Los principales cultivos -carozo y
pepita- presentan un desarrollo normal.
La aproximación a la época primaveral es un punto en
el ciclo productivo regional en el que pequeños, medianos y
grandes productores de fruta deben concentrar todos sus sentidos para
tomar los recaudos por las heladas tardías.
Los primeros productos frutales en entrar en esa fase son las variedades
de carozo –ciruela y durazneros, entre otros- seguido por los
de pepita (manzana y peras).
El técnico meteorólogo Enzo Campetella y el ingeniero
agrónomo del Inta Alto Valle Miguel Tassara, ambos de amplia
trayectoria en la agrometeorología regional, brindaron sus
estimaciones sobre lo que puede deparar la próxima primavera
para la principal actividad productiva de la región.
Tassara explicó que, actualmente, la mayoría de las
variedades de ciruela tipo japonés está en flor, algunos
duraznos en pétalos visibles mientras que, los perales y manzanos
están con yema hinchada, refiriéndose así al
estado fenológico de cada variedad.
Campetella trabaja desde hace varias temporadas en el seguimiento
y asesoramiento en la zona productiva del Alto Valle en particular
y para otras áreas de cultivo en general.
El especialista brindó un panorama de cómo parece presentarse
la próxima primavera. Según adelantó, la tendencia
para el próximo trimestre –en concreto setiembre y octubre-
estaría indicando condiciones de temperaturas entre normales
a levemente inferiores al promedio sobre el Norte de la Patagonia.
Esta primera aproximación permite estimar situaciones “normales”
para la próxima primavera.
De acuerdo con las estimaciones del técnico, se podría
esperar, durante setiembre, al menos entre dos y tres situaciones
que generen heladas en la región.
Para eso explicó que, actualmente, se mantienen las perspectivas
de precipitaciones por debajo de los promedios, lo que ayudaría
a que las zonas más frías tiendan a reportar con mayor
facilidad, descensos de temperaturas más marcados.
Esto lleva a continuar la tendencia del invierno (en lo que a temperaturas
se refiere). Toda la zona se ha mantenido con valores por debajo de
los promedios, contrastando con el centro y Norte del país,
que vienen de un invierno con temperaturas elevadas.
Panorama
“La situación por el momento es de normal desarrollo
de la floración en carozo, sin adelantos ni retrasos hasta
ahora. No han habido heladas que merecieran usar defensa activa”,
explicó Tassara.
Pero, y si bien se prevé un ciclo primaveral “normal”,
se recomendó tomar los correspondientes recaudos.
“En carozo, en función de la temperatura que soportan
las veriedades, los productores tienen que tener las tablas de resistencia
al frío, no aún en pepita”, agregó.
En comparación con la temporada anterior, Tassara aclaró
que el año pasado se registró en una primer etapa, un
adelanto fenológico en los carozos importante pero no se dio
en pepita, lo que permite arriesgar algún tipo de diferencia
“a favor”. No obstante, el profesional recalcó
que en pocos días más se deberán comenzar a tomar
las medidas de control y prevención.
Nuevo sistema para inyectar aire caliente
Se trata de un equipo diseñado por Tecnocampo e YPF
GAS que permite combatir las heladas en forma más económica
y con menor impacto ambiental.
Una máquina puede controlar hasta 10 hectáreas.
Año a año, la necesidad de combatir las heladas tardías
genera en sectores productivos, técnicos y empresas privadas
diversas formas de iniciativas que, mediante la investigación
aplicada, permiten sumar alguna nueva alternativa a la oferta de herramientas
para contrarrestar el descenso de las temperaturas en los montes frutales.
YPF GAS y la empresa tecnocampo SA firmaron recientemente un acuerdo
para la comercialización del sistema denominado Lazo Frost
Dragon.
El mecanismo, que se basa en la inyección de aire caliente
en medio de la masa de aire frío de los montes productivos,
permite atacar tanto las heladas por advección (la masa de
aire frío se posa sobre el área productiva) como por
radiación (la descenso de las temperaturas se produce por la
temperatura del suelo).
“La maquinaria consiste en un gran ventilador centrífugo
de dos salidas laterales que gira a alta velocidad, generando columnas
de aire caliente aerodinámicamente muy limpio que es lanzado
hacia los costados”, se indicó desde la empresa Tecnocampo.
Además de producir una disminución de los costos –en
el combate de heladas-, el sistema provoca un escaso nivel de contaminación
debido a que el aire caliente es producido por un quemador alimentado
con gas licuado. La utilización del equipamiento no genera
humo ni smog, ya que el aire caliente lanzado es el resultado del
paso de aire limpio por el quemador a gas.
Este equipo está montado sobre el sistema hidráulico
de un tractor o de arrastre (con ruedas) y conectado a la toma de
fuerza del mismo. Los chorros de aire caliente cubren cerca de 130
metros hacia cada lado del paso del tractor junto a la máquina.
En los primeros 50 metros la temperatura se eleva a 0,5°, mientras
que a 120 metros. llega a 0,3°.
Experiencias realizadas en distintos campos y diversas condiciones
climáticas han concluido que la temperatura agregada con la
máquina se pierde en 10 a 12 minutos, por lo cual en ese lapso
de tiempo hay que volver a pasar por el mismo lugar. Con esto, una
máquina es capaz de controlar 10 hectáreas, aproximadamente.
• Sólo requiere de un conductor para el tractor y de
un supervisor de temperatura para controlar 10 hectáreas.
• El calor que logra la máquina en la zona de operación
es independiente de la temperatura ambiente, por lo tanto no importa
cuántos grados haya descendido la temperatura fuera del área
de influencia del aparato.
• Consume 30 kg. de gas por hora, lo que da una autonomía
de funcionamiento de 5 horas
• El costo operativo por hectárea es de $ 10 por hora
de trabajo aproximadamente.
• En aplicaciones de mayores superficies se generan economías
de escala gracias al desplazamiento propio de la masa de aire caliente
introducido, generando así un microclima en la zona de aplicación,
hasta bajar en un 30% los costos de aplicación.
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