Según los resultados electorales,
por primera vez la minoría iraquí será parte del
Congreso. Sin embargo la mayoría será chiíta.
Bagdad/Amman/El Cairo (dpa) > Miembros de la
alianza sunnita, entre ellos algunos que simpatizan con la insurgencia
armada, entrarán por primera vez en el Parlamento iraquí,
que estará dominado por los chiítas, según se
desprende de los resultados preliminares de las elecciones de la semana
pasada, dados a conocer ayer.
Los resultados de 11 de las 18 provincias muestran que la coalición
chiíta, la Alianza Unida Iraquí (AUI), va tomando ventaja
respecto a otros bloques en Bagdad y en seis provincias del sur del
país.
Según el director del comité electoral de Irak, Adel
al Lami, la coalición chiíta ganó, además
de en la capital, en Babilonia, Karbala, Nayaf, Dhi Qar, Meisan y
Basora, mientras que la Lista Nacional Iraquí, dirigida por
el ex primer ministro Iyad Allawi, un chiíta secular, se coloca
en segundo lugar.
Sin embargo, la alianza sunnita de Adnan Dulaimi se aseguró
el 18 por ciento de los votos en Bagdad y Allawi el 13 por ciento,
frente a la alianza chiíta, que obtuvo el 52 por ciento. En
las tres provincias del norte, la alianza de los dos principales partidos
kurdos obtuvo la mayoría absoluta, seguida a gran distancia
del partido de los islamistas kurdos. Todavía no se han presentado
los resultados de las regiones de mayoría sunnita.
Liberados
Por otra parte, Jordania negó el ingreso a nueve altos funcionarios
de la era de Saddam, horas después de haber sido liberados
por el comando estadounidense. «No habíamos sido informados
de su llegada, representan un gran riesgo de seguridad y por eso no
les permitiremos la entrada», dijo un portavoz jordano en Amman.
La fuente indicó que entre los liberados están también
las biólogas Rihab Taha, conocida como «Doctora Bacilo»,
y Huda Ammash, alias «Miss Antrax», acusadas de colaborar
en la fabricación de armas biológicas.
Ambas figuraron en la lista de las 55 personas más buscadas
por Estados Unidos en Irak tras la caída de Saddam Hussein.
«Estas figuras de alto perfil están en las listas de
asesinatos de milicias armadas y por eso deben abandonar Irak»,
afirmó el jeque Majid K’oud, hermano del jeque Sattam,
uno de los liberados. |