Ayer repartieron cientos de volantes
en distintos puntos de esta ciudad. Aseguran que no están en
contra de nadie, solo a favor de la vida.
Neuquén > Hugo Márquez hace 18
años que es pastor de la Iglesia Evangélica Bautista
“Jesús es Rey”. En relación al tema sobre
la legalización del aborto, el pastor aseguró “nosotros
no estamos contra nadie, simplemente queremos defender la vida, la
vida de las dos personas, la madre y la del hijo”. Y agregó:
“buscamos recuperar los valores cristianos, además hay
que recordar que en la Constitución nacional se asegura el
derecho a la vida reafirmado por los pactos internacionales. Uno de
ellos es el conocido Pacto de San José de Costa Rica que se
reafirmó en 1990 con jerarquía constitucional. Por lo
tanto, queremos que se cumplan esos pactos y se respete ese derecho”.
Ayer por la tarde los que asisten a la iglesia estuvieron repartiendo
cientos de volantes en el centro neuquino. La intención de
la actividad estuvo dirigida a que los vecinos de la ciudad “se
enteren y se informen sobre este tema”, relató Márquez.
En el lugar se armaron 10 mesas en distintos puntos para que todos
los interesados lean la postura de esta institución.
A la hora de hablar sobre el tema conocido como “la pastilla
del día después”, Márquez hizo participar
a Nadia, estudiante universitaria, que integra la iglesia y además
dicta talleres en colegios de la ciudad sobre este tema. “Para
nosotros es un tema muy controvertido porque a los chicos les resulta
muy complejo. Nuestra posición con la pastilla del día
después es como decir: no lo mato pero lo pongo en un casa
que se va a derrumbar”, ejemplificó la joven.
Asimismo, Márquez puntualizó: “nadie habla de
los trastornos que padecen la mujeres que abortan”. En este
sentido, Nadia agregó: “después de varios años
esas mujeres padecen y sufren situaciones muy traumáticas y
estudios que advierten sobre la violencia familiar, que genera haber
pasado por una situación tan particular”.
Por último, el pastor señaló: “creemos
en el derecho de la mujer sobre su propio cuerpo, pero entendemos
y es real que el niño concebido es un ser distinto, único
y con identidad propia, por lo cual nadie tiene derecho a decidir
que no vivan. Nosotros estamos convencidos que el aborto es sencillamente
un «filicidio»y legalizarlo sería aceptar la pena
de muerte, ni más ni menos”.
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