Día de superclásico

Realidades opuestas, la pasión de siempre

 
 
Santana festeja. Los delanteros
de River convierten poco, pero
él los ayuda.
River, que arrastra una mala campaña y mucho descreimiento, recibe desde las 16.10 a un Boca en racha, líder y candidato.


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Como pocas veces en su largo historial, el superclásico encuentra a los dos grandes separados por un amplio margen.

Buenos Aires > Aunque el diccionario futbolero atesora la remanida frase «los clásicos son partidos apartes», el choque de esta tarde en el Monumental pondrá en la cancha, en el partido que paraliza a un país, a dos equipos que llegan con las mochilas bien diferenciadas.
El River de Merlo casi no se juega nada de acá a fin de año, fuera de la Sudamericana en la primera ronda, lejos de todo en el Apertura que le dio ya demasiados golpes a una hinchada muy acostumbrada a festejar campeonatos, y apenas pondrá a Marcelo Gallardo como referente. El Boca de Basile lleva cinca victorias al hilo, puede sacar tres puntos de ventaja o más en la cima de la tabla si hoy gana y construye ídolos potenciales en cada partido.
Pero el clásico vale por sí mismo, y aunque al Millonario de poco le sirve ganar para revertir su momento, la victoria le dará un poco de vida, mientras que a Boca le dejará el camino muy despejado rumbo al título.

Uno confirma, otro esconde

Sin misterios, más allá de haber cerrado la puerta en algunas prácticas, Basile mantendrá la misma alineación de la últimas fechas, con las confirmaciones de José Calvo -en lugar del lesionado Hugo Ibarra- y de Juan Krupoviesa, recuperado de una dolencia muscular. El resto de la formación no tendrá variantes, con Daniel Bilos y Federico Insúa como estandartes en el medio, más la ratificación de Rodrigo Palacio y Martín Palermo como dúo ofensivo.
Distinta fue la postura de Reinaldo Merlo, quien no dio la formación de River y escondió las cartas en este duelo particular contra su amigo Basile.
Mostaza Merlo incluiría a Danilo Gerlo como lateral derecho, para frenar el juego aéreo de su rival, en lugar del chileno Cristian Álvarez. Además, reaparecería Federico Domínguez por Lucas Mareque, y Marcelo Gallardo, el conductor del equipo.

Boca, como líder, tiene ventaja sobre River

Buenos Aires > Desde la instauración de los torneos cortos en el fútbol argentino, Boca jugó ante River como líder del certamen de Primera División en ocho oportunidades, con un saldo favorable de tres triunfos y cuatro empates. El «millonario» sólo pudo vencer una vez a un elenco «xeneize» líder y eso ocurrió en el Torneo Clausura 2004 cuando lo derrotó en la Bombonera por 1 a 0, con gol de Gastón Fernández.
Por su parte, Boca se impuso en el Apertura 1992 (Boca líder con 14, River escolta con trece) por 1 a 0, con un tanto de Sergio Martínez, en La Bombonera. A su vez, la historia se repitió en el Torneo Clausura 1999 (Boca puntero con 29 unidades, River, segundo con 24) con una victoria del club de La Ribera, por 2 a 1, también como local.
El restante fue en el Torneo Apertura 2003 (Boca, primero con 28 unidades; River séptimo con 19) cuando los «xeneizes» se impusieron 2 a 0 en el Monumental. En estos tres casos, el triunfo ante el clásico rival fue un envión a favor de Boca, que se adjudicó cada uno de esos torneos disputados.

Amplia ventaja
Por otra parte, en el marco del sistema de torneo cortos -a una rueda- que implantó la AFA desde 1992, está es la primera vez que Boca afronta un superclásico con tanta ventaja de puntos sobre River, a partir de las diez unidades de diferencia que los separan hoy en el Torneo Apertura 2005. Las tres veces anteriores que los Xeneizes jugaron ante su clásico rival con mucha diferencia de puntos fue en los torneos Apertura 1995, 1998 y 2003, cuando arribó a cada uno de esos superclásicos con nueve unidades de diferencia.
En esos tres choques con diferencias en puntos para el club de La Ribera, Boca nunca perdió, ya que registró una victoria (Apertura 2003, 2 a 0) y sendos empates sin goles (Apertura 1995 y 1998), todos en encuentros jugados en Núñez.

