Por Ignacio Sanguinetti
En el segundo semestre, la economía volverá
a crecer por segunda vez en 50 años.
Buenos Aires (Corresponsalía) > Todo indica
que el 2006, en términos macroeconómicos, será
para la Argentina nuevamente un muy buen año. Así, la
economía argentina se enfrenta a la posibilidad cierta de batir
una serie de records que permiten darle verdadera dimensión
al ciclo positivo que se está atravesando.
Si en el segundo trimestre del 2006 la economía argentina sigue
creciendo será nada menos que la segunda vez en 50 años
que se repite un ciclo positivo tan largo. El dato más relevante
es que si durante el 2006 se sigue creciendo a una tasa superior al
4% -hoy las proyecciones indican una tasa cercana al 6%-, la Argentina
volverá a experimentar un período de crecimiento a altas
tasas luego de 100 años.
La última característica del actual ciclo que lo hace
particular es que por primera vez que en el tercer año de un
ciclo de crecimiento los datos macroeconómicos no registran
atraso cambiario, ni tasa de interés reales muy positivas ni
déficit fiscal primario, ni una gran necesidad de captar fondos
en el exterior.
Cita
Los datos provienen de la exposición del economista Javier
González Fraga en el encuentro organizado por la revista semanal
“Rumbos” y CMI Contenidos donde se analizó la economía
que viene, junto al editor jefe de la sección economía
del diario “Clarín”, Daniel Fernández Canedo,
el consultor Manuel Mora y Araujo y el presidente del Banco Río,
Enrique Cristofani, donde además se presentó el 2º
Informe “Rumbos sobre Economías Regionales”.
Para González Fraga, las perspectivas son positivas incluso
para el 2007. El economista, ex presidente del Banco Central durante
la etapa previa a la convertibilidad, ya considera que el PBI crecerá
el año próximo al 6%, una desaceleración respecto
del 9% que estima para 2005, pero siendo de todos modos una buena
base para el siguiente año.
Según el economista el PBI no solo está creciendo por
exportación de commodities agrícolas. Empujan también
el consumo, la inversión y las exportaciones industriales y
agroindustriales.
En lo que respecta a inflación, González Fraga, considera
que en el 2006 se estará en torno a 12%, “con un primer
semestre de mayor inflación” debido a que, a su juicio,
incidirán los aumentos tarifarios derivados de la renegociación
de los contratos con las privatizadas a cargo de los servicios públicos;
y que el desempleo se ubicará por debajo de 10%.
Dudas
Fernández Canedo, en cambio, plantea sus dudas sobre la duración
del ciclo económico mundial que incide sobre el crecimiento
de Argentina. Pese a ello considera que la economía argentina
continúa transitando una fase de progresiva normalización.
Destaca que ya se acumularon 14 trimestres consecutivos de crecimiento
a una tasa promedio cercana al 9% De esta manera, la economía
ha logrado recuperar plenamente la fuerte contracción acumulada
entre mediados de 1998 e inicios del 2002 e ingresar a zona de crecimiento.
Para Fernández Canedo, la contribución al crecimiento
de las exportaciones comienza a ser relevante: “2,4 de los casi
9 puntos en que creció el PBI en lo que va del año,
lo explican los envíos al exterior”, sostiene.
Espera que en el 2006 la economía crezca a una tasa del 5,5%,
similar al resultado que arrojó la última REM, encuesta
del Banco Central en base a los pronósticos del mercado. Ayudará
a que la economía crezca a esa tasa la Inversión Bruta
Fija Real con una variación interanual respecto al 2005 del
11,8%.
Comercio exterior
En cuanto al comercio exterior, Fernández Canedo estima que
pese al aumento de las exportaciones la balanza comercial continuará
estrechándose por un mayor aumento de las importaciones, síntoma
de crecimiento económico.
Estima que se exportará por 42 mil millones de dólares
durante el 2006, un aumento del 5% respecto a los 40 mil millones
del 2005. En importaciones estima un aumento del 15% en 2006 (33,2
mil millones de dólares).
Por su parte Enrique Cristofani, rescata que en líneas generales
las economías del interior continúan creciendo un sendero
de crecimiento superior al promedio nacional y se puede seguir pensando
en ellas como las ganadoras de este modelo.
Al comentar el Segundo Informe “Rumbos sobre Economías
Regionales”, consideró que en muchos lugares del interior
se esta gestando una generación de emprendedores, especialmente
alrededor de la agroindustria, que en Buenos Aires no se ve más
allá de algunas cadenas comerciales con propuestas ingeniosas.
Destacó, a su vez, que continúa la creación de
empleo, sobre todo a nivel de las PyMes, aunque a menor ritmo del
observado durante el proceso de recupero.
Inflación, inversión e energía:
las amenazas
El gobierno no puede seguir con el piloto automático.
Buenos Aires (Corresponsalía) > A pesar
del alentador panorama que alimentan los indicadores que periódicamente
publica el Indec, el Gobierno no podrá poner piloto automático
en materia económica durante el 2006. A las puertas de marcar
un ciclo de crecimiento histórico varias son las amenazas que
deberá enfrentar en el corto plazo.
Inflación, inversión, energía, solvencia fiscal
y acuerdo con el FMI son las prioridades de la agenda 2006. Salvo
Solvencia fiscal, amenazas ya conocidas que por el momento lograron
atravesar el 2005 sin influir en los datos macroeconómicos
La lista de luces amarillas surge del encuentro organizado por la
revista semanal “Rumbos” y CMI Contenidos donde se analizó
la economía del 2006 con la participación del economista
Javier González Fraga, el editor jefe de la sección
economía del diario “Clarín”, Daniel Fernández
Canedo, el consultor Manuel Mora y Araujo y el presidente del Banco
Río, Enrique Cristofani,
González Fraga considera que es necesario que la inflación
no se desborde. A su vez plantea que no se apliquen soluciones monetaristas
con ese objetivo. “Habrá que tolerar una inflación
anualizada de entre 13 y 14% en 2006. Después el Gobierno tendría
que sustituir el programa monetario del Banco Central por una política
de pautas inflacionarias para 2007, de modo de doblegar la expansión
inflacionaria”, sostiene.
No considera positivo que el Gobierno aplique mecanismos como los
controles de precios y las retenciones para su solución argumentando
que desalientan la inversión. “Del mismo que es inconveniente
aumentar las tasas de interés para controlar la inflación”,
concluye.
Fernández Canedo se muestra más preocupado ante el riesgo
inflacionario. “Una inflación de 11% como la de este
año plantea el interrogante de cuándo puede entrar en
una espiral indexatoria. ¿Qué pasaría con una
inflación de 20 por ciento?”, se pregunta. Aunque, a
diferencia de otros momentos de inflación elevada en el país
ahora el superávit fiscal “actúa como un anclaje”.
El siguiente interrogante es la inversión. El ministro Lavagna
ha mencionada ya la necesidad de aumentar tres punto en porcentaje
del PBI para mantener las actuales tasa de crecimiento. Al respecto
Gonzáles Fraga considera que se necesitarán inversiones
por 6 mil millones de dólares por parte de las grandes empresas,
sobre todo de servicios públicos.
Para Fernández Canedo, es necesario recrear la inversión,
principalmente en transables, para no comprometer la sustentabilidad
del proceso de crecimiento. Considera que si bien esta variable se
recuperó notoriamente, al cierre del 2005 aún se situaría
por debajo del 20%. |