Washington (AFP) > Los
estadounidenses saludaron a Rosa Parks, fallecida el lunes y pionera
de la lucha por los derechos de los negros en Estados Unidos, donde
50 años después de su acto de coraje y dignidad -negarse
a cederle su asiento a un blanco- el racismo sigue siendo un problema.
Parks murió «apaciblemente» a los 92 años
en su casa en Detroit (Michigan), dijo su portavoz, Elaine Eason Steele.
Dirigentes de todos los sectores coincidieron en homenajear a Parks,
«tesoro nacional» y «madre de los derechos cívicos».
Consideraciones
«Hace 50 años, en Montgomery, Alabama, esta modesta costurera
se levantó contra la injusticia negándose a obedecer
la orden de un chofer de ómnibus que le pedía que cediese
su asiento a un hombre blanco», recordó ayer el presidente
George W. Bush.
«Su manifestación de desafío fue un acto de coraje
personal que impactó a millones de personas, incluyendo a un
joven predicador que se llamaba Martin Luther King», subrayó.
«El ejemplo de Rosa Parks contribuyó a desencadenar el
movimiento de los derechos cívicos y transformó a Estados
Unidos en un lugar mejor», aseguró.
Al negarse a darle su asiento a un blanco -como era la regla en Alabama-
aquel 1 de diciembre de 1955, Parks encendió un movimiento
que desembocó en la abolición de la segregación
racial en Estados Unidos. Pero llegar a eso implicó un largo
camino: debido a su negativa, Parks fue detenida por la policía.
La respuesta fue una campaña de boicot -liderada por Luther
King- contra la empresa de ómnibus, medida que duró
alrededor de un año.
El 13 de noviembre de 1956 la Corte Suprema de Estados Unidos declaró
que las leyes segregacionistas de Alabama eran ilegales. |