Convertida en diversión para
grandes y chicos, disfraces y misterios, juegos y la nueva moda que
se impuso en el país.
Cuenta la leyenda que las brujas se reunían dos veces por
año. Una, el 30 de abril, y la otra el 31 de octubre. Convocadas
por el diablo, las brujas montaban sus escobas y viajaban con luna
llena para compartir hechizos y nuevos trucos de magia negra. Aquellas
fiestas eran denominadas “aquelarres”.
En la actualidad la “Noche de Brujas” (Halloween) tiene
el reconocimiento de ocultistas y adoradores de Satanás como
la víspera del Nuevo Año en el ámbito de la brujería.
Se la considera la noche en que los poderes satánicos y la
brujería se mezclan para perfeccionarse mutuamente.
La palabra «bruja» deriva del viejo término sajón
que significaba «sabio». Esto es porque aquél que
tenía el don de la magia era dueño de la máxima
sabiduría.
Las brujas, según cuenta la tradición, sacan sus oscuros
poderes de sus talismanes. Las brujas invocan a los espíritus
más malignos para entrar en sus cuerpos a través de
sus talismanes. Éstos pueden tener forma de perro, búho,
serpiente, cerdo o, el más común, un gato negro.
El misterio de los gatos negros
El gato fue siempre símbolo de la divinidad entre egipcios
y celtas. A pesar de su relación con lo divino hicieron que
el hombre desarrollara un pánico particular ante la aparición
de este animal. Antiguas civilizaciones creían que los gatos
negros eran la forma en que algún poder demoníaco había
trasformado a una persona en gato de ese color.
Fue por esta razón que quedó en el inconsciente colectivo
la figura del gato negro como el disfraz utilizado por las brujas
para pasearse por la ciudad y pasar desapercibidas.
Juegos para chicos y grandes
Una de las diversiones de la “Noche de brujas” o “Halloween”
es el juego del Cuarto Oscuro que se desarrolla de noche en una habitación
sin luz. La situación se vuelve terrorífica cuando buscan
los espíritus y deben descubrir cuántos de ellos se
metieron en el cuarto también a jugar con ellos.
En medio de la noche, la casa se convierte en una fiesta de miedo,
mucho miedo. Todos visten con largas pelucas, los colores son el negro,
el blanco y el rojo sangre. Comen chupetines y caramelos que les tiñen
la boca y las nenas se pintan las uñas de negro y pintan sus
caras de blanco. Además, por lo general alquilan videos de
terror para incrementar la dosis de pánico y horror.
Entre otras diversiones importantes, al margen de los horrendos disfraces,
las casas están iluminadas con velas y la típica calabaza
se encuentra junto a la puerta de ingreso.
Si se integran los padres o los abuelos, los más chicos quieren
que les cuenten relatos de terror y viejas leyendas, como la del hombre
sin cabeza o de la mano muerta.
La decoración de las casas depende de la imaginación
de los organizadores. Algunas ideas: colgar monstruos colgando, pintar
de color rojo viejos maniquíes. En las casas de cotillón
se pueden adquirir sombreros de brujas, caretas espantosas, dientes
de drácula, vasos con arañas y toda suerte de chascos
que servirán para disfrutar y divertirse en medio del horror
que le pongamos con ganas a esta noche de brujas.
Bocaditos para pasar la noche
Ideas para hacer volar la imaginación y presentar
en la mesa
para grandes y chicos.
Mini tortas de trozos de calabaza cocida
Fantasmitas de nuez
Bizcochuelo araña
Caramelos y asquimocos
Mantecado con forma de dedos
Tortitas negras
Para morirse de miedo
Les contamos el significado de cada uno de los elementos
infaltables en toda noche de brujas.
 Calabaza:
los irlandeses al llegar como colonos a América descubrieron
la utilidad de esta gigantesca hortaliza como candil terrorífico.
Esto se ha convertido en la forma más común de decorar
una casa mientras se desarrolla la fiesta del 31 de octubre.
Truco o trato: Chicos y grandes se disfrazan y se plantea una competencia
para saber cuál es el más horrible de todos.
Dulces:
otra costumbre clásica de la noche de brujas es la
de comer dulces. La tradición, iniciada en Europa en el siglo
IX, cuando los cristianos iban de pueblo en pueblo pidiendo tortas
de alma (pan dulce). Por cada porción de “tortas de alma”
prometían rezar una oración por la paz de los familiares
muertos. Con el tiempo esta costumbre religiosa del Día de
los Muertos se fusionó con la fiesta de Noche de Brujas.
Búho:
Se dice que brujas y brujos usan el sonido de este animal para ahuyentar
los poderes de las tinieblas. Es un amuleto de buena suerte.
Sapo:
Su natural fealdad y su lengua rápida y asquerosa
lo convierten en uno de los modelos horripilantes para esta noche.
Vampiros:
Los druidas representaban al demonio con la figura de estos roedores
con alas. Están relacionados con la historia de Vlad Tchepes,
el famoso Conde Drácula, caracterizado por chupar la sangre
del cuello de las doncellas.
Gatos:
para las culturas paganas, el gato era un dios. En el ámbito
de la brujería se lo utiliza para realizar prácticas
satánicas.
Máscaras:
están delante de la cara. Ocultan el rostro. Son facciones
y expresiones falsas que muestran lo que realmente no debe ser una
persona.
Media
luna y estrellas: Quienes practicaban la magia, la brujería
y el ocultismo siempre lo utilizan como símbolo astrológico.
Bola
de cristal: los astrólogos veían en ella el
futuro y también qué sucedía en otros lugares
del mundo. Estos “ojos” de vidrio pulido se relacionan
con pirámides, péndulos y todo elemento que pueda provocar
estados hipnóticos.
Morder
la manzana: éste ha sido siempre un símbolo
de buena suerte. La primera persona que muerda una manzana en la Noche
de Brujas será la primera en casarse al año siguiente.
Las
hogueras: era una costumbre tradicional entre los druidas
quemar animales y seres humanos como sacrificio a la divinidad de
la muerte (Samhain). En esa ceremonia diabólica usaban disfraces
hechos con cabezas y pieles de animales. Los druidas practicaban la
adivinación, saltaban sobre las llamas, bailaban y cantaban
para ahuyentar los malos espíritus.
Ocultaban sus caras con máscaras manchadas de sangre para verse
ellos mismos como espíritus malignos. El objetivo era engañar
a los espíritus que esa noche salían de sus tumbas y
de esta manera evitar que los lastimen.
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