Palacio tiene mucha ansiedad por jugar

El delantero y goleador de Boca, Rodrigo Palacio, admitió que el clásico «es un partido especial, con un sabor diferente».

Buenos Aires > El delantero y goleador de Boca, Rodrigo Palacio, quien tiene siete goles en este campeonato, consideró que la diferencia de diez puntos a favor de su equipo «no cuenta para nada».

¿Cómo describís el momento de Boca?
De menor a mayor, con algunas críticas, muchas de ellas sin fundamento y otras que nos vinieron bien, pero siempre estuvimos seguros del camino a seguir, y la prueba es0 que llegamos a la punta y clasificados para la copa en otra instancia».

¿Qué sentís al tener detrás a Guillermo y a Delgado?
Una enorme responsabilidad. Guillermo es un ídolo de siempre y Delgado es un gran jugador con muchas condiciones. Soy conciente de que hoy me toca jugar a mí, pero tampoco me siento un titular indiscutido.

Sin embargo, entraste rápido en la gente casi sin jugar
Es verdad, por eso digo que es doble la responsabilidad, pero trabajo en la semana para hacer las cosas bien y que mi equipo gane, creo que todo el plantel de Boca puede ser titular y jugar, esa es la ventaja que por ahí tenemos contra otros equipos.

Obviamente, la meta es el campeonato
La meta es hacer un buen papel, como dice Basile, por historia, hay que conseguir el campeonato, pero no nos desesperamos.

¿Cómo esperás el partido con River?
Con mucha ansiedad, quisiera jugarlo ya, pero tenemos que estar tranquilos, porque más allá del clásico hay que defender la punta y seguir en la copa.

San Martín: «Sólo sirve la victoria»

Buenos Aires > El volante de River Andrés San Martín, que esta tarde debutará en los choques superclásicos, consideró que «la victoria es lo único que sirve» para frenar a Boca, y sería «un envión anímico importante» con miras al segundo tramo del torneo Apertura. El jugador dijo que este encuentro «es una buena oportunidad para revertir la racha negativa», ya que River perdió cinco de los diez partidos que jugó hasta el momento.

¿Es el partido más importante del semestre?
Sí, obviamente. Lo esperamos con mucha expectativa porque es una linda oportunidad para revertir esta racha negativa. No sé si salvamos el año, sería un envión anímico importante para afrontar el fin del campeonato.

¿El único resultado posible es la victoria?
Sí, hay que ganar porque es lo que queremos todos y vamos a ir en busca de eso.

Es tu primer superclásico, ¿cómo lo esperás?
Ojalá me toque estar porque estoy con muchas ganas de que las cosas salgan bien.

¿Imaginás alguna semejanza con los clásicos que jugaste en
Banfield frente a Lanús?

Los clásicos son partidos hermosos, pero este es muy especial. Es el partido que todos quieren jugar, el más importante de Argentina y reconocido mundialmente.

¿Cómo se neutraliza a un equipo como Boca?
Con más hombres de talento como tiene River, ellos también se tienen que preocupar por marcar a los nuestros. Se va a ver cuál se levanta mejor y es el mejor equipo.

Los que más sumaron

River acumuló durante los 74 años de historia del superclásico al máximo artillero de este choque, Angel Amadeo Labruna, y a tres futbolistas con presencias extraordinarias como Reinaldo Merlo, Amadeo Carrizo y el mismísimo goleador del clásico, con 35 River-Boca en su currículum.
Por su parte, Boca tiene al brasileño Paulo Valentim como máximo goleador, con 10 conquistas —tercero en la tabla de ambos equipos— y a los defensores, Silvio Marzolini y Roberto Mouzo, con 29 asistencias, como los «sarmientos» del clásico.
Máximos goleadores: River: Labruna, 16; Más, 12; Carlos Morete, 9; Bernabé Ferreyra, 8, Norberto Alonso y Juan José López, 6 cada uno.
Boca: Valentim, 10; Osvaldo Potente, 7; Francisco Varallo 6; Mario Boyé, Diego Maradona y Guillermo Barros Schelotto, 5 cada uno.
Mayores presencias: River: Labruna, Merlo y Carrizo, 35 partidos; Juan José López, 32; Más, 27 y Ubaldo Fillol, 26.
Boca: Marzolini y Mouzo, 29; Vicente Pernía 27; Antonio
Rattín, 26.

