POR VICKY CHAVEZ (*) 3
Firme y decidido, con una personalidad arrolladora, trabajó
en emisoras rosarinas, en el aire de Radio Colonia hasta que decidió
tentar suerte en Neuquén.
Una de las virtudes de la incursión en la historia oral, además
de recrear acontecimientos basados en la memoria de sus protagonistas,
es poder “dar vida” a hechos y personajes que ya no están
con nosotros pero que han quedado plasmados en la vida de las instituciones,
en este caso de la radio.
Tal es el caso de Osvaldo Malbrán (nombre artístico
de Osvaldo Alabarce), esposo de la muy famosa y querida voz de LU5,
Clelia Valmer.
Personalidad
Su hijo Pablo, radicado en Buenos Aires, nos relata anécdotas
de su padre, que lo muestran tal cómo era.
“Alguna vez tiró su carnet de periodista en el escritorio
del interventor militar de una emisora porteña”. Al militar
“impuesto” y convertido en “hombre de medios”
no le gustaba su estilo y le dijo un día ese coronel, a cargo
de la radio y al mejor estilo “cuartelero”: “No
puede ser que usted acá Malbrán… ¡haga lo
que quiera y diga lo que quiera en sus programas!”.
Osvaldo Malbrán sacó el carnet de periodista de su billetera,
lo puso sobre la mesa del despacho de ese coronel y le contestó:
“Yo la colimba… la hice a los 20 años… soy
periodista”, y se retiró.
Fue allí que Osvaldo Malbrán, a mediados de los ‘80,
pensó que en Rosario, su amada ciudad donde había nacido
en el año ’30, no le quedaba nada por hacer y se tomó
un avión con destino a Neuquén.
En los años que siguieron, se convirtió en un “informativista”
indiscutible en LU5 Radio Neuquén. Fiel a su estilo, manejaba
los tiempos “en vivo” como nadie y poseía según
muchos colegas “el duende de la radio”. Creó un
estilo en Buenos Aires, en décadas previas, pasando por casi
todas las emisoras porteñas desempeñando múltiples
funciones como redactor, locutor, periodista, también en televisión.
Pudo quedarse en Washington (USA) en la conocida red La Voz de las
Américas para la cual cubría todo lo que ocurría
en el mundo de la ONU y la OEA y en el mundo de los cancilleres, pero
no aceptó, dado que su hijo y su esposa (Clelia Valmer) estaban
en Buenos Aires.
Sociable y divertido
Anécdotas hay muchas de Osvaldo, algunas ya forman parte de
la historia de la radiofonía y podrían llenar un libro
divertidísimo para la actividad.
Oscar Cesini, periodista rosarino, también tiene anécdotas
del inolvidable Osvaldo Malbrán.
“Conseguí mi primer trabajo importante gracias a Osvaldo.
Yo había hecho una experiencia pequeña en Radio Nacional
mientras estudiaba periodismo. Hice prácticas en LT8 Radio
Rosario cuando lo conocí a Osvaldo. Le conté de mi vocación
y me pidió una grabación. A los pocos días, en
el transcurso de una emisión, Malbrán me dice que se
va a tomar un café. Eran las dos y veinte y él no aparecía
¡y el informativo era a las dos y media!...
Anécdota
Un minuto antes de salir al aire sonaba una chicharra avisando el
inicio. El informativo ya estaba a punto de comenzar y Malbrán
no aparecía. No había otra posibilidad que tomar el
micrófono y leer las noticias y las leí. El jefe del
informativo y las autoridades de la emisora me retaron y también
a él. Al día siguiente, nuevamente a las dos y diez
Osvaldo me dice de nuevo… «Me voy a tomar un café.»
Yo le pedí por favor que volviera y otra vez salí yo
al aire y nos retaron, y él contestó: “Yo lo escuché…
¡y el pibe sale bien!”… A la semana me dieron el
permiso de locución.”
Falleció en 1995 y está en suelo neuquino, sólo
a pasitos de Don Jaime, que murió unos días antes en
la misma clínica neuquina, cama de por medio. En una nota publicada
días después de su muerte en «Página 12»,
sus colegas lo recordaban como poseedor de “una dicción
única e irrepetible, con un silabeo personalísimo (quizás
por haber trabajado tanto con Ariel Delgado, en Uruguay, en sus años
mozos), y como persona macanudo, increíblemente solidario con
quienes se iniciaban en la profesión, algo que en esta actividad…
no abunda”.
Su inconfundible voz, su carácter solidario ha quedado en el
recuerdo de los radioescuchas de la región, pues su paso por
LU5 aunque no fue por largo tiempo hizo que su estilo siga viviendo
en los recuerdos.
(*) Miembro de la Junta de Estudios Históricos de
Neuquén.
Gran evento por el rescate de
las estaciones ferroviarias
Fernández
Oro > El pasado 29 de noviembre mantuvieron un encuentro
la Asociación Raíces Neuquinas con asiento en la ciudad
de Neuquén, y la Asociación Amigos Cuatro estaciones,
del Museo de la hermana ciudad de Fernández Oro.
El motivo que las une es la organización del 1º Encuentro
Nacional de Estaciones de Trenes Recicladas, a llevarse a cabo a fines
del año 2007. La iniciativa de la Asociación de Fernández
Oro cuenta con el total apoyo de su municipio, y de la Federación
de Asociaciones de Amigos de la República Argentina, cuya representante
del interior es Susana Enríquez de Casado.
La idea es organizar un gran evento en cada localidad con el fin de
poner en valor las construcciones que tienen que ver con las estaciones
de trenes. El objetivo es convertirlas en museos, salas de arte o
centros culturales, dentro del corredor del Alto Valle.
Fernandez Oro será el centro oficial pero por la importancia
de la ciudad de Neuquén se convertirá ésta en
centro de las estaciones que integran el corredor dentro de nuestra
provincia. Se espera en próximas reuniones convocar a las Organizaciones
No Gubernamentales (ONG) de otras localidades que estén vinculadas
con el patrimonio histórico de los edificios ferroviarios para
realizar gestiones en forma simultánea con gobiernos municipales
y provinciales de Río Negro y Neuquén.
Raíces Neuquinas hizo énfasis en realizar la puesta
en valor de la Torre Talero, que si bien no pertenece a una construcción
de ferrocarril merece tener la primacía en su reciclado ya
que es un ícono sobreviviente de los orígenes de la
capital neuquina. Presentes por Raíces Neuquinas: Molly Edelman,
Gertrudis Rutia, Graciela Sánchez, Luis Vilo, Petra Ambrosio,
Olga Abelli, Olga Nordenstrom y Dora Fernández. Por la Asociación
Cuatro Estaciones: Amanda Torres, el arquitecto Jorge Barbella, Adriana
Pérez, Beatriz Morales, Delia Indes del Río, Jaquelin
Hernández, Janet Correa, Sandra Porrino, el concejal Eugenio
Osses y Enrique Croceri.
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