Libertad de Sunchales ganó el domingo
incuestionablemente la primera edición del Súper 8 al
vencer en la final a Argentino de Junín por 86-83 y dejó
implícito que la Liga Nacional de básquetbol es equilibrada
y con varios candidatos al título. En la Catedral Azul, el equipo
dirigido por Gonzalo García exhibió el mejor básquetbol,
fue el que supo qué hacer en el rectángulo de juego, y
además demostró esa mística y fibra que se necesitan
para salir de momentos difíciles y ganar los partidos. Para el
entrenador sunchalense la conquista del Súper 8 pasó «por
una muestra de actitud, de sacrificio, de poner mayor énfasis
en la marca, de ganar en los dos tableros y así sacar el contraataque,
que es lo mejor que hacemos». El equipo santafesino fue de menor
a mayor en el torneo y así
lo expresó el estratega Sebastián Ginóbili, elegido
el jugador más valioso (MVP). «El equipo está en
una etapa de regularidad, pero por suerte estamos recuperando a lesionados
y esta victoria en el Súper 8 nos viene bárbaro para encarar
lo que se viene», apuntó. En las últimas temporadas
Libertad siempre amagó con ser el gran equipo, el protagonista,
pero siempre le faltó algo para concretarlo. En la 2004-05 el
plantel corto y con un solo extranjero, sin dudas que conspiró
para que no llegara a la final. Ahora todo parece diferente y precisamente
el técico sostuvo que «el equipo va encontrando una regularidad.
Los extranjeros son confiables y ahora trabajaremos para el próximo
objetivo: meternos entre los cuatro primeros y clasificar directamente
a cuartos de final». A la hora del reconocimiento hay que mencionar
la calidad y manejo de los tiempos de Sebastián Ginóbili,
la puntería de Diego Cavaco, la lucha de Roberto López
en los dos acrílicos y el aporte de Ryan Carroll, Jefrion Aubry
y el chico Ariel Zago, así como el base suplente Gustavo Martín.
Argentino fue un digno y sorprendente finalista, ya que luego de la
crisis interna, jugó un gran torneo y tuvo firmes chances de
coronarse, aunque falló en los últimos 20 minutos.