Diego anunció un triunfo de Boca

Diego Maradona, que también supo brillar en los clásicos, con 4 goles, se sumó a los pronósticos que durante la semana habían realizado el director técnico Xeneize, Alfio Basile, quien había dicho que su equipo iba a ganar por 2 a 0, y el ex entrenador de River Ramón Díaz, que anunció un 1 a 0 para el elenco de Núñez.
«Va a ser un partido durísimo pero lo gana Boca ajustado.
River no le va a regalar nada, pero Boca está fuerte mental individual y colectivamente. Se está encontrando y tiene un técnico que va al frente ya sea en Salta, contra el Ajax o dónde sea. Me parece que la victoria va a ser por un gol o dos de diferencia», anticipó «Pelusa». Además, desestimó su presencia en el Monumental para presenciar el superclásico al indicar que a la cancha de River va «solamente cuando juega la selección».

Neuquén también vive con todo el superclásico

La mayoría de las mesas de los bares de la capital provincial ya están reservadas para vivir un nuevo River-Boca.

Muchas de las personas que ya tienen su mesita asegurada, hasta encargaron picadas y cervezas para disfrutar esta tarde del partido.

Neuquén > El clásico de los clásicos; si bien mucha de su tradición y folcklore se trasladan a la Capital Federal, no hay que dejar de lado al resto del país, ya que es sabido que la República Argentina está regado de millonarios y xeneizes por todos lados.
Y por supuesto que Neuquén no está exenta a la fibre del superclásico, y es por eso que la capital provincial se prepara con todo para palpitar un nuevo River-Boca.

No hay lugar
Y esta creciente efervescencia se palpa claramente en la zona del centro nequino, en cuyos bares y confiterías prácticamente no quedan lugares, ya que los mismos han sido reservados con anterioridad. «Nosotros no tenemos más lugar. Muchos grupos de amigos ya reservaron sus mesas y hasta algunos encargaron picadas y cervezas», comentó el propietario de un bar en una concurrida esquina de la ciudad.
Y claro, no todo el mundo tiene el codificado, entonces la gente aprovecha los televisores y las pantallas gigantes de algunos de estos locales para reunirse a sufrir y alentar por los colores amados.
También por toda la capital provincial se pueden apreciar a vendedores ambulantes que por estos días se hacen «la América».
«No me puedo quejar, vendí bastantes banderas y gorros, tanto de Boca, como de River. Ojalá jueguen más seguido», bromeó un vendedor.
Ya comienza el clásico de los clásico, entonces, vermouth con papas fritas y... good show.

Dejaron su nombre en la historia

La historia del superclásico tiene grandes figuras que brillaron en muchas ediciones, y que a partir de los logros en este choque se convirtieron en leyendas de River y de Boca, aunque también hubo futbolístas que por una actuación brillante o un gol oportuno tuvieron sus «30 segundos de fama», en el partido más excitante del fútbol argentino.
Uno de los primeros recuerdos de fama en el superclásico es un 11/6/39, cuando Oscar Picaro, de Boca, marcó uno de los goles del triunfo 2-0, en la primera edición jugada en el Monumental.
Años después, el delantero de River Hugo Reyes, tuvo dos
momentos cumbres: el 24/8/47 (2-1, en Nuñez) y 1/8/48 (2-1, en La Bombonera), en los dos encuentros marcó el gol de la victoria.
El 8/6/52, en la Boca,
Herminio González vivió su tarde de gloria al marcar un gol de penal que le dio la victoria a los «xeneizes» por 2 a 1, y quebrar el empate.
Eliseo Prado marcó el 18/7/54 el gol «más importante» de su vida profesional. Fue el que le dio la victoria a River en la Bombonera, cuando sólo restaban dos minutos para el final y que terminó 1 a 0 a favor de los millonarios.
En los 60, Daniel Bayo, el 8/7/67, marcó el gol de la victoria de River 1 a 0 en el Monumental. Meses después, fue el turno de Nicolás Novello, quien el 26/11 señaló el tanto de la victoria de su equipo, también por 1 a 0.
En la década del 70, entre los éxitos encadenados de Morete, de Curioni, de Alonso y Suñé, se sumaron jugadores que fueron un flash en la historia del superclásico.
Así fue el turno del correntino Hugo Paulino Sánchez que marcó dos goles en este choque, el primero en la derrota en la Bombonera 2 a 1 (21/9/75) y dos meses después el de la vicroria,también por 2 a 1, en el Monumental (29/10), hechos suficientes para sus «segundos de fama».
El mismo instante que vivió el 15/10/78,Omar Labruna, quien conquistó el gol de la victoria en un clásico devaluado en el Monumental, la misma tarde que el arquero Luis Landaburu —eterno suplente de Fillol— tuvo su «segundo de eternidad» al atajarle un penal a Squeo, a minutos del final del partido.
Ese mismo año, el 12/7, la necesidad de Boca de contar
con una figura explosiva transportó al delantero Armando Husillos en ídolo al marcar el gol de la victoria en un clásico del Metropolitano, para luego desaparecer de las formaciones del equipo de la Ribera.
Suerte similar que vivió Carlos Randazzo —autor de dos goles
en superclásicos— que le alcanzaron para ser invitado especial a los «Almuerzos de Mirtha Legrand» en el año 1979.
El volante José Berta, en 1983 y el defensor Alejandro
Montenegro, en 1985, se ganaron la tapa de «El Gráfico» solo por haber marcados los goles de la victoria en sendos superclásicos de esa época.
Walter Perazzo (25/9/88) y José Luis Cuciuffo (6/9/89) -ambos de Boca— se ganaron el amor de la «Doce» por goles decisivos en el choque más importante del año.
Más cerca en el tiempo, hay lugar en el cuadro de honor de las estrellas fugaces de clásico para Alphonse Tchami, autor de el tercer gol de Boca en un 4 a 2, en el Monumental, en el Clausura de 1995.
También se ganó un espacio Ricardo Rojas, quien hizo el «gol de su vida» en la victoria de River 3 a 0, en la Bombonera, en el Clausura 2002.
Y, en esta serie de exitosos foráneos vale mecionar al
brasileño Iarley —marcó el gol de la victoria 2 a 0 en Nuñez—
el 9/11/03 para cerrar este ciclo de «estrellas fugaces».

En casa también

Los que sí tienen la oportunidad de contar con el codificado en sus hogares, disfrutarán del clásico de los clásicos del fútbol argentino, muy cómodos en sillones mullidos y con toda la comodidad al alcance de la mano, aunque a la hora de sufrir lo harán de la misma manera que los que irán a los bares o lo escucharán por radio.
Por ejemplo Juan, un fanático de Boca, irá a ver el clásico a tierras enemigas: «para este tipo de partidos nos juntamos en la casa de una familia amiga en la cual todos son hinchas de River y yo el único de Boca; iugualmente, como pasa a menudo, el único que festeja al final soy yo».
Hernán, hincha de River, prfiere la soledad a la hora de vivir este encuentro tan especial para él: «me encierro en mi cuarto y no dejo que nadie entre, ni mi vieja, ni mi hermana, ni nadie, me ponen muy nervioso».
En tanto Débora, otra hincha millonaria confesó que se va a la barda para no escuchar: «me pongo loca con el River-Boca, es por eso que no quiero saber nada hasta que termine el partido».

POR RADIO TAMBIÉN
Don Néstor, hincha de Boca, trabaja todos los domingos y hoy no será la excepción: «pongo la radio una hora antes del partido para escuchar toda la previa y después a sufrir, aunque creo que hoy ganamos».

 

 


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