde
la Cámara que Usted preside?
Si el GNC aún no es política de estado, desde la Cámara
Argentina del sector estamos tratando de que así sea.
Argentina ya tiene tecnologías muy avanzadas, ya sea para la
conversión de transporte liviano y pesado, como también
para la carga rápida de transporte pesado.
Desde aquí se está proveyendo a China, India, Corea,
Ucrania, Portugal, España y podría seguir mencionando
una lista inmensa...
Entendemos que, si Argentina adopta en el transporte productivo estas
tecnologías van a tener una ventaja relativa frente al resto
del mundo. Esto significa, por ejemplo, tener la soja, minerales puestos
en puerto como los más baratos del mundo, además de
provocar una reactivación económica bajando los costos
industriales y los costos del campo.
Esto perduraría porque el gas no tiene un valor internacional
que sube y baja de forma imprevista, sino que tiene precios programables
a través de contratos de largo plazo.
Esa ventaja relativa está clara para el país y, además,
las tecnologías del GNC se irán mezclando con las del
hidrógeno, por lo que hay un camino lógico hacia el
combustible renovable que gente que hoy es muy joven lo aprovechará
el día de mañana.
Todos estos factores hoy se empañan un poco por esta seudo-escasez
de gas que hay, pero el país debe programarse a futuro.
¿Esto tiene que ver con «Plan Piloto Trienal
2005 - 2007», que impulsa la Cámara?
Exactamente. Este proyecto emana del Foro de Competitividad el GNC
de querer comenzar a implementar estas tecnologías. El plan
piloto está dimensionado en 1.000 vehículos pesados,
intentando abarcar las distintas funciones (transporte de mercaderías
y públicos de pasajeros) para ir comprobando cómo funcionan.
Una vez terminadas las obras y que se resuelva el problema global
del gas en Argentina, tenemos que estar listos para expandir este
proyecto.
A su vez, ya que somos exportadores de todas estas tecnologías,
trataremos de arrastrar la industria automotriz para que se generen
en el país, vehículos con motores específicos
a Gas Natural para tener un efecto multiplicador de la exportación.
Algo que me gustaría destacar es un concepto que casi nunca
se dice: esta crisis del gas, como las crisis eléctricas en
verano, se está dando por un pico de consumo residencial donde,
evidentemente, no se puede ni se quiere -por razones sociales- cortar
los suministros a los hogares... hogares que primero deberían
medirse para saber cuál es una casa, cuál una residencia
o cuál un palacete.
Este pico, que en primavera u otoño es de diez millones de
metros cúbicos diarios, en plena época invernal pasa
a ser de cincuenta millones de metros cúbicos diarios. Esta
multiplicación es la que pone a todo el sistema en riesgo.
Por otro lado, la solución de hacer una estructura para cubrir
ese pico claramente requiere una inversión ociosa para el resto
del año.
Por esta razón, desde la Cámara Argentina del GNC se
discutió con el gobierno –ya el año pasado- respecto
al Plan de Uso Racional de la Energía. El oficialismo inició
un sistema de premios y castigos que no acompañamos porque
creemos que debemos llegar a la sociedad argentina razonando sobre
algunas alternativas que favorecen a ahorrar la energía.
El gobierno, los sectores privados y la Cámara Argentina del
GNC participamos, desde hace ya un tiempo, en un foro que tiene como
objetivo desarrollar una industria de materiales y de equipamiento
de alta eficiencia, bajo las pautas que le mencioné antes.
¿Y qué intentarán modificar?
Por ejemplo, los edictos de la construcción civil para que
sea más inteligente nuestro sistema de construcción,
ya sea para el futuro o para adaptar el existente. Además,
para hacer que el argentino tome conciencia de cuán importante
es ahorrar la energía... para que empiece a ser como el europeo
que apaga la luz, que no deja correr el agua y tantas otras cosas,
teniendo en cuenta que ellos tienen problemas mucho menores a los
nuestros, que estamos en una situación económica mucho
más comprometida.
Según tengo entendido, durante 2004 se abrieron unas
160 estaciones de servicio de GNC. Este año, al menos hasta
marzo, sólo se registraron 10 nuevas. ¿Cómo analizan
los empresarios estos números?
Por lo pronto, cabe destacar que 160 fue el récord de todos
los años y el éxito de esas estaciones fue la gran diferencia
en la tarifa del GNC, en relación con la nafta.
Ahora hay una gran diferencia, pero hay que tener en cuenta que en
el primer trimestre siempre hay menos actividad económica.
Igualmente, dentro de un tiempo, seguramente habrá refuerzos
dentro de la industria del GNC por el transporte pesado y, por lo
tanto, se incentivará a las estaciones...
Entendemos que no se alcanzará el récord de 2004, especialmente
porque el mercado inversor de estas obras y también en la conversión
de vehículos, se ve desestimulado por las noticias que a veces
se publican en forma exagerada y que se difunden en primera página
de los diarios.
Como empresario, ¿es optimista respecto de la situación
del sector?
Sin duda. Hoy en día es muy fuerte, además del mercado
interno, el externo. Haber conquistado el continente asiático
da una perspectiva enorme porque es un mercado inmenso.
Las crisis de Argentina de los últimos veinte años fueron
mucho más duras que la que atravesamos actualmente. Soy claramente
optimista.
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