La canciller Merkel recibió
a Rice y analizaron el tema del ciudadano alemán.
Berlín
(Reuters) > La secretaria de Estado norteamericana Condoleezza
Rice, defendió indirectamente en Alemania a los servicios secretos,
al considerarlos «clave» en la lucha contra el terrorismo
y reconoció que su país cometió un error en el
caso Khaled Al-Masri, mientras siguen difundiéndose indicios
de vuelos y cárceles clandestinas de la CIA en Europa.
Rice volvió ayer a negar que Estados Unidos recurra a la tortura,
durante una conferencia de prensa junto a la jefa del gobierno alemán,
Angela Merkel, quien pidió que la lucha al «terrorismo»
se efectúe dentro del marco legal.
«Si cometemos errores, luego hacemos lo posible para corregirlos»,
afirmó Rice en una admisión indirecta sobre el caso
del alemán de origen libanés Khaled Al-Masri, detenido
por «error» en 2003 por la CIA y trasladado a Afganistán,
donde permaneció cinco meses.
Informes
Sobre ese caso, Merkel dijo haber hablado con la funcionaria norteamericana
y anunció que su canciller, Frank Walter Steinmeier, informará
al Parlamento datos sobre los servicios de inteligencia que «no
pueden difundirse públicamente».
«Estados Unidos no tolera la tortura. Está contra las
leyes estadounidenses y contra los compromisos internacionales de
Estados Unidos», expresó Rice.
El caso de Khaled Al-Masri, un alemán de origen libanés,
quien habría sido arrestado y detenido abusivamente por funcionarios
estadounidenses de inteligencia fue publicado por la prensa norteamericana
y motivó una querella contra la CIA.
La asociación estadounidense de defensa de las libertades civiles
(ACLU) presentó ayer la demanda a nombre del ciudadano alemán.
La histórica demanda es la primera que se presenta contra la
CIA sobre su manejo de prisioneros secretos en la llamada «guerra
contra el terrorismo».
La ACLU acusa al ex director de la Agencia Central de Inteligencia
(CIA), George Tenet, de violar la leyes universales y de Estados Unidos
sobre derechos humanos cuando la agencia autorizó a sus agentes
secuestrar y retener a Masri durante cinco meses en Afganistán
en lo que luego se convirtió en un caso de identidad equivocada.
En tanto, el gobierno de la alemana Merkel ha sido puesto bajo intensa
presión para que explique si las autoridades alemanas habían
ayudado a la CIA a encubrir el caso Masri. |