Un avión de Austral tuvo que
hacer un aterrizaje de emergencia; no hubo heridos ni lastimados.
Buenos Aires (NA-Télam) > Un avión
de Austral con 148 pasajeros a bordo que iba a El Calafate debió
aterrizar ayer de emergencia en el aeropuerto internacional de Ezeiza,
tras sufrir la rotura de una de sus ruedas delanteras durante el despegue.
Momentos de tensión se vivieron en la principal terminal aérea
del país cuando se conoció el inconveniente, ya que
de inmediato se montó un gigantesco operativo de seguridad
que movilizó a decenas de personas, entre bomberos, rescatistas,
médicos y policías.
El avión, un MD 80 correspondiente al vuelo 2892, había
partido a las 14:33 desde Ezeiza rumbo al aeropuerto internacional
de El Calafate, en la provincia de Santa Cruz.
Según indicó el vocero de la Fuerza Aérea, Guillermo
Losada, al momento del despegue, «el piloto advierte un inconveniente
en la pata de ruedas que están por debajo de la nariz del avión».
«El piloto reporta el inconveniente en el avión y despega
sin problemas. Luego, en el aeropuerto se encuentran restos de caucho,
y se notificó al comandante de esta situación»,
puntualizó.
Antes de aterrizar, el avión debió dar varias vueltas
para «quemar» combustible y así perder peso, lo
que favorecería el descenso y reduciría la posibilidad
de un incendio.
Poco antes de las 17:00, la aeronave toco tierra «sin ningún
tipo de inconveniente, gracias al profesionalismo de los pilotos»,
destacó Losada.
Plan
«El plan de emergencia del aeropuerto se ejecutó rápidamente,
y en forma satisfactoria», destacó.
Para tomar parte en el plan de contingencias de la estación
áerea arribaron ambulancias y autobombas de bomberos de la
Fuerza Aérea pero no fue necesario evacuar a los pasajeros
que descendieron sin inconvenientes por la escalerilla del avión.
La empresa en todo momento evitó que los pasajeros tomaran
contacto con los periodistas y los alojó en la sala de preembarque
hasta que se les reasignara un nuevo vuelo.
Vicente Carlos Pavone, un hombre de 73 años se acercó
preocupado al mostrador de la compañía aérea
para saber como estaba su hija Adriana, de 44, pero el personal de
seguridad de la firma no le suministró información,
por lo que el hombre entró en un estado de nervios.
La diferencia se zanjó cuando el hombre logró subir
a la sala de preembarque tras recibir un llamado de su hija.
El incidente ocurrió en el marco de una medida de fuerza que
efectúan los pilotos y técnicos de la firma Aerolíneas
Argentinas.
Juan Pappalardo, secretario gremial de la Asociación del Personal
Tecnico Aeronáutico (APTA), dijo a Télam que el gremio
«deslinda responsabilidades ya que el personal esta realizando
un cese de actividades y el mantenimiento lo efectúa personal
jerárquico de la empresa».
Por su parte, Pablo Biró, secretario gremial de la Asociación
de Pilotos consideró que no se trató de accidente sino
de un incidente y que «milagrosamente no ocurrió nada
pero hubo una situación de serio riesgo».
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