Por otra parte, se firmó
un acuerdo con Brasil para avanzar en la construcción de Garabí.
Neuquén > Las urgencias energéticas
que tiene el país y las aún mayores que se avecinan
han acelerado los anuncios del gobierno nacional para ampliar la producción
hidroeléctrica y nuclear (ver página 5), entre otras.
Ayer el Ente Binacional Yacyretá (EBY) anunció simultáneamente
en Buenos Aires y Asunción la licitación para la construcción
de una central hidroeléctrica complementaria en el brazo Aña
Cuá, sobre el lado paraguayo, con el propósito de incrementar
la generación energética en 255 megavatios (ver infografía).
Se trata de una nueva obra, no prevista en el tratado original firmado
en 1973 en Asunción por los gobiernos de la Argentina y Paraguay.
Garabí
Por otra, parte, el ministro de Planificación Federal, Julio
de Vido, y su par brasileño de Minas y Energía, Silas
Cavalcante Silva, acordaron ayer acelerar las obras para la construcción
del gasoducto que unirá a Venezuela y la Argentina a través
de Brasil y los trabajos de la represa binacional de Garabí,
sobre el río Uruguay.
Los ministros de ambos países firmaron por un lado un proyecto
de declaración conjunta en el que ratifican «la decisión
de materializar mediante la participación de la iniciativa
privada los aprovechamientos hidroeléctricos del tramo compartido
del río Uruguay».
En el acuerdo se especifica que ese aprovechamiento se dará
a través de la represa de Garabí, que ambos gobiernos
venían proyectando desde el año pasado.
La puesta en marcha de esta represa tendría un costo de 1.700
millones de dólares y permitiría una capacidad de generación
de 1.800 megavatios, un 25% más de lo que tiene El Chocón.
Yacyretá
El objetivo del emprendimiento es aprovechar la caída de agua
del vertedero de Yacyretá mediante la colocación de
tres turbinas de tipo Kaplan, de 85 megavatios cada una, sobre las
que se volcará una masa de 1.500 metros cúbicos de agua
por segundo.
Para que dichas turbinas funcionen adecuadamente es necesario elevar
la cota del agua del embalse de la represa de los actuales 76 metros
a 78, por lo menos, como paso previo a los 83 metros por sobre el
nivel del mar establecidos en el tratado original, necesarios, además,
para la adecuada utilización de las 20 turbinas actuales, la
mayor parte de las cuales sufre permanentes problemas de resonancia
por funcionar en buena medida en el aire.
El costo está estimado en algo menos de 200 millones de dólares
y originalmente se había calculado el tiempo de realización
en cuatro años, cuando se llamó a una anterior licitación,
luego anulada, en 2001.
Para esta oportunidad está previsto que los interesados en
comprar los sobres puedan hacerlo a partir del 23 de enero próximo
y que el 9 de marzo se abran los sobres de los postulantes.
El proceso licitatorio se cerrará el 14 de agosto, ya concretadas
la adjudicación y la firma de contrato de construcción.
Esta obra reviste mucha importancia por el agregado energético
que, si bien corresponde por mitades a ambos países, será
incorporado totalmente a las redes de distribución argentinas,
ya que Paraguay utiliza una escasa cantidad del fluido eléctrico
producido por el EBY y vende el resto de lo que le corresponde a su
contraparte.
En la Argentina durante varios años el crecimiento de la demanda
eléctrica, de tres a cuatro por ciento anual, no fue compensado
por una mayor generación lo que fue dando lugar a un cuello
de botella con sus respectivas crisis.
Apuran la finalización de Atucha II
y proyectan dos nuevas centrales
Como recomendó
el economista Rubén De Dicco en el suplemento anterior, Argentina
avanza en su política de construir centrales nucleares.
Atucha II estaría finalizada en cuatro años
y medio.
Neuquén > En el suplemento se adelantó
que varios especialistas plateaban que Argentina debía optar
por la energía nuclear como la forma de escapar más
rápido a la difícil coyuntura energética que
vive.
Por estos días esta posibilidad fue refrendada por miembros
del gobierno nacional que anunciaron oficialmente la finalización
de Atucha II. Incluso el economista Aldo Ferrer, miembro del directorio
de ENARSA, aseguró al programa “Sin Pelos”, que
se emite por LU5, que ya están en proyecto dos nuevas centrales
más de este tipo.
Estas declaraciones van en directa sintonía con el trabajo
del economista de la Universidad del Salvador, Eduardo De Dicco, presentado
en el anterior suplemento. En el se explica que Argentina cuenta con
toda la tecnología y los recursos como parea que en el 2020
el 62 de la erigía eléctrica que se consume en el país
sea producida por centrales nucleares. Vale aclarar que hoy el 53%
se produce en centrales térmicas.
Atucha II
Ubicada de cara al río Paraná, en la ciudad bonaerense
de Lima, la central Atucha II es una obra que está inconclusa
en un 20%. Provista de un reactor presurizado de agua pesada (que
se producirá en la planta de Arroyito), la tercera central
del país podrá producir 745 megawats, es decir, un 3%
más de energía para consumo local generada a partir
de uranio natural obtenido en minas de Mendoza y procesado íntegramente
en el país.
«Esto quiere decir que, con Atucha II terminada, la producción
nuclear total energética del país aumentará del
9 al 12 por ciento», explicó a LA NACION el ingeniero
nuclear Darío Jinchuk, jefe del Departamento de Relaciones
Internacionales de la CNEA. En términos de ahorro de gas y
de petróleo para una producción energética equivalente,
las estimaciones son alentadoras para la economía local. «Si
esa misma cantidad de electricidad se tuviera que producir con petróleo,
se necesitarían unos 45.000 millones de litros de petróleo
o unos 283 millones de barriles para lo que Atucha II generará
durante los 40 años de vida útil -dijo Jinchuk-. Esto
es un ahorro de 11.000 millones de dólares en importación
de petróleo.»
Uranio
El consumo anual de uranio de la central será de 90 toneladas;
cada tonelada cuesta unos 70.000 dólares. «Esto le dará
al país más seguridad energética, al mismo tiempo
que no nos hará depender del gas y del petróleo de otros
países», señaló el experto. En cuanto a
los riesgos para el medio ambiente, la central no emitirá gases
de efecto invernadero.
«Evitará la emisión de 140 millones de toneladas
de dióxido de carbono -apuntó Jinchuk-. Sólo
hoy, en la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires se emiten
8 millones de toneladas para generar electricidad.»
Y para impedir que la radiación se libere al medio ambiente,
el almacenamiento de los elementos combustibles (pastillas de uranio)
tiene tres barreras de contención: están dentro de recipientes
de acero de 29 centímetros de espesor que, a su vez, están
en un edificio de hormigón con paredes de un metro de espesor
y que, por último, está protegido por una esfera de
acero. Una cuarta barrera son los sistemas de alarma para detener
el reactor.
En 1994, Atucha II pasó a manos de la empresa Nucleoeléctrica
Argentina, en la que participan la Secretaría de Energía
de la Nación (80%) y la CNEA (20%). Finalizar las obras demandará
500 millones de dólares y 50 meses.
Moderna y segura
Buenos Aires (Télam) > La Central Nuclear
de Atucha II, que se construye en el norte de la provincia de Buenos
Aires, se realiza bajo normas y controles internacionales y con diseño
y tecnología actualizados, mucho más seguros que los
utilizados en la planta ucraniana de Chernobyl, según aseguró
el presidente de la estatal Nucloeléctrica Argentina (NASA),
Eduardo Messi.
El funcionario salió así al cruce de manifestaciones
del senador uruguayo Jorge Saravia, quien días atrás
sostuvo que Argentina está construyendo un «nuevo Chernobyl»,
en referencia al proyecto de Atucha II.
El senador uruguayo planteó que la construcción de Atucha
II es un riesgo, ¿qué hay de cierto en este planteo?
- La Central Nuclear Atucha II (CNA II) se está construyendo
de acuerdo con la licencia de construcción otorgada por la
Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) por cumplir con las normas de
seguridad exigidas para el diseño, construcción y operación
de centrales nucleares. Los sistemas de seguridad han sido diseñados
y construidos con normas similares a las centrales actualmente en
operación en Alemania, España y Brasil, y los componentes
almacenados y montados han sido preservados según instrucciones
de los fabricantes, habiendo recibido controles y auditorias nacionales
e internacionales.
- Pero Saravia fue muy alarmista al compararla con Chernobyl...
- El diseño de Atucha II recoge la vasta experiencia de Siemens
en el diseño y construcción de reactores, de tecnología
muy distinta y más segura que la utilizada en el reactor de
Chernobyl. Actualmente está en marcha un plan con el OIEA (Organismo
Internacional de Energía Atómica) dependiente de las
Naciones Unidas donde expertos internacionales de ese organismo efectuarán
una verificación de puntos importantes del diseño y
construcción.